42 años de Malvinas: Milei convocó a una “nueva era” de reconciliación con las Fuerzas Armadas
En evento central desde el Cenotafio a los Caídos de Retiro, que se transmitió por cadena nacional, el mandatario llamó a los jefes del Estado Mayor Conjunto y a las organizaciones de veteranos a formar parte del Pacto de Mayo
- 7 minutos de lectura'
A 42 años del inicio de la guerra de Malvinas, el presidente Javier Milei llegó hasta el Cenotafio a los Caídos dispuesto en la Plaza San Martín de Retiro para el acto central, que se transmitió por cadena nacional. Allí el mandatario volvió a reunirse con su vice, Victoria Villarruel, después de ciertas fricciones que se dieron en el vínculo entre ambos. Al lugar también arribaron otros miembros del Gabinete y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
En su alocución, Milei envió fuertes dardos a las gestiones anteriores, y ponderó el rol de la generación del 80 y sobre todo del expresidente Julio Argentino Roca. Dijo, también, que es imposible construir soberanía si no se destacan las Fuerzas Armadas y si el país no forma parte del comercio internacional.
Entonces, convocó a iniciar una “nueva era” de reconciliación con las Fuerzas Armadas, y además llamó a los jefes del Estado Mayor Conjunto y a las organizaciones de veteranos de Malvinas a que formen parte del Pacto de Mayo que quiere firmar en Córdoba.
Al dirigirse a los presentes, Milei alertó primero que un reclamo “real y sincero” por Malvinas no implica “meras palabras en foros internacionales con nulo impacto en la realidad, que solo le sirven al político de turno para impostar un falso amor por el país”.
Sobre eso, acotó que los argentinos están cansados de aquellos políticos que “se golpean el pecho sin un solo resultado para mostrar” después de años. “Para que los reclamos soberanos sean escuchados y respetados, es condición necesaria primero que el país y su dirigencia sean respetados, ya que nadie tomaría en serio el reclamo de defaulteadores seriales, corruptos, que defienden un modelo de negocios”, manifestó.
Convencido de que no habrá eco ante los pedidos si la nación no es protagonista del comercio internacional, continúa generando pobreza y actúa con desprecio ante unas Fuerzas Armadas a las que hacen incapaces de defender su territorio, el Presidente remarcó: “No es coincidencia que poco y nada se haya avanzado en el reclamo”.
Seguro también de que su administración es la primera que se hace cargo de la situación y tiene un rumbo claro, ahondó sobre la generación del 80 y tildó a Roca como “el padre de la Argentina moderna”, quien comprendió “como nadie” la importancia de la economía y las Fuerzas Armadas. “Tenemos que retomar su ejemplo”, marcó.
“Como demostró Roca, la economía por sí sola no alcanza. No hay respeto internacional si la dirigencia política hace hasta lo imposible para ensuciar el nombre de nuestras Fuerzas Armadas. En los años donde se consolidó la soberanía, eran valoradas por la sociedad; vestir un uniforme era motivo de orgullo. La política ha querido borrar esto hostigando y humillando a nuestras fuerzas”, analizó Milei.
Y en ese sentido, se preguntó: “¿Qué reclamo por la soberanía es posible si la dirigencia se dedica a hostigar a sus Fuerzas Armadas? ¿Qué homenaje a los héroes de Malvinas puede ser sincero, si en simultáneo el Estado financia organizaciones que desprestigian a nuestras fuerzas?”.
Convocatoria
Siempre bajo esa postura, el Presidente -que fue interrumpido en una serie de oportunidades por gritos de “viva la libertad carajo”- indicó: “A los héroes de Malvinas y a las Fuerzas Armadas les digo: ese tiempo se ha acabado. Ustedes son motivo de orgullo para nuestra nación y en esta nueva Argentina tendrán el respeto que les ha sido largamente negado”.
