“Ningún peronista estuvo al lado del Presidente”, el furcio de Cristina Kirchner en recuerdo del levantamiento carapintada
Por error, la vicepresidenta dijo que ningún peronista acompañó a Raúl Alfonsín cuando se pronunció en contra del alzamiento militar de 1987; por el contrario, en el balcón de Casa Rosada estaban los principales referentes del peronismo renovador
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En un furcio durante su discurso del 24 de marzo, la vicepresidenta Cristina Kirchner quiso reivindicar el apoyo del peronismo al entonces presidente Raúl Alfonsín, tras el primero de los levantamientos carapintadas –el de 1987–, pero, por el contrario, dijo que “ningún hombre y ninguna mujer del peronismo estuvo al lado del Presidente sosteniendo la democracia”.
En el marco del Día de la Memoria, la vicepresidenta encabezó un acto en la localidad bonaerense de Las Flores para formalizar la apertura de un Espacio de la Memoria en la exBrigada de Investigaciones del lugar, y afirmó, por error: “Y cuando hubo momentos difíciles en el país, lo recuerdo muy bien, allá por el año 87, apenas transcurridos tres o cuatro años de que había finalizado la dictadura después de la tragedia de Malvinas, hubo rebelión militar, una vez más, y ningún hombre, ninguna mujer, de este tan denostado peronismo, por parte de republicanos y republicanas, estuvo al lado del Presidente constitucional sosteniendo a la democracia, que es lo que se debe hacer”.
La expresidenta se refería a los discursos de Alfonsín durante el alzamiento militar de abril de 1987, que ocurrió durante la celebración de las Pascuas de aquel año, y una vez desactivada la “rebelión” –tal como lo calificó Fernández de Kirchner–.
Por entonces, en el primero de sus discursos, Alfonsín salió al balcón de Casa Rosada acompañado de un grupo de referentes del peronismo renovador, entre los que se encontraba el entonces diputado nacional Antonio Cafiero, abuelo de Santiago, actual jefe de Gabinete.
Frente a una Plaza de Mayo repleta, el entonces presidente radical dijo: “Compatriotas. Desde el jueves vivimos días de tensión, de tristeza. Pareciera que en el tiempo histórico ha habido un segundo en el que el pasado nos ha alcanzado, pero yo le pido a la juventud argentina que más allá de este fenómeno, comprenda y perciba en toda su magnitud lo que significa como lección para los tiempos que ha de venir esta extraordinaria solidaridad con la democracia argentina puesta de manifiesto por la totalidad de nuestro pueblo”. Y continuó: “Que adviertan hasta qué punto, hombres de distintas militancias políticas, de distintos sectores sociales, nos ponemos de pie para defender las instituciones de la República”. En el balcón estaban, además de Cafiero, el entonces vicepresidente Víctor Martínez, el expresidente del Partido Justicialista Vicente Leónidas Saadi y José Luis Manzano, también referente de la renovación peronista.
Alfonsín pidió al pueblo que “lo espere” en la plaza. “Si Dios quiere y nos acompaña a todos los argentinos, dentro de un rato vendré con las soluciones, con la noticia de que cada uno de nosotros podemos volver a nuestros hogares para darle un beso a nuestros hijos, y en ese beso decirles que le estamos asegurando la libertad para los tiempos”, sostuvo.
A las dos horas, el entonces primer mandatario regresó al balcón, y nuevamente rodeado de funcionarios propios y de peronistas, dijo: “Compatriotas, felices Pascuas. Los hombres amotinados han depuesto su actitud. Como corresponde, serán detenidos y sometidos a la Justicia”. Y agregó: “Di instrucciones a los mandos del ejército para que no se procediera a la represión. Hoy podemos todos dar gracias a Dios. La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina”. También lo acompañaba quien fue su rival, el excandidato a presidente de la Nación por el Partido Justicialista Ítalo Luder.
“Le pido al pueblo que se retire. Es necesario que así se lo haga. Y les pido a todos ustedes vuelta a sus casas a besar a sus hijos, a celebrar las Pascuas en paz de la Argentina”, concluyó Alfonsín.
Una imagen desconocida de Kirchner
En paralelo, en esa Semana Santa del 87, el expresidente Néstor Kirchner también salió a manifestarse en Santa Cruz en apoyo a la democracia. Fue en Río Gallegos, durante un acto encabezado por el entonces gobernador de la provincia, Arturo Puricelli, quien más adelante fue ministro de Defensa y de Seguridad de Cristina Kirchner. Aquel evento se transmitió durante el programa especial de ATC (como se llamaba la televisión pública) que siguió en vivo los acontecimientos. Kirchner, entonces de 37 años, estaba al lado de Puricelli.
Ese mismo año se postularía como intendente de Río Gallegos, cargo que ganó y ejerció hasta 1991, cuando pasó a ocupar la gobernación de la provincia sureña (siguió allí 12 años, hasta que ganó la Presidencia de la Nación).
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