Emilio Monzó acelera su acuerdo con Rodríguez Larreta y desafía a Vidal en territorio bonaerense
El extitular de la Cámara de Diputados también mantiene contactos con Kicillof y Massa
La tertulia del sábado por la tarde se extendía y el nombre no salía. "Pongámosle Vínculo", dijo Emilio Monzó, aunque un colaborador le dijo que ya estaba registrado en la IGJ. Hasta que a Rogelio Frigerio se le ocurrió un nombre que no mereció reparos. "Llamémosla Symphonia, que es acuerdo en griego", dijo el exministro del Interior, embarcado junto a Monzó, no solo en el nuevo emprendimiento -la consultora dedicada a asesorar a empresas-, sino, por sobre todo, en un proyecto político más amplio, un "Cambiemos más federal", con "vocación nacional", con el cual el extitular de la Cámara de Diputados apunta, sobre todo, a la provincia de Buenos Aires.
La actividad de Monzó y sus lugartenientes apuntó a varios objetivos: un inminente acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta que posibilitará el ingreso al directorio del Banco Ciudad de Nicolás Massot; una reunión de "reconciliación" con su exrival Jorge Macri; el virtual subbloque de 17 diputados encabezados por Sebastián de Luca en la Cámara baja y nuevas incorporaciones a la confluencia con el radical Gustavo Posse en la Legislatura bonaerense.
Todo converge, según contaron varios de sus protagonistas a LA NACION, en una sola idea: la de consolidar un polo de poder que desafíe la herencia de Mauricio Macri y apueste a "darles lugar a otros liderazgos" en Cambiemos.
Un anticipo se dio este viernes por la noche, cuando Monzó cenó en la localidad de Rivadavia con intendentes bonaerenses radicales, a quienes les comunicó su deseo de "recorrer la provincia" de cara a 2023.
La cena transcurrió un día después que los diputados que le responden condicionaran el apoyo al demorado proyecto impositivo de Axel Kicillof a algunos cambios puntuales.
"Tenemos proyectos alternativas para ese proyecto y no nos vamos a sentar a levantar la mano. Sabemos que cualquier gobierno necesita herramientas impositivas para poder gobernar", contó a LA NACION el diputado provincial Guillermo Bardón, cabeza del bloque de cinco diputados bonaerenses que responden a Monzó y Posse.
El acuerdo con Rodríguez Larreta es, para Monzó y también para Frigerio, central en el nuevo esquema. Está en discusión, una vez logrado el asiento para Massot en el Banco Ciudad (que será director suplente y accionista de la consultora), la incorporación, en las segundas y terceras líneas del gobierno porteño, de referentes relacionados con el bonaerense y el entrerriano Frigerio. "No los podía poner a ellos, pero sí a mucha de su gente. Y va a ser una señal de que estamos dentro de Cambiemos y de que no pensamos irnos", coincidieron dos de los integrantes de la mesa chica que rodea a Monzó. Cerca del jefe de gobierno porteño no niegan los contactos, aunque afirman que aún "no está del todo cocinado" el acuerdo.
Socios
¿Habrá adhesión a los sueños presidenciales de Rodríguez Larreta? "No somos subordinados, sino socios", afirman cerca de Frigerio y Monzó. En el interminable raid mediático (sobre todo televisivo) que protagonizó luego de terminar su mandato, Monzó destacó la "convicción" de Rodríguez Larreta en la búsqueda de su postulación presidencial, y afirmó, a modo de dardo envenenado, que no veía "con la misma fuerza" a otros eventuales postulantes, como María Eugenia Vidal. Por lo pronto, Monzó buscará crecer en la provincia, Frigerio reforzará su imagen en Entre Ríos y la ciudad de Buenos Aires. Dentro de unos meses, se verá. Ya "liberado" de la obediencia a Mauricio Macri, Monzó se dedicó a curar heridas con viejos adversarios. El más llamativo fue el intendente de Vicente López, con quien se vio en un bar frente a la avenida Figueroa Alcorta, en Palermo. "Hablaron más de dos horas y la conversación fue buena. Los espacios deben agrandarse, se habló de la construcción de cara a 2023", explicaron cerca de Jorge Macri, quien tampoco esconde sus deseos de competir ese año por la gobernación bonaerense. Desde ambos sectores niegan que en la reunión -de la que también participó el monzoísta bonaerense Marcelo Daletto- se haya pactado un "acuerdo", aunque el desafío a Vidal -que antes de irse de vacaciones expresó que su vocación era seguir estando "cerca" de los bonaerenses- quedó planteado.
Los radicales Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Martín Lousteau son vistos por el espacio como aliados en la búsqueda de un "rostro moderado" para Cambiemos, alejado de la grieta con la que identifican a Macri y a su exjefe de Gabinete Marcos Peña, ya corrido de la escena política. En cuanto a Vidal, cerca de Monzó confirman que la relación entre ambos "está rota", pero serán más moderados que en un principio. "La gente la quiere, no somos quiénes para negar ese vínculo", afirman, sabedores del fuerte vínculo que ata a Larreta con la exgobernadora.
Con buenos nexos con el gobierno de Alberto Fernández y diálogo "permanente" con su sucesor en la Cámara baja, Sergio Massa, Monzó comenzó a pensar en su proyecto bonaerense. Un encuestador "amigo" le pasó un sondeo, en el que tiene una imagen positiva inducida del 40 por ciento y negativa del 30. "No está mal para empezar", destaca un dirigente leal, convencido de las buenas perspectivas electorales de su jefe hacia el futuro.ß
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