Modo pandemia: cómo se organizan los pañuelos verdes y celestes para el nuevo debate por el aborto
Las agrupaciones a favor y en contra de la despenalización del aborto se preparan para volver a salir a las calles tras el anuncio del envío al Congreso del proyecto de legalización por parte del presidente Alberto Fernández. A diferencia de las movilizaciones de 2018, esta vez se prevén caravanas y distintas actividades en el espacio público, una adaptación obligada ante la pandemia del coronavirus.
Si bien hace varias semanas, los militantes de ambas posturas volvieron a movilizarse luego de meses de aislamiento, los ojos están puestos en el debate que se dará en el Congreso. La magnitud de las marchas aún se desconoce pero se calcula que será menor que las vigilias del 2018, cuando se trató el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo por última vez y fue rechazado en el Senado.
"Nuestra estrategia siempre son las calles y fue lo que estuvo vedado en el aislamiento. La construcción pasó a visibilizarse a través de las redes sociales", dijo a LA NACION Yanina Waldhorn, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. "Desde hace un mes definimos progresivamente volver a construir estrategias en las calles que no son masivas y buscan mantener el distanciamiento social, uso de barbijo y de alcohol en gel", agregó.
El movimiento que reúne a 500 agrupaciones "verdes" comenzó con intervenciones creativas en las calles como "sillazos" en los que las sillas representan la cantidad de muertes por aborto al año o relojes que indican el tiempo que transcurre entre los decesos de las mujeres por el mismo motivo.
Tanto "verdes" como "celestes" ya incorporaron las caravanas en las cuales personas en bicicleta, motos y autos marchan en distintos puntos del país. Según integrantes de la campaña nacional, en la reunión que mantuvieron hace dos semanas con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el exintendente celebró este tipo de manifestaciones en las que se mantiene el distanciamiento social.
Por otra parte, la frase que viene sonando entre los "celestes" es "Si hay aborto, yo salgo". Convocados por la Mesa de Enlace Pro Vida, este sábado comienzan con protestas en los domicilios de los diputados que votaron a favor de la despenalización del aborto en 2018.
"Con los escraches en las casas de los diputados queremos que ellos sientan de primera mano la voluntad de la gente. Sobre todo en este contexto de cuarentena en el que no todos van a ir al recinto y lo van a hacer desde su casa", dijo a LA NACION Raúl Magnasco, presidente de la Fundación Más Vida y del Partido Celeste.
Magnasco además adelantó que habrán movilizaciones todos los miércoles en el Congreso. Y se sumó a las palabras del senador oficialista José Mayans, quien hace unos días dijo: "Para mí, es absolutamente inoportuno tratarlo en este momento, porque es la causal de muerte número 74. Tenemos otros problemas, como los hospitales que están llenos, la gente con cáncer, con problemas cardiovasculares o con diabetes".
En agosto la Mesa de enlace Pro Vida se dirigió al domicilio del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta cuando comunicó que no vetaría la ley de adhesión de la ciudad de Buenos Aires al protocolo de interrupción legal del embarazo (ILE).
Modo pandemia
La pandemia impuso modificaciones en la logística de los organizadores de las marchas. Una de las principales diferencias respecto de las vigilias del 2018 es que no habrá cientos de ómnibus de todo el país arribando a la Ciudad. Tampoco se espera que haya acampes por parte de los militantes.
La organización Más Vida y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fueron los encargados de las marchas en el último debate que se dio en el Congreso. Habían dispuesto escenarios, carpas y pantallas.
Hoy, con las limitaciones que impone la pandemia, su objetivo es federalizar la convocatoria y que las manifestaciones se repliquen en las plazas de todos el país para descomprimir el Congreso.
Santiago Gerardi es catequista y cuenta que en las convocatorias de hace dos años estuvo "desde las 11 de la mañana hasta las 3 en el Senado". En esta oportunidad también se hará presente en las inmediaciones del Congreso.
Sin embargo, muchos militantes de ambos bandos ponen en duda su presencia debido al peligro de contagio. Bianca Mera, de 24 años, a favor de la despenalización del aborto, asistió en 2018 con un grupo de seis compañeras de las carreras de Comunicación y Edición de la UBA. De esas seis, solo volverían ella y una amiga este año.
"Hay que ir, tener presencia en las calles es la única manera de hacer efectiva la protesta", dijo, y señaló las diferencias entre este año y la vez anterior: no irá en transporte público, procurará mantener el distanciamiento y llevará su tapabocas.
Según la última encuesta de la consultora Opinaia, cerca de la mitad de los encuestados rechaza la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo mientras que el 35% se manifestó a favor.
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