Murió el abogado Alfredo Iribarren, un precursor del derecho penal de naturaleza económica
Fundó el primer estudio jurídico dedicado enteramente a esa rama jurídica; atendió la mayoría de los casos que involucraban a las entidades bancarias entre las décadas del 70 y del 90
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Abogado de prestigio entre sus pares y académicos, el doctor Alfredo Iribarren –fallecido a los 85 años- se destacó como un precursor del derecho penal de naturaleza económica y un eximio penalista.
Nacido el 21 de noviembre de 1938, en Mercedes, se formó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires /UBA), donde se graduó de abogado en 1962. Con más de 60 años en la profesión, se destacaba por su inteligencia, su capacidad para delinear estrategias y cultivaba un bajo perfil, Marcó un camino a varios de los abogados que se abrieron camino gracias a sus enseñanzas.
El abogado Iribarren fue socio de sus colegas Laureano Landaburu y Genaro Carrió, con quienes constituyó el primer estudio jurídico dedicado enteramente a asuntos penales, en particular de naturaleza económica.
Dirigió, luego, el estudio Iribarren, que más tarde se convirtió en ICP Abogados, con los doctores Francisco Castex y Luciano Pauls, que lo consolidó como una figura de referencia en el derecho penal. Adquirió prestigio en el ámbito nacional e internacional, destacándose por su transparencia, ética y profesionalismo. Atendió los casos más importantes de las entidades bancarias de la Argentina en las décadas del 70, del 80 y del 90.
Bajo su ala dieron sus primeros pasos abogados penalistas que trascendieron por su actuación pública, como el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Su estudio jurídico también intervino en casos de relevancia pública en los años 90.
Sus discípulos lo recuerdan como un amante de la discreción profesional y un práctico por excelencia. “Conocía y respiraba el derecho como pocos, castigaba la ingenuidad y premiaba la astucia”, señaló su socio Francisco Castex, alrecordar que un abogado italiano lo definía como “un ingeniero de la abogacía”.
El estudio jurídico a su cargo se consolidó en las áreas vinculadas con el derecho penal, especialmente las relacionadas con los negocios y otras actividades económicas. Con el doctor Iribarren a la cabeza, desarrolló una sólida experiencia en asuntos vinculados con fraudes corporativos, cuestiones tributarias, bancarias, cambiarias, aduaneras, ambientales, fraudes informáticos e imputaciones a compañías y personas físicas en casos de encubrimiento de bienes de origen delictivo. Fue uno de los precursores en el desarrollo de prácticas de ética y normas de cumplimiento (compliance) y en la responsabilidad penal de las personas jurídicas.
Iribarren fue presidente de la Comisión de Derecho Penal del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y profesor de posgrado en la Facultad de Derecho de la UBA, donde dictaba una materia de derecho penal de la actividad empresarial.
También fue asesor en legislación penal en el Ministerio de Economía de la Nación e integró la Unión Internacional de Abogados en la rama del derecho penal de los negocios. Publicó en revistas especializadas numerosos artículos en materia de derecho penal económico, defensa de la competencia y derecho procesal penal.
De activa participación en instituciones culturales, fue presidente del Rotary Club de Buenos Aires entre 2002 y 2003.
Casado con Graciela Rossi Montero, transmitió a sus hijos y nietos los valores del trabajo, el esfuerzo y la fortaleza, entre otras virtudes ejemplares. El sepelio se realizó en el cementerio Parque Memorial.
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