Murió el politólogo Carlos Strasser, un defensor inclaudicable de los valores de la democracia
Figura de referencia en Flacso Argentina, fue un precursor en la creación de la carrera de ciencia política en la UBA; autor de una obra prolífica, en los últimos años alertó sobre los riesgos que enfrenta el sistema democrático
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Con la muerte del profesor e investigador Carlos Strasser, a los 88 años, la ciencia política pierde a una de sus voces más lúcidas, que contribuyó a difundir y valorar los aportes de la democracia en favor del desarrollo de los pueblos.
En los últimos veinte años alertó especialmente sobre los riesgos que enfrenta el sistema democrático en sociedades cada vez más complejas. A través de su obra y su dedicación docente, aportó ideas renovadas para avanzar en el desafío de garantizar la estabilidad institucional y política en los países amenazados por crisis recurrentes.
Consagrado como uno de los mayores teóricos de la democracia en América Latina, Strasser fue uno de los fundadores de la carrera de ciencia política en la Universidad de Buenos Aires (UBA), una vez superada la resistencia de la dictadura militar. Tras la recuperación de la democracia , en 1984 presidió la comisión que creó el plan de estudios de la entonces flamante carrera. Strasser fue investigador superior del Conicet y uno de los referentes más significativos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), donde creó las maestrías en ciencias políticas y sociología, que dejaron una huella en el pensamiento intelectual argentino. Su valioso legado permanece en una obra prolífica y de calidad.
Había nacido el 13 de septiembre de 1936 en Buenos Aires y se graduó de abogado en la UBA en 1961, tras lo cual realizó un doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Berkeley, California. Discípulo de Sheldon Wolin en Berkeley, compartió su formación y vida académica con renombrados politógos, como Guillermo O’Donnell, Oscar Oszlak, Francisco Delich, Natalio Botana, José Nun, Torcuato Di Tella y Tulio Halperin Donghi, entre otros.
De trato afable, promotor del diálogo y respetuoso de los disensos, En los últimos años, Carlos Strasser solía organizar encuentros entre intelectuales de distintas disciplinas, a modo de coloquios, para indagar acerca de las causas de las recurrentes crisis políticas y sociales que vive el país. Lo animaba un espíritu cívico para encontrar caminos de reconstrucción, en una etapa política marcada por enfrentamientos estériles.
En sus años de estudiante en la Facultad de Derecho había tenido una activa participación en el Movimiento Universitario Reformista. Integró el consejo directivo en representación del claustro de alumnos.
La Carrera de Ciencia Política de la UBA lamenta informar el fallecimiento de Carlos Strasser.
— Ciencia Política - UBA (@CpoliticaUBA) January 7, 2025
Acompaña en este doloroso momento a familiares, amigos, colegas y estudiantes.
Graduado en Derecho (UBA) y Doctor en Ciencia Política en Universidad de California en Berkeley… pic.twitter.com/DU2F6wOgie
Valorado por su formación académica, Strasser fue una figura de referencia en el período de recuperación de la democracia en el país y sumó sus enriquecedoras visiones en los debates públicos. En 1994 respaldó el Pacto de Olivos que acordaron Raúl Alfonsín y Carlos Menem para la reforma de la Constitución. En el verano de 2004, Strasser anticipó en una entrevista con LA NACION que “la democracia es naturalmente cada vez menos posible, en medio de la complejidad de las sociedades modernas”.
Entre sus principales obras se destacan “La razón científica en política y sociología” (1979) -galardonada con la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE)-, “Filosofía de la ciencia política y social” (1986), “El orden político y la democracia” (1986), “Para una teoría de la democracia posible” (1990), en dos volúmenes; “Democracia III. La última democracia” (1995), “Democracia & desigualdad. Sobre la democracia real a fines del siglo XX” (1999), “La vida en la sociedad contemporánea. Una mirada política” (2003) y “La razón democrática y su experiencia. Temas, presente y perspectivas” (2014).
Se desempeñó, además, como profesor plenario y director del Departamento de Humanidades de la Universidad de San Andrés y docente en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación, entre 1987 y 2006, entre otras casas de estudios. Actuó, además, como profesor investigador en el Departamento de Sociología de la Fundación Bariloche, donde dictó cursos de posgrado en teoría política y filosofía de la ciencia política.
A lo largo de su vasta trayectoria ofreció conferencias y seminarios en la Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México, República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, España, Italia, Alemania y Suecia. Fue miembro del Wilson Center, de Washington, a partir de 1988 y Publicó artículos en prestigiosas revistas académicas nacionales e internacionales.
La democracia
Strasser distinguía en sus trabajos entre tres tipos de democracia: la ateniense o clásica, vinculada con la concepción de la democracia directa, una versión más moderna, que reivindica la democracia representativa y constitucional y una democracia cada vez más limitada, en sociedades fragmentadas y de mayor complejidad. “Gobernar una sociedad tan compleja con la agenda de hoy es extremadamente difícil y casi imposible”, advertía ya en 2004.
Con visión profética, señalaba que la actividad política se ubicaba a la zaga de los acontecimientos y preveía una reducción de su capacidad de iniciativa y de decisión. En igual sentido, percibía una caída del principio de “vivir para la política”, mientras cobraba –y aún hoy cobra- más fuerza la idea de “vivir de la política”, lo que abre la puerta a la corrupción, entre otros riesgos. Veía con preocupación que el ejercicio democrático quedara reducido básicamente a los momentos electorales.
En sintonía con el pensamiento de Carlos Nino, autor del libro “Un país al margen de la ley”, basaba su preocupación en la extendida cultura de desapegos que caracterizó en la segunda mitad del siglo XX a la sociedad argentina, reflejada en la falta de autoridad, el hábito de no respetar las leyes y convivir con la trampa.
La Fundación Konex reconoció su trayectoria en 1996, al concederle el premio Konex de Platino en el campo de las ciencias políticas.
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