Entre familiares y exfuncionarios, Milei inauguró el busto de Carlos Menem y lo calificó como “el mejor presidente de los últimos 40 años”
El Presidente se emocionó en el acto, que se hizo a 35 años del triunfo electoral del exmandatario; “le estamos ganando a la inflación, quédense tranquilos”, afirmó sobre el rumbo económico
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“Estamos todos emocionados. Hace 20 años que esperábamos esto”, confesaba a LA NACION Adrián Menem, mientras su padre Eduardo Menem seguía recibiendo felicitaciones de excompañeros de gestión, al igual que Zulemita Menem, muy sonriente y siempre junto a sus hijos. Había culminado hacía minutos la ceremonia de colocación del busto del expresidente Carlos Saúl Menem, en el salón de los Bustos de la Casa Rosada, a 35 años de su triunfo electoral que lo depositaba, por primera vez, en la Casa Rosada. Ante un auditorio repleto de nostalgia, y entre familiares, sus antiguos funcionarios y actuales miembros del elenco gobernante, el presidente Javier Milei cerró la lista de oradores del acto, que duró una hora, y en el que abundaron los elogios hacia la figura del riojano, considerado por el primer mandatario como “el mejor presidente de los últimos 40 años”.
“Un día como hoy, hace 35 años, este hombre que estamos reivindicado, fue electo presidente de la Nación. Por eso elegimos esta fecha para hacerle un homenaje y colocar su busto en el lugar que corresponde”, comenzó el Presidente. A su derecha se ubicaba la imagen sonriente de un Carlos Menem de los años ochenta, con las características patillas de su época de apogeo, pegado a las escaleras que van hacia el despacho presidencial. El propio Milei había descubierto el busto junto a Eduardo y Zulemita Menem, al inicio del acto, y mientras exfuncionarios menemistas como Carlos Corach, Jorge Rodríguez, Alberto Kohan, Carlos Ruckauf y Ramón Puerta aplaudían desde las primeras filas.
Emocionado, con la voz cascada en varias oportunidades, Milei trazó una biografía política del homenajeado, siempre en clave del presente. “Era capitalista, venía del sector privado, sabía ganarse la vida sirviendo al prójimo, sirviendo bienes de mejor calidad a mejor precio”, afirmó al recordar el Menem joven. Recordó la prisión a la que lo sometió el gobierno militar entre 1976 y 1981, y el dictado de los indultos a los jefes de la última dictadura, que incluyó a Albano Harguindeguy, el entonces ministro del Interior que “le prohibió ver a su madre antes de que ella falleciera cuando estuvo detenido”. También resaltó que Menem “fue a internas en su partido y en 1973 fue elegido gobernador. Del sector privado a la gobernación, tal vez sea el detalle que más lo distingue a Menem respecto al 99% de los políticos de esa época”, elogió.
Enfático, el Presidente avaló los indultos que Menem dictara durante su primera presidencia, y que beneficiaros tanto a militares que habían participado de la última dictadura como a los jefes guerrilleros. “Tomó la decisión de pacificar a la Argentina a través de numerosos indultos a militares y a guerrilleros”, sostuvo. “Eso le costó a Menem peleas familiares porque estaba indultando a quien le había impedido despedir a su madre. Dijo que lo más importante era pacificar a la Argentina, más importante que las cuestiones personales. Ese era Menem”, aseveró Milei, acompañado por buena parte de su gabinete. Mientras elogiaba al ex presidente, Milei se permitía alguna referencia concreta a su gestión, como cuando afirmó: “A la inflación le estamos ganando, así que quédense tranquilos”.
“De esta manera estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos. Entregó a su sucesor un país ordenado. Logró ubicar a la Argentina en los protagonistas emergentes, modernizó las instituciones a través de la reforma constitucional [de 1994]. Nos inspiró a quienes creemos en la libertad a seguir su ejemplo. Por todo esto hoy estamos haciendo un homenaje al mejor presidente de los últimos 40 años, al menos”, insistió el Presidente, quien también se permitió explicar el reordenamiento ordenado en el salón de los Bustos, con Bartolomé Mitre, Carlos Pellegrini, Domingo Sarmiento y Julio Argentino Roca rodeando a Menem, mientras Néstor Kirchner y Raúl Alfonsín, entre otros, fueron desplazados hacia una de las escaleras laterales.
De Sarmiento, Milei dijo que “no era un adalid de las formas”, y de Pellegrini, que era “otro cabrón, pero por algo la historia lo recuerda como un piloto de tormentas”. A Mitre le adjudicó el valor de haber comenzado la tarea de “haber pasado de ser un país de bárbaros a una potencia mundial” a principios del siglo veinte.
“Se rodeó de los mejores, nunca tuvo miedo de rodearse de gente talentosa”, destacó Milei, y de inmediato se mostró “orgulloso del equipo económico que tengo, con el que vamos a sacar el país adelante”, afirmó, antes de culminar su discurso.
La palabra de Zulemita
La primera en hablar había sido la hija del fallecido expresidente. “Como hija de Carlos Menem me siento honrada después de haberlo acompañado durante su ejercicio de la presidencia desde mi infancia”, relató en una breve alocución.
Además de destacar la personalidad del exjefe de Estado, Zulemita apuntó contra aquellos que lo critican y que cuestionan las medidas que aplicó durante su gobierno. “Su nombre fue sometido por muchos a expresiones descarnadas y hasta injuriosas a las que él nunca contestó”, lanzó, mientras que elogió la postura de Menem de no responder a las críticas. “Aprendí también, y mucho, de sus silencios”, consideró.
“Aquellos que pusieron sus mayores esmeros en humillarlo no pueden negar la transformación que trajo a nuestro país, la modernización e inclusión en el mundo durante su gobierno, que desde ese momento no se han repetido”, afirmó, antes de cederle la palabra a Eduardo Menem, exsecretario general de la Presidencia y hermano del expresidente.
Menem agradeció a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, por el “gesto” de colocar el busto. No se privó de criticas a los gobiernos anteriores, al afirmar que “tendría que haber sido puesto antes”, y atribuyó esa demora a la “mezquindad política”.
“Acá está toda la familia, sus amigos, excolaboradores, a todos ellos les doy mi agradecimiento. Fue mi mejor amigo, mi guía en la política. Era un fiel creyente de la democracia. Toda su trayectoria se desarrolló siguiendo ese fundamental principio. Nunca ocupó un cargo que no haya sido voluntad del pueblo. Ejercía humildad social. Era amante de la paz”, agregó Menem, quien se extendió por casi treinta minutos ensalzando la labor de su hermano, mientras otros miembros de la familia (el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el subsecretario Eduardo “Lule” Menem asentían desde las primeras filas, con la única ausencia de Zulema Menem, esposa del fallecido ex mandatario.
Cuando todo terminó, abundaron los abrazos y las frases emocionadas. “Me hizo acordar cuando venía a la Rosada, las cosas buenas y los quilombos también”, se sinceró Eduardo Amadeo, ex embajador y ministro durante la gestión menemista. En el medio del tumulto, el empresario Eduardo Eurnekian, primero en saludar a Milei cuando entró al salón, repetía que estaba de acuerdo con “el rumbo” de la economía, que pasó otra vez a ser el centro de las preocupaciones del Presidente, ya finalizado el acto de homenaje.
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