Ministro por ministro, Guillermo Francos comenzó a monitorear los planes del Gobierno para el segundo semestre

A Guillermo Francos no le interesa ser un controller obsesivo de la gestión. Cómodo en el perfil político que tiene desde el día uno, cuando heredó la Jefatura de Gabinete de Nicolás Posse decidió cambiar la impronta. Relajó los controles internos y terminó la doble verificación de cada proceso. Sin embargo, en las últimas semanas, el ministro coordinador comenzó a seguir más de cerca a cada ministro.

Según distintas fuentes del Gobierno, Francos le pidió a cada titular de cartera que le hiciera una presentación -pantalla mediante- con los planes para lo que queda del año. En una nueva dinámica interna, el jefe de Gabinete comenzó a pautar reuniones con cada ministro, para hacer un seguimiento de la gestión, una planificación de posibles anuncios y una revisión de la ejecución presupuestaria.

Ya hay dos ministros que pasaron por la Casa Rosada con papeles bajo sus brazos: Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Patricia Bullrich (Seguridad). Las reuniones duran alrededor de una hora y media, y se realizan en el Salón de los Escudos, en la planta baja de la Casa Rosada, con parte de los equipos de los ministros y varios funcionarios de la sede de gobierno.

El titular de Justicia habló, entre otros puntos, de sus planes para cerrar los registros automotores, de la implementación del sistema acusatorio en el interior del país y de los proyectos de juicio en ausencia y para bajar la edad de imputabilidad que se enviaría al Congreso. Cúneo Libarona -que tiene un rol institucional y delega las cuestiones políticas en su segundo, Sebastián Amerio- está decidido a cumplir con algunos objetivos de gestión para darse por realizado en su paso por la gestión pública.

Bullrich, por su parte, le presentó a Francos los avances en el combate del narcotráfico en Rosario y presentó el paquete de proyectos de ley que esperan ser tratados en el Congreso.

Seguimiento

Para auditar la agenda de los ministerios, Francos se apoya en una estructura que en rigor había armado Posse para el control de la gestión. De los encuentros con los ministros participa el vicejefe ejecutivo, José “Cochi” Rolandi -que estuvo los primeros meses abocado a las negociaciones de la Ley Bases y ahora quedó a cargo de toda la coordinación del gabinete-y la subsecretaria de coordinación interministerial, Camila Soledad Varela. También hay enviados del Ministerio de Economía para resolver asuntos presupuestarios. Generalmente asiste el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, que es quien está sentado sobre la “billetera” del Gobierno.

La semana que viene será el turno del ministro de Salud, Mario Russo, mientras que a fin de mes se haría la reunión de seguimiento con la titular de Capital Humano, Sandra Pettovello. La ministra se ausentóa las últimas dos reuniones de gabinete alegando compromisos de agenda. Sus faltazos coinciden con un momento de fuerte confrontación interna con el asesor presidencial, Santiago Caputo. Ambos arrastraban desconfianzas desde la campaña, pero ahora acumulan resquemores políticos y de gestión que los mantienen incomunicados.

Con Francos, en cambio, la ministra tiene una buena relación. Ello a pesar de que el jefe de Gabinete les pidió a todos los funcionarios que salieran a defender su gestión y la titular de Capital Humano hizo caso omiso. Salvo que se lo pida Javier MIlei, ella no brinda entrevistas y prefiere que los secretarios de las múltiples áreas que tiene a su cargo mantengan el bajo perfil.

Pese a que participa del control presupuestario del resto de los ministerios, también el titular de Economía, Luis Caputo, pasará por la Casa Rosada. No se descarta que en su caso se realice más de un encuentro ya que él, como Pettovello, tiene múltiples áreas a cargo, que abarcan transporte, obra pública, vivienda y energía, entre otras. El control de las variables macro, en cambio, Caputo las monitorea directamente con Milei. Más allá de los temas de gestión, el principal mojón que se plantean en el Gobierno es llegar a noviembre con menos de dos puntos de inflación mensual.

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