Modelo Néstor Kirchner: Alberto Fernández saltea a gobernadores y construye una relación directa con los intendentes
CÓRDOBA.– Detrás de los cortinados del escenario, la relación de los gobernadores peronistas con el presidente Alberto Fernández es fluctuante. A la mayoría de los mandatarios no les causó simpatía que la Casa Rosada resolviera "saltarlos" en el reparto de fondos a los intendentes. Lo hizo a través del programa federal "Municipios de pie" que, en su lanzamiento, alcanzó a 160 localidades. El modelo recuerda al que aplicó Néstor Kirchner,concentrando recursos de la coparticipación y planteando un puente directo con los municipios, que también incomodó a los mandatarios provinciales.
La estrategia es la que viene aplicando la Nación con las provincias: la masa de recaudación coparticipable se recorta a la vez que crecen las transferencias discrecionales, que son los que generan condicionamientos políticos. La película es conocida: desde la presidencia de Néstor Kirchner hasta el final del segundo mandato de Cristina Kirchner, los recursos coparticipados cayeron de 51% a 42%.
El mecanismo funcionó en su momento para "domesticar" los poderes provinciales tras las convulsiones de 2001: la escasez obligó a los gobernadores a golpear las puertas de la Casa Rosada para negociar individualmente recursos sin los cuales las finanzas provinciales colapsaban. Pero también le permitió a Néstor y Cristina Kirchner saltear intermediaciones no deseadas, por ejemplo, con los intendentes del conurbano, en desmedro del entonces gobernador Daniel Scioli.
Hace unos meses que Fernández inició las reuniones con intendentes –él era Jefe de Gabinete cuando Néstor Kirchner optó por ese esquema para generar poder territorial– y hace unos días presentó el programa "Municipios de pie", que enuncia como objetivo el de potenciar el rol de los gobiernos locales "desde una mirada federal que asimile e interprete las necesidades de cada sector del territorio nacional y que tenga un rol presente en la mejora de la calidad de vida de cada compatriota".
Plantea que la elección de los municipios es en función del Índice Federal de Inequidad Territorial (IFIT), "una referencia imprescindible para que el Estado esté presente en donde más se lo necesita". El ministro de Gobierno de un distrito peronista evaluó que hay normas que establecen cómo debe ser la relación institucional entre las provincias y las administraciones locales. "Saltarlas implica generar un ruido", resaltó.
En la presentación del programa se anunció la distribución de $1086 millones. No se publicó cómo se repartieron entre los 24 municipios de provincia de Buenos Aires beneficiados, los 52 de la zona Centro, los 14 de Cuyo, 23 del Noreste, 14 de del Noroeste, 23 de Patagonia norte y 10de la Patagonia sur.
Tampoco aparece el IFIT de cada una de las localidades elegidas. LA NACION consultó al Ministerio del Interior las precisiones. "El reparto es en base a los pedidos, que deben cumplir requisitos", explicaron; y aclararon que esta es la primera etapa.
Respecto del índice, señalaron que se lo presentó el ministro Eduardo "Wado" de Pedro a Fernández cuando se lanzó el programa. "Es una referencia para tener en cuenta a los gobiernos con mayor índice de vulnerabilidad", dijeron, pero admitieron que los valores no se pueden consultar públicamente todavía porque se hará una "presentación". Sobre el origen de los recursos, apuntaron que surgen del presupuesto asignado a la Secretaría de Municipios.
La inquietud de los gobernadores pasa por el mismo la utilización política de ese vínculo directo y discrecional de la Nación: beneficiar con fondos a una u otra localidad es una forma de buscar adhesiones políticas sea porque se ejecutan obras o porque se transfieren fondos. Jujuy y La Rioja no tienen ley de coparticipación.
Pese a la prédica oficial, la distribución ya generó fuertes reclamos en algunas provincias, como Mendoza, donde los cinco municipios beneficiados son peronistas y ningún intendente radical fue considerado.
En Buenos Aires, de los 24 municipios beneficiados, solo cuatro son gobernados por intendentes opositores. En Santa Fe, solo dos de los 14; en Chaco, solo uno de los 16; en Jujuy, solo dos de los seis; en Catamarca, solo uno. En Santa Cruz y La Rioja, ningún opositor ingresó al programa. En Córdoba, el criterio fue más equilibrado: de los 23 beneficiados, 10 municipios son radicales, ocho peronistas y cinco vecinalistas.
Cuando oficializó el programa, Fernández afirmó que no le interesaba el color político del intendente. "Solo quiero saber si quieren el mismo país que yo, que es un país más justo, más solidario y más integrado: si es así, abracémonos y caminemos juntos", dijo. Y explicó que se busca "ayudar a los intendentes a gobernar mejor sus ciudades y sus pueblos, que puedan llegar los recursos directamente a esos municipios, que puedan disponer de esos recursos para las cosas que más necesitan y puedan resolverlas".
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