Aseguró, incluso, que no pretende que esta cuestión sea “monopolio de un espacio político” y fue por eso que expresó: “Nuestros militares y veteranos se merecen algo más grande y duradero. Convoco al conjunto de la sociedad y a la dirigencia política a que este 2 de abril inauguremos una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas, una era que rinda homenaje sincero a sus héroes, dándoles a las Fuerzas Armadas el lugar, el reconocimiento y el apoyo que se merecen”.
Ante el aplauso de su vice -con fuertes nexos en la familia militar e hija de un excombatiente-, Milei dijo que ese nuevo papel debe venir acompañado de una economía “próspera y pujante” que permita generar los recursos y la tecnología para defender a la patria. “Una era donde estemos a la altura del sacrificio de nuestros héroes y caídos, donde puedan ver desde el cielo o la tierra una Argentina próspera y grande de nuevo; una era donde cada argentino sienta gratitud frente a aquellos que por vocación deciden vestir los uniformes de la patria y enaltecer los colores de nuestra bandera”, describió.
Marcó, después, que el primer paso hacia esa nueva doctrina el Gobierno piensa darlo el próximo 25 de mayo, cuando Milei quiere establecer un “nuevo orden económico” a través de un acuerdo de diez puntos que pretende sellar en Córdoba con distintos actores políticos. “Quiero extender una invitación especial no solo a los miembros del Estado Mayor Conjunto y las Fuerzas Armadas, sino también a las organizaciones de veteranos de Malvinas, para que sean testigos y estandartes de la nueva Argentina”, sostuvo el Presidente, que así los llamó a participar de esa instancia que había anunciado durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.
Además, reiteró un “reclamo inclaudicable” por la soberanía del país sobre las Islas. “Me comprometo a que durante nuestro gobierno podremos tener una hoja de ruta clara para que las Malvinas vuelvan a manos argentinas”, prometió.
Y para concluir su discurso, dijo: “A los veteranos, a sus familias y a todos los que visten un uniforme en defensa de la patria quiero agradecerles su servicio en nombre de todo el pueblo argentino. Que Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen. Muchas gracias y ¡viva la libertad carajo!”.
Su frase de cabecera la repitió tres veces. El público respondió “¡viva!” también en tres oportunidades.
Dos abrazos
El Presidente y su vice se estrecharon en un abrazo cuando se vieron por primera vez y después circularon por un cordón que tejieron las fuerzas, mientras sonaba la banda de la Fanfarria Militar Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. Atrás se dispusieron la hermana del jefe de Estado, la secretaria general, Karina Milei, y el resto de los funcionarios nacionales.
Asimismo, estuvieron presentes en el acto los jefes de las Fuerzas Armadas y familiares de los soldados argentinos.
Luego de entonar el Himno Nacional, Milei y Villarruel depositaron una ofrenda floral en el cenotafio donde están los nombres de los veteranos que murieron en Malvinas. Después volvieron a darse un abrazo.
Jorge Macri, el primero en hablar
El primero en dar su discurso fue Macri, que estuvo escoltado por su número dos, Clara Muzzio. “Malvinas es mucho más que un símbolo, este es mucho más que otro aniversario, es una jornada de reflexión y sentido homenaje a los caídos y sobrevivientes de una guerra tan dolorosa como a veces incomprensible”, indicó el alcalde capitalino.
Tras recordar aquellos años en que no se valoró a los soldados, el jefe de Gobierno consideró que el tiempo permitió ponerlos en el lugar de héroes y también saldar una deuda histórica. “Cuando el resultado de la guerra no fue el que nos habían hecho creer, los trajeron escondidos. En la oscuridad cómplice de la madrugada. No nos va a alcanzar el tiempo para pedir disculpas a los que se fueron como héroes y volvieron escondidos a la madrugada. Por eso estos días son tan relevantes”, sostuvo, a la vez que se comprometió a actualizar el padrón de veteranos porteños.
Otras noticias de Javier Milei
- 1
El Colegio de Abogados de la Ciudad repudió la fiesta del fiscal Ramiro González
- 2
La Justicia dispuso el desalojo de la ocupación ilegal en el Parque Nacional Los Alerces
- 3
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 4
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti