Movimientos sociales: cómo se organizan y quiénes apoyan a los nuevos "dueños de la calle"
Recobraron protagonismo por el debate de la emergencia alimentaria y por los reacomodamientos ante un futuro regreso del peronismo; sin embargo, tienen fuertes diferencias entre ellos; quiénes son y cómo disputan el poder popular
Una de las particularidades que dejará el gobierno de Mauricio Macri es la relación que su administración construyó con los movimientos sociales y cómo esta evolucionó durante los últimos años. A fuerza de presión en la calle y aprovechando cierta inacción de la CGT, un grupo de organizaciones piqueteras se consolidó como un foco de poder que logró línea directa con el Ministerio de Desarrollo Social, y un nivel de institucionalización y recursos inéditos. Asimismo, divisiones internas y cambios políticos movieron el tablero callejero y sembraron nuevas incógnitas para la próxima dirigencia.
En las últimas semanas, los movimientos sociales recobraron fuerte protagonismo por el debate sobre la emergencia alimentaria que el miércoles el Senado convirtió en ley. Sin embargo, los sectores más combativos volverán a acampar esta semana en el centro porteño. La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, dijo ayer que tratará de "canalizar las diferencias" con los movimientos sociales "a través del diálogo" para evitar el acampe piquetero, y reiteró que los cortes "son extorsivos porque complican a mucha gente". Pero todavía rigen muchas demandas y diferencias entre las agrupaciones.
San Cayetano, el trío dialoguista que orbita en el mundo del peronismo
El 7 de agosto de 2016 la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie confluyeron en una masiva marcha bajo la consigna "Tierra, techo y trabajo". Desde entonces se consolidaron como los principales negociadores con Carolina Stanley y, por lo tanto, los mayores receptores de sus políticas. Al mismo tiempo visibilizaron la importancia de su tarea de contención social a través de la organización de comedores y pusieron sobre la mesa las demandas de los trabajadores informales.
A fines de ese año lograron la sanción de la ley de emergencia social. La iniciativa implicó la creación de un registro de trabajadores populares que quedó en manos de estas organizaciones y un salario social complementario (la mitad que el mínimo, vital y móvil) para todos aquellos que estuvieran en esos padrones. Más adelante impulsaron la emergencia alimentaria para reforzar las partidas a comedores y fueron parte del Registro de Barrios Populares (Renabap), un relevamiento de las personas que viven en asentamientos.
Durante 2018, con la profundización de la crisis, el incremento de familias en los comedores, la merma de recursos económicos y el resurgimiento electoral del peronismo kirchnerista, se tensó el diálogo con el Gobierno. Finalmente se alinearon detrás del Frente de Todos y negociaron lugares en las listas.
Según sus referentes, van a plegarse a un eventual "pacto social", pero hay demandas de mayor institucionalización, trabajo formal y cobertura médica que le presentarán al próximo gobierno. Mantienen reuniones semanales y diálogo diario entre sí.
CTEP
Surgió en 2010 y contiene al Movimiento Evita, al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y al Movimiento Popular La Dignidad.
Si bien tienen presencia en los 24 distritos del país (recientemente comenzaron con tarea social en Santa Cruz), su foco está en el conurbano de Buenos Aires.
Según sus propios referentes, cuentan en sus filas con unos 200.000 trabajadores informales y cooperativistas, y asisten a 15.000 comedores. Aproximadamente la mitad recibe el salario social complementario.
La CTEP y particularmente el Movimiento Evita (mayoritario y que surgió como tal en 2004) es de las organizaciones que más puentes tendieron políticamente. Tienen un intenso apoyo de la Pastoral Social y de referentes sindicales, como Juan Carlos Schmid (extriunviro de la CGT) y de las CTA de Hugo Yasky y Ricardo Peidró.
El secretario general de la organización es Esteban "Gringo" Castro. Su mujer, Mariel Fernández, le ganó la interna a Walter Festa, intendente de Moreno, y en octubre podría pasar a ocupar su lugar en el municipio.
Su referente más célebre puertas afueras es Juan Grabois (MTE), franco militante del Frente de Todos y "amigo" del Papa Francisco. Si bien Grabois descartó cualquier intención de ocupar un cargo público, está impulsando la figura de Emilio Pérsico, líder indiscutido del Evita, para ocupar el puesto de ministro de Desarrollo Social en un eventual gobierno de Alberto Fernández o, al menos, un lugar de jerarquía en esa cartera.
El Evita, que en 2017 apoyó la candidatura de Florencio Randazzo y a principios de este año a Felipe Solá, también cuenta con bancas en el Congreso: los diputados Leonardo Grosso, Patricia Cubría y Lucila de Ponti son representantes del Movimiento en la Cámara baja.
En tanto, los candidatos a diputado y legisladora del Frente de Todos Itai Hagman y Ofelia Fernández responden al espacio político Frente Patria Grande, que armó el año pasado Grabois.
BARRIOS DE PIE
La organización surgió en 2001 como una representación de los desocupados de la CTA. En 2002 comenzaron una militancia independiente bajo el nombre Barrios de Pie y cuatro años más tarde se plegaron a Libres del Sur. En sus filas cuentan 50.000 personas a nivel nacional y ostentan, en sus cálculos, 30.000 salarios sociales complementarios. Su mayor presencia territorial está en el conurbano y en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Tienen más de mil centros propios, entre espacios de capacitación y comedores. Su característica distintiva a la hora de protestar son las ollas populares.
Hasta 2018 su referente indiscutido era Daniel Menéndez; sin embargo, su acercamiento al kirchnerismo fracturó la agrupación y a Libres del Sur en dos: por un lado quedó la facción kirchnerista Somos Barrios de Pie, que responde a Menéndez y tiene a Victoria Donda como referente política. Del otro lado quedó Barrios de Pie-Libres del Sur, con Silvia Saravia a la cabeza y Humberto Tumini (presidente de Libres del Sur) como contracara política.
Sobre el futuro, Menéndez asegura que entre los miembros que componen el triunvirato organizaron una propuesta que presentarán al nuevo presidente. El objetivo central es terminar la "etapa de la calle" y de los planes de trabajo para pasar a integrar áreas claves como Vivienda, Salud o Desarrollo Social para articular con los trabajadores informales.
CCC
Es el movimiento más antiguo de los que componen el triunvirato: surgió en 1994 luego de la Marcha Federal contra Carlos Menem. Sin embargo, son herederos de la corriente clasista de René Salamanca, secretario general de Smata Córdoba, desaparecido en los 70.
En el interior de la organización se dividen entre ocupados, desocupados y jubilados y cuentan en sus filas a unas 70.000 personas; aproximadamente la mitad reciben planes de empleo. Su referente histórico es Juan Carlos Alderete, coordinador del ala de desocupados, la más numerosa. Más allá del apoyo de la organización al kirchnerismo, Alderete se sumó a las filas de Sergio Massa con Partido del Trabajo y ocupa el puesto 23 en la lista de candidatos a diputados bonaerenses del Frente de Todos.
Acampe y lucha activa, la estrategia de los grupos más radicalizados
En las últimas semanas, una serie de acampes frente al Ministerio de Desarrollo Social de Barrios de Pie-Libres del Sur y del Polo Obrero sacudió a los propios movimientos sociales y perturbó al Gobierno. Los cortes en autopistas y en el metrobús motivaron el avance de las fuerzas de seguridad y también denuncias penales contra los líderes de estas agrupaciones.
No están alineados con el kirchnerismo, lo que abre un factor de conflicto si a la presidencia llega la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
BARRIOS DE PIE- LIBRES DEL SUR
Silvia Saravia quedó al frente de Barrios de Pie-Libres del Sur a partir de 2018, cuando Menéndez decidió jugar con el kirchnerismo. La agrupación que ahora conduce Saravia, y que mantiene su alianza con Humberto Tumini, volcó su apoyo a la fórmula Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey (Consenso Federal). Según la propia coordinadora, referente de la zona norte, su facción agrupa a la mayor parte del conjunto, unas 45.000 personas.
