Menem está detenido en una quinta
El ex presidente, acusado de liderar una asociación ilícita y de falsedad ideológica, se negó a declarar y podría ser procesado
Por primera vez en la historia argentina, un ex presidente constitucional quedó detenido por una causa de corrupción.
Carlos Menem quedó preso por orden del juez federal Jorge Urso, acusado de ser el jefe de una asociación ilícita que vendió armas a Croacia y a Ecuador y de falsificar decretos que permitieron la supuesta maniobra.
Tras negarse a responder las preguntas del magistrado y del fiscal Carlos Stornelli y presentar un escrito de descargo, el hombre que gobernó la Argentina entre 1989 y 1999 abandonó los tribunales de Retiro en un helicóptero, custodiado por dos policías, con destino a una quinta de la zona norte del Gran Buenos Aires. Allí deberá cumplir el arresto domiciliario dispuesto por el juez.
Por la misma causa fueron detenidos en los últimos dos meses Emir Yoma, ex cuñado de Menem, el ex ministro de Defensa Antonio Erman González y el ex jefe del Ejército Martín Balza, que desde anteayer está alojado en Campo de Mayo.
Todo se precipitó en el expediente, iniciado en 1995, cuando el ex interventor en Fabricaciones Militares Luis Sarlenga confesó ante la Justicia, el 6 de abril último.
En la causa se probó que funcionarios del último gobierno justicialista se valieron de sus cargos para vender armas a países en guerra y se pagaron sobornos y reintegros por parte del Estado. En siete embarques a Croacia y tres a Ecuador salieron miles de toneladas de armamento del Ejército. Incluían cañones, obuses, morteros, ametralladoras y fusiles.
El juez Urso otorgó a Menem el derecho al arresto domiciliario, debido a que tiene más de 70 años. Así lo estipula la ley 24.660, con la que también son beneficiados actualmente el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y el ex jefe de la Armada Emilio Eduardo Massera, por los casos de apropiación de menores.
Menem decidió alojarse en la quinta de su amigo y ex titular de la Casa de Moneda Armando Gostanian, en la localidad de Don Torcuato.
Es una vivienda con ocho habitaciones rodeada de amplios jardines y con una pileta de natación. El ex presidente no podrá dejar el perímetro de esa propiedad y cada visita que reciba deberá ser registrada -con hora de entrada y salida- por la guardia policial instalada en la entrada del lugar.
Su esposa, la animadora chilena Cecilia Bolocco, asumió su cuidado. Es la responsable ante la Justicia de que Menem respete las condiciones de su arresto y se presente ante el tribunal cada vez que sea requerido. El beneficio que le permite eludir la cárcel podría ser revocado en caso de que no se cumplan esas condiciones.
Con anticipación
Menem estaba citado para prestar declaración indagatoria a las 10. Urso había adelantado esta semana la convocatoria, originalmente prevista para el 13 de julio. Con una hora de anticipación, el ex jefe del Estado llegó a Comodoro Py 2002, acompañado por Bolocco. Iba con una comitiva de cuatro coches, que fueron abollados durante el viaje desde su casa, en Martínez, hasta Retiro por fotógrafos que lo seguían en motos.
Más de 300 policías custodiaban el edificio. Algunos seguidores del ex presidente y titular del Partido Justicialista lo vivaban en la explanada de los tribunales, mientras legisladores y dirigentes esperaban el resultado de la audiencia fuera del despacho de Urso, en el cuarto piso.
"Situación de indefensión"
Al empezar la indagatoria, Menem informó que no iba a declarar y presentó un escrito de 11 carillas para justificar su decisión. "La intempestiva anticipación de la audiencia me coloca en una situación de indefensión", señaló. En los puntos principales de su escrito destacó:
- "Soy totalmente ajeno a los hechos investigados."
- "Mi intervención al dictar los aludidos decretos se insertó en el marco de mi competencia exclusiva como presidente en el manejo de las relaciones exteriores."
- "La misión más delicada de un juez es saber mantenerse dentro de su órbita, sin menoscabar la función que le incumben a otros poderes."
De ese modo, el ex presidente dejó sentada su posición respecto de la investigación: la venta de armas, para él, fue un acto político no judiciable.
Oscar Roger, defensor de Menem junto con Mariano Cavagna Martínez, se refirió a la indagatoria como "un hecho histórico" y destacó: "Es inédita la citación, pero también lo es la postura del ex presidente, que se puso a disposición de la Justicia".
Los delitos por los que se lo acusa prevén penas no excarcelables de entre cinco y diez años. El juez deberá ahora resolver si dicta el procesamiento del ex mandatario. También debe definir la situación procesal del ex ministro González, de Balza y del actual embajador en los Estados Unidos, Guillermo González.
Luego de terminar la audiencia que concentró la atención del país, el juez rechazó el pedido de excarcelación del teniente general (R) Balza, que sigue preso en Campo de Mayo.
Balza tuvo, en cambio, el respaldo de su sucesor, el teniente general Ricardo Brinzoni. "El Ejército no vendió armas. Apoyaremos a la familia de Balza como con cualquier militar en situación similar", resaltó.
Cautela y preocupación
Desde el Gobierno se buscó enviar un mensaje de cautela, aunque la noticia causó conmoción. El presidente Fernando de la Rúa aseguró que el hecho "no afectará a las instituciones ni el normal desempeño de los poderes".
El justicialismo quedó en una situación de extrema sensibilidad. En los bloques del Congreso se debatieron diferentes posturas frente al arresto del jefe del partido. Pero, en definitiva, no se tomaron decisiones y oficialmente se mantuvo una posición de cautelosa distancia. Los jefes de las bancadas dijeron que no entorpecerían la investigación.
Evitaron opinar los principales referentes del justicialismo, los gobernadores Carlos Ruckauf (Buenos Aires), Carlos Reutemann (Santa Fe) y José Manuel de la Sota (Córdoba).
Las manifestaciones en favor del ex presidente fueron poco numerosas, tanto en Retiro como en su provincia, La Rioja, donde se suspendió una marcha de antorchas por la escasa adhesión y el temor a desbordes.
Menem pasó la primera noche como detenido sólo con Bolocco. A las 22.15 se fueron sus últimos visitantes: los ex ministros Carlos Corach, Eduardo Bauzá y Guido Di Tella.
Ahora espera que no se cumpla el peor de los presagios de sus defensores: que Urso dicte su procesamiento, la Cámara lo confirme y deba pasar encerrado hasta el juicio oral.
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