Murió Carlos Muñiz, ex canciller y notable jurista
Fue una prestigiosa figura de la política exterior argentina
Ayer falleció en nuestra ciudad, a los 85 años, el doctor Carlos Manuel Muñiz. Desaparece con él un hombre público excepcional, que honró y dignificó a la República en cada una de las responsabilidades que le fueron encomendadas.
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto entre 1962 y 1963, representante permanente de nuestro país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre 1982 y 1988; embajador en los Estados Unidos, en Brasil y en Bolivia; subsecretario del Interior entre 1955 y 1956, abrazó la función pública, en todos los casos, no sólo con creatividad y talento, sino también con ejemplar transparencia moral.
Con el doctor Muñiz desaparece, asimismo, un jurista brillante, un cultor fervoroso del derecho internacional -disciplina que enseñó como profesor titular en las más importantes universidades- y, sobre todo, un conocedor profundo del entramado de la política exterior de la Nación, cuyos altos intereses defendió en los foros mundiales con irreductible firmeza y con una lucidez que todos los sectores académicos y políticos del país coincidieron en reconocerle.
Su incansable labor de esclarecimiento y difusión de los desafíos que atraviesa el mundo de hoy en el campo de las relaciones internacionales no se puso de manifiesto únicamente con motivo de su paso por la función pública.
Se reveló también en la infatigable tarea que cumplió como presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), la institución que fundó el 15 de junio de 1978 y en la cual consiguió reunir, a través del tiempo, a los representantes más preclaros del ámbito diplomático y de otras esferas de la vida cultural.
Por su fecunda trayectoria como foro para el estudio y la profundización científica de las relaciones internacionales, el CARI ha sido durante casi tres décadas un auténtico bastión de la cultura nacional. En el CARI se fue congregando y cobró renovada vida lo mejor de ese espíritu argentino que se expresa en la voluntad compartida de crecer como sociedad a partir del cambio de ideas, del debate intelectual maduro y enriquecedor y del respeto a los valores y principios de nuestra tradición y de nuestro desarrollo histórico.
El CARI ha brindado una contribución decisiva en la marcha hacia un diseño equilibrado y eficaz de las estrategias que el país necesita desplegar en el ámbito internacional. Como embajador ante las Naciones Unidas, el doctor Carlos Manuel Muñiz supo exponer con claridad y con contundencia, en sucesivas oportunidades, las posiciones de la República Argentina en el conflicto por las islas Malvinas.
Supo hacer una encendida defensa de los derechos soberanos de nuestro país sobre el archipiélago cada vez que le tocó abordar la cuestión ante la asamblea general de la ONU. Fue el responsable de la estrategia política argentina en favor de la negociación pacífica con Gran Bretaña instrumentada a partir de 1982 -cuando ya había concluido el doloroso conflicto bélico de ese año- y supo llevar adelante esa misión sin retóricas estridentes, pero con firmeza y absoluta confianza en la legitimidad de los títulos históricos que siempre ha reivindicado nuestro país.
Es particularmente recordada la severidad con que le respondió al ministro británico Geoffrey Howe el 30 de septiembre de 1983 en el máximo foro de la ONU durante uno de los debates más encrespados que se generaron sobre la cuestión de las Malvinas.
No ha sido olvidada tampoco la oratoria brillante, vigorosa y concisa que desplegó, días después, en ese mismo marco institucional, para denunciar ante el mundo que la política aplicada por Londres en el Atlántico Sur no estaba orientada a defender el proclamado derecho de los isleños a la autodeterminación, sino a satisfacer evidentes intereses de orden económico.
Con esfuerzo sostenido y loable tenacidad, la misión de Muñiz ante la ONU fue logrando el apoyo de un número de países cada vez mayor a nuestro histórico reclamo en la disputa de soberanía con Gran Bretaña. El esfuerzo fue fructífero, como lo atestiguan los sucesivos proyectos de respaldo a la posición argentina que se fueron presentando en la ONU.
La actuación de Muñiz al frente de nuestra representación ante el organismo mundial se extendió también a otras áreas y a otros temas. Intervino en delicados debates sobre la endémica crisis centroamericana y en todos los casos expresó la solidaridad de la Argentina a la misión fraternal del grupo de países de apoyo a Contadora.
Se opuso a toda intervención extranjera y sostuvo que los problemas de la América Central debían ser resueltos por los países de la región.
* * *
Nacido en Buenos Aires el 2 de febrero de 1922, Carlos Manuel Muñiz se graduó como abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires cuando tenía 24 años. Alcanzó el doctorado en esa misma casa de estudios con una tesis sobre "Los reclamos internacionales en el derecho constitucional argentino".
Fue profesor titular en las principales universidades públicas y privadas del país, y el recuerdo que ha quedado de él es el de un maestro que transmitía, junto al saber específico de la materia a su cargo -básicamente, Derecho Internacional Público y Derecho Constitucional-, la cosmovisión de una cultura humanística de sólidas raíces.
Miembro de número de la Academia Nacional de Derecho y de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, integrante de muchas otras destacadas instituciones científicas y culturales, conferencista sobresaliente, el doctor Muñiz fue autor de una extensa serie de publicaciones y estudios que hoy son objeto de consulta ineludible en los temas de su especialidad.
Entre sus obras más recordadas figuran Derecho internacional y derecho interno: teorías, Posición internacional de la República Argentina, La Argentina y Europa, Las relaciones entre la República Argentina y Brasil, Los problemas internacionales contemporáneos, Diplomacia y diplomáticos, La formulación de las relaciones exteriores de la República Argentina, Acción diplomática de Mitre, Carlos Saavedra Lamas: su labor jurídica internacional y Latinoamérica y las organizaciones internacionales políticas y económicas , así como otros libros y trabajos de similar importancia.
Carlos Manuel Muñiz fue un intelectual apasionado por los temas de su país y un espíritu abierto a todas las incitaciones de la cultura universal. En su pensamiento y en su capacidad de trabajo se vio reflejada y representada toda una generación de argentinos: aquella que irrumpió en la vida nacional en los años 40 y alcanzó su plenitud en la segunda mitad del siglo XX.
Muñiz perteneció a la estirpe de los hijos del país que supieron continuar dignamente la obra de las generaciones constructoras de la organización nacional y servir a la Nación con segura vocación de progreso.
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