Milani, antes del fallo por lesa humanidad: "No me van a quebrar, estoy de pie"

LA RIOJA. El exjefe del Ejército de Cristina Kirchner , César Milani , aseguró que su procesamiento es producto de una "campaña inédita en contra de un Jefe del Ejército" y que con su detención y las acusaciones en su contra se le "infringió" un daño al Ejército y se demora la "reconciliación con el pueblo".

Así se expresó antes del veredicto en La Rioja en la causa en que se lo acusa por supuestos delitos de lesa humanidad.

Sostuvo que representa convicciones nacionalistas que eran el "sueño" de próceres y de Juan Perón. Habló de "calumnias e injurias" en su contra y dijo "sigo de pie. No me van a quebrar".

Lamentó que hoy el Ejército esté "de rodillas" y "lejos del pueblo y cumpliendo roles y objetivos de potencias extranjeras" y reivindicó su tarea frente a la fuerza "junto a mis soldados y al pueblo"

Antes de hablar y mientras escuchaba a los otros acusados, Milani tomó café. Viste su uniforme militar. Están sus hijos presentes.

Todos los acusados hicieron uso del derecho a las últimas palabras antes de que el Tribunal Federal Oral de La Rioja dicte el veredicto en la causa. Varios se refirieron a que en la Argentina hay detenidos "sólo por el hecho de llevar uniforme militar".

A Milani se lo acusa por su supuesta participación en los secuestros y torturas sufridas a Pedro Olivera (fallecido en 1999) y su hijo, Ramón, en 1977 cuando era un subteniente y prestaba servicios en el Batallón 141.

El juicio en los tribunales federales de esta ciudad comenzó en mayo y Milani, para poder participar, fue trasladado desde la Unidad 34 de Campo de Mayo al Regimiento de Infantería de Montaña número 15, donde lo custodia Gendarmería Nacional.

A Milani se le atribuyen los delitos de "privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos y asociación ilícita". Además, hay itros acusados, entre ellos el teniente primero Alberto Solano Santacroce, el ex juez federal de La Rioja Roberto Catalán y otras ocho personas.

Para Milani la Fiscalía pidió 18 años al igual que la querella por las Secretarías de Derechos Humanos de la Nación y la Provincia y 20 años reclamó la de la familia Olivera.

El 17 de mayo, cuando declaró ante el tribunal, ofreció su "solidaridad" a la familia Olivera. "Todo ese sufrimiento de la familia Olivera termina donde empieza el sufrimiento de la familia Milani que injusta y arbitrariamente es acusado", dijo.

En la sala hay familiares de víctimas con carteles de "nunca mas". Hoy a la madrugada murió Miguel Godoy, una víctima y testigo en este proceso.

Según la acusación, el 12 de marzo de 1977 un operativo conjunto del ejército, efectivos policiales y gendarmes, liderado por Milani, secuestró a Pedro Olivera para luego mantenerlo detenido durante dos días en el Instituto de Rehabilitación Social. En ese centro clandestino de detención sufrió torturas y fue forzado para que renunciara a su puesto en la Municipalidad riojana. Durante el secuestro tuvo un accidente cerebro vascular y lo abandonaron frente a su casa.

Después de la liberación de Pedro, fue secuestrado su hijo Ramón en su oficina de la Dirección de Obras de Ingeniería municipal; lo llevaron al mismo centro clandestino, donde también fue torturado. En sus declaraciones, aseguró que Milani -en los interrogatorios- lo acusó de ser integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y le aseguró que era el fin de su "carrera de guerrillero".

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