Jujuy: el gobernador Gerardo Morales se enojó con Alberto Fernández, que no quiso verlo en La Quiaca
La comunicación oficial llegó a la gobernación en la noche del domingo. "La reunión en La Quiaca no se hace", le informaron al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, desde el gobierno de Alberto Fernández, suspendiendo de ese modo un cónclave pautado días antes de la llegada del Presidente a Jujuy desde Bolivia.
Según fuentes del gobierno radical de Jujuy, la comunicación presidencial molestó al gobernador, que había pautado el encuentro con Fernández la semana pasada en Casa Rosada, ni bien el Presidente confirmó su viaje a la asunción de Luis Arce (MAS) como nuevo mandatario del vecino país. "Nunca se había pautado la reunión con el gobernador", contestaron a LA NACION desde la delegación que acompañó al Presidente, minutos antes de emprender el vuelo de regreso a Buenos Aires.
La mala noticia llegó en un momento de reconstrucción del vínculo: luego de distintos roces vinculados con la política y el combate a la pandemia, varios diputados que responden al gobernador apoyaron días atrás el proyecto de Presupuesto 2021 enviado por el Poder Ejecutivo, aún contra la orden de la cúpula de Juntos por el Cambio. Fernández también cuenta con el gobernador jujeño y sus pares radicales Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza), si es que decidiera avanzar en la suspensión de las PASO de agosto del año próximo.
¿Qué ocurrió? Desde el radicalismo especulan con una "presión" doble, no solo del kirchnerismo duro sino del propio expresidente Evo Morales, que sí cenó con el Presidente la noche del domingo, antes de su cinematográfico regreso a Villazón, Bolivia, desde la frontera argentina. El rumor de una visita de Evo Morales a Milagro Sala, detenida en su casa de la capital jujeña por causas de corrupción, se confirmó en la tarde de ayer y también sumó al desagrado del mandatario provincial, aunque Fernández tampoco vio a la líder de la Túpac Amaru durante su estadía en la provincia norteña.
"Le dijeron que no fuera a La Quiaca, que en otra oportunidad se verán con el Presidente en Jujuy", comentaron cerca del gobernador, que se negó a hacer comentarios sobre el asunto.
La detención de Milagro Sala es, claramente, un foco de conflicto del Gobierno con el kirchnerismo duro. En un reciente reportaje para el sitio web El Cohete a la Luna, el periodista Horacio Verbitsky llamó a Morales "el Trump de la Puna" y le reclamó un indulto para la líder de la Túpac Amaru. "Yo creo que un Presidente no debe indultar a nadie", le contestó Fernández en esa entrevista, y condicionó el destino de Sala a lo que resuelva la Corte Suprema.
Una visión que tiene puntos de contacto con la de Gerardo Morales, quien defendió la actuación de la justicia jujeña en la acusación a la dirigente social, que ayer (sin barbijos ni distancia social) se abrazó con Evo Morales y le agradeció su "lucha".
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