Miguel Ángel Pichetto presenta a su tropa nacional y se larga hacia 2023: cómo juega en la interna de Pro y su mensaje a Manes
El líder de Peronismo Republicano inscribió a su partido en doce provincias; sus diferencias con Larreta y la alianza conceptual con Macri y Bullrich
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Miguel Ángel Pichetto se fastidia cuando despliega una encuesta y no se topa con su nombre en la nutrida lista de presidenciables de Juntos por el Cambio. Es que el líder de Peronismo Republicano está decidido a posicionarse a nivel nacional para participar de la disputa de poder en las próximas elecciones y, sobre todo, intervenir en el debate sobre el diseño estratégico de la coalición opositora. Por eso, Pichetto acelera la construcción de su proyecto presidencial, recorre los distritos más poblados y teje desde hace meses su armado en el interior del país. Su objetivo es aumentar su caudal político para tener más influencia en Juntos por el Cambio e incidir en el rumbo del próximo gobierno o conseguir puestos para sus laderos.
Atento al trance que atraviesa el conglomerado opositor desde que se inició el proceso de reconfiguración de liderazgos, tras la derrota de Mauricio Macri en 2019, el exsenador edifica su proyecto como un equilibrista, sin apelar al fuego amigo ni “descalificar” a sus contrincantes internos para evitar fisuras y cuidar la unidad. Se jacta de tener buenos vínculos con todos los socios de JxC y apostar por un modelo de construcción propio para posicionarse de cara a 2023. Eso sí, desatado el debate ideológico en la coalición por la identidad del espacio, Pichetto consolida su “alianza conceptual” con Macri y Patricia Bullrich, y resalta sus diferencias con el plan y el perfil que cultiva Horacio Rodríguez Larreta. “No puede haber un proceso timorato de gradualismo. Las reformas habrá que hacerlas desde el principio”, evangeliza el exsenador, quien ayer volvió a compartir una actividad con Diego Santilli, la apuesta del alcalde porteño en Buenos Aires. También mantiene los lazos con Cristian Ritondo, rival de Santilli.
Con esa hoja de ruta, el auditor general de la Nación encabezará esta tarde en la sede del sindicato de Gastronómicos de la Ciudad, que conduce Dante Camaño, uno de sus socios más estrechos, un encuentro nacional con los representantes de su agrupación en todo el país. Con la pretensión de competir en las PASO de 2023 bajo el paraguas de Juntos por el Cambio, Pichetto construyó un partido nacional: ya inscribió a Encuentro Republicano Federal, su instrumento electoral, en doce de las veinticuatro provincias. Durante el primer “congreso” de su partido, al que asistirán Juan Carlos Romero, Ramón Puerta, Claudia Rucci, Eduardo Arnold y Miguel Ángel Toma, entre otros dirigentes, con pasado en el PJ, en el menemismo y también en el Frepaso, Pichetto y su tropa analizarán la situación política, económica y social. Y abordarán, entre otros temas, el avance del narcotráfico en el país y el conflicto por la toma de terrenos de grupos autoidentificados como mapuches en el sur del país. Alertaran sobre movimientos de secesión.
Al final del cónclave, la fuerza de Pichetto emitirá un pronunciamiento en el que ratificará la pertenencia de Peronismo Republicano a Juntos por el Cambio y los ejes centrales de su propuesta programática: reiterará su apuesta por la defensa de las instituciones y del capitalismo como motor para “generar producción y trabajo” y sustituir la “intermediación parasitaria” de los movimientos sociales.
A la vez, después la crisis interna que generó la ofensiva de Facundo Manes contra Macri, a quien vinculó con el espionaje ilegal y los operadores judiciales, Pichetto le enviará un mensaje velado al médico radical y aspirante a presidente: reclamará “mesura” y “equilibrio” a los socios de JxC para “no hacerle el juego” al kirchnerismo y preservar la unidad de la oposición. En concreto, Pichetto sugiere a sus aliados que muestren propuestas para diferenciarse de sus rivales internos y eviten “deslegitimar”.
El exsenador considera que JxC debe mantener la “expectativa” en la sociedad. Ante todo, le inquieta que la coalición opositora sufra el desgaste del alto nivel de internismo y refleje una imagen similar a la del Frente de Todos.
Dentro del grupo que comparte las ambiciones presidenciales de Pichetto remarcan que el líder de Peronismo Republicano sintoniza la misma frecuencia ideológica que Macri y Bullrich dentro del ecosistema opositor. En la discusión sobre la fisonomía conceptual de JxC, el auditor tiene más “afinidad sobre el camino a recorrer” con el expresidente y la titular de Pro, exponentes del ala dura del frente opositor, que con Rodríguez Larreta. “No se puede ser tibios en estas circunstancias”, remarcan en la mesa chica de Pichetto.
En el seno de Peronismo Republicano visualizan que hay dos bloques en JxC -ala dura y los “kirchneristas moderados”- y son críticos de las posiciones “socialdemócratas” de Larreta y de sectores de la UCR. Al igual que el fundador de Pro, Pichetto rechaza la apuesta de Larreta por conseguir el respaldo del 70% del espectro político para darle sustentabilidad al plan económico. Y apuesta ganar la elección para tener un mayor crédito político y masa crítica para impulsar reformas.
Días atrás, al analizar el escenario electoral en Brasil, donde Lula da Silva y Jair Bolsonaro se consolidaron como las figuras dominantes, Pichetto sugirió que en la Argentina debería jugar los “titulares” en las elecciones de 2023. Se refería a Macri y Cristina Kirchner. En privado, el auditor se encargó de aclarar que no lo dijo “en desmerecimiento” de Larreta -a quien le reconoce una “evolución”, pese a sus diferencias ideológicas- o Bullrich, sino que percibe que es muy difícil que se produzca una “sustitución de liderazgos” en Latinoamérica.
Además, Pichetto está convencido de que habrá un escenario electoral “altamente polarizado” en 2023 y que la sociedad se enfrenta a un choque entre dos modelos de país: “pobrismo versus capitalismo”. Y considera que Macri, al haberse ido con el 40% de los votos de la Casa Rosada, “nunca perdió la centralidad” en JxC. Escudero leal del expresidente, Pichetto arremetió hoy contra Jaime Durán Barba, exestratega de Macri que ahora orbita cerca de Larreta. Es que el asesor ecuatoriano aseguró que el fundador de Pro perdería en una interna contra el alcalde porteño y debería aspirar a ser secretario general de la ONU. “Se ve que tiene una nueva fuente de financiamiento”, lanzó el auditor en diálogo con radio Rivadavia.
Como Macri, el exsenador luce optimista -también le preocupa el eventual daño que generaría en la oposición la suspensión de las PASO- sobre las posibilidades electorales de JxC en 2023. Aventura que en caso de repetir la cosecha de votos del año pasado, la coalición opositora podría tener mayoría en ambas cámaras del Congreso para aprobar reformas estructurales. Ese escenario, evalúa, será proclive para fomentar un diálogo institucional que permita acordar cuatro o cinco ejes básicos –energía, minería, modernización laboral, bajar la carga impositiva–.
Su obsesión es eliminar los planes sociales. Sabe que sus planteos generarán resistencia y una mayor conflictividad en las calles, pero advierte: “Si no lo hacemos, no hay destino para el país”. En su entorno se imagina que Pichetto, más allá del resultado de su experimento electoral en 2023, tendrá un lugar preponderante a la hora de “tender puentes” y buscar consensos con los gobernadores del PJ: “¿Quién va a ser más confiable que Pichetto para unos y otros?”, aseguran.
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