Barrios de Pie-Libres del Sur se para de manera crítica tanto del kirchnerismo como del macrismo. "Con Cristina Kirchner fueron años sin crear un solo puesto de trabajo, de ocultar la pobreza, de reprimir", dice Saravia en una charla con LA NACION.
Al gobierno actual le recrimina haber cerrado la inscripción para el salario social complementario en 2017, impidiendo incorporar a los nuevos desocupados producto de la crisis económica.
También asegura que la comida que se envía a los comedores es de mala calidad, que incluye mucha cantidad de mermeladas y conservas dulces, y poca leche en polvo. Según un relevamiento realizado por la propia organización en 14 provincias, el 43% de los jóvenes y niños entre 2 y 19 años está malnutrido.
POLO OBRERO
Surgió en 1999 como una agrupación de los desocupados del Partido Obrero (PO) y en 2001 nutrieron las asambleas de trabajadores junto a bloques piqueteros como los que conducían Luis D’Elía o Raúl Castells en ese entonces. Actualmente es el brazo territorial del PO y su referente política más clara es la diputada del Frente de Izquierda Romina del Plá.
Eduardo Belliboni, extrabajador ferroviario que perdió su empleo con las privatizaciones del menemismo, es la cara visible detrás del Polo Obrero, que, en sus cálculos, reúne unas 25.000 personas con presencia en 16 provincias.
Belliboni admite que los acampes, que empezaron a coordinar con Libres del Sur a partir del año pasado, tienen aspectos negativos como la demonización de las organizaciones, pero asegura que es la única manera de que Stanley los escuche.
El dirigente mira con desconfianza la alineación kirchnerista del triunvirato de San Cayetano. Teme que se diluya el reclamo. "Algunos van a pelear un puesto en el Gobierno antes que las reivindicaciones en la calle", aseguró a LA NACION.
FRENTE DE ORGANIZACIONES EN LUCHA (FOL)
El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) proviene del movimiento de desocupados Aníbal Verón y surgió como tal en 2005 en la zona sur del conurbano. Con 20.000 personas, se declara independiente de todos los gobiernos y alineado a la izquierda. Suele articular con otra organización, como la Darío Santillán, y si bien participaron en muchas protestas junto al triunvirato piquetero, organizan acampes propios. "Las organizaciones sociales no debemos abandonar las calles bajo ninguna circunstancia", se lee en un borrador que presentarán en los próximos días y que deja entrever la postura que tomarán ante un nuevo gobierno.
Los canales por los que llega la ayuda social
Salario Social Complementario
- Rige desde 2016, es la mitad del salario mínimo. Hay cerca de 271.000 beneficiarios con este mecanismo. Su instrumentación se articula a través de las cooperativas.
Hacemos Futuro
- Macri reemplazó por este programa de empleo los Argentina Trabaja, que habían sido uno de los planes emblemáticos del kirchnerismo. Actualmente suma 236.700 beneficiarios. Se cobra por trabajar en obras de infraestructura social.
Comedores comunitarios
- Según datos de Desarrollo Social, suplen 500.000 raciones diarias de comida. Tanto las organizaciones sociales como el ministerio de Carolina Stanley coinciden en que la demanda aumentó significativamente durante este año. Por ese motivo se aumentaron las partidas oficiales para comedores y merenderos, una línea que será reforzada con la emergencia alimentaria.
Asignación Universal por Hijo (AUH)
- Entre septiembre y octubre recibirán un refuerzo de $2000. Son 4 millones de niños los que lo reciben. El Gobierno incorporó al beneficio a los hijos de monotributistas y trabajadores de temporada. Fue el plan emblemático del kirchnerismo que Macri lo amplió.
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