Menem: 87 vueltas al planeta en una década
Equivale a un año y medio en el exterior; otras curiosidades
Carlos Menem es el presidente argentino que más viajó al exterior: durante 10 años de gestión, voló una cantidad de kilómetros equivalente a más de 87 vueltas a la Tierra y permaneció más de un año y medio fuera del país.
La globalización, signo inequívoco de esta época en el mundo entero, ha sido un factor determinante para que cualquier jefe de Estado deba hacerse presente en cuanto punto del planeta se discutan políticas que hacen al ejercicio del poder.
Esa marca sólo fue superada por el canciller, Guido Di Tella, que cuadruplicó en viajes al Presidente.
Y es lógico que así haya sido, pues en sus manos está la tarea de preparar cada gira de Menem y regresar luego a cada país para continuar con la misión de cada visita.
Personalmente, Menem y Di Tella perdieron la cuenta de los países y ciudades que visitaron, así como de la cronología de esos periplos.
El Presidente, aseguran sus compañeros de viaje alternativos, dice sentirse orgulloso de su récord (que conoce por las estadísticas oficiales). En su gestión, recorrió 3.505.783,13 kilómetros, sólo en giras internacionales, privadas u oficiales, sin contar los viajes informales a Punta del Este o las minigiras por provincias del interior.
La cantidad de kilómetros que acumuló el jefe del Estado es equivalente a viajar nueve veces a la Luna. Y Menem lo hizo en poco más de 620 días en el avión bautizado Tango 01.
"Los viajes son probablemente el aspecto más extenuante de este trabajo", sostiene Di Tella ante La Nación , al justificar la larga lista de viajes presidenciales. "Son imprescindibles porque, pese a que yo creía lo contrario, el contacto cara a cara entre gobernantes favorece las buenas relaciones. No hay duda de que son una gran inversión", estima el canciller.
EE. UU. y Gran Bretaña
En las 209 giras del Presidente, documentadas en los archivos de la Cancillería, los Estados Unidos fueron el destino preferido: Menem y su comitiva llegaron allí 17 veces en función oficial. Otras veces estuvo de paso, como cuando fue a Nueva York, de regreso de Francia, para recoger a su hija, Zulema María Eva, y al entonces novio de ella, Sebastián Dinardi. La fugaz escala costó 20.000 pesos, admiten en la Casa Rosada.
"Hay viajes que podrían evitarse, pero la enorme mayoría tuvo objetivos diplomáticos de importancia", evalúa Di Tella.
Para el canciller, el Reino Unido fue un destino imprescindible. Allí, Menem llegó a fines de octubre del año último y se convirtió en el primer jefe de Estado argentino que fue recibido por la reina Isabel II y el premier, Tony Blair, a 17 años de la Guerra de las Malvinas.
"A partir de esa gira, cambió para mejor un clima que ya era bueno entre el Reino Unido y nosotros", afirmó DiTella a La Nación .
El canciller abordó más de medio centenar de vuelos a Londres. "Un tema como Malvinas demanda viajes y contactos: en estos nueve años me reuní más de 50 veces con tres ministros de Relaciones Exteriores británicos", comenta.
En Londres, Menem recaló sólo una vez, aunque estuvo en suelo británico en dos ocasiones, porque en 1997 visitó Oxford.
Europa como destino
En tierra europea, el Presidente concretó 48 giras. Menem exhibe en su despacho fotografías con el papa Juan Pablo II, a quien vio en cinco ocasiones. "Apuesta a que sean seis", dice un embajador.
Por América Central hizo 16 giras y llegó a distintos países de América latina en 94 ocasiones: a Brasil realizó 22 visitas, 15 a Paraguay, otras 15 a Uruguay y nueve a Chile.
El jefe del Estado llegó diez veces al Africa y sólo una vez, el año último, el avión presidencial aterrizó en Australia y luego en Nueva Zelanda. Países de distintos continentes se incluyeron como escalas para visitas privadas, en varias oportunidades. Y hubo 21 viajes al Asia.
"Si se analizan los viajes realizados y las visitas recibidas, se notará la creciente importancia que le dimos al Asia y la cuenca del Pacífico, que tienden a convertirse en eje del comercio mundial", detalla Di Tella.
Y agrega: "Debíamos aproximarnos a esos países, en principio tan lejanos para nosotros, porque allí se están abriendo y se abrirán aún más mercados para nuestros productos, principalmente los alimentos".
Al recorrido de kilometraje millonario, el Gobierno dedicó millones de dólares, pero las cifras precisas se escatiman en la Casa Rosada. "No hay registros exactos de tantos viajes", dicen una y otra vez.
El costo de volar
Según expertos en aeronáutica, la hora de vuelo de un avión comercial cuesta entre 5000 y 7000 dólares. Si se supone que el Tango 01 voló siempre a 800 kilómetros por hora, podría concluirse que los 3.505.783,13 kilómetros recorridos de ida y vuelta se realizaron en 4384 horas.
Entonces, con un promedio de 6000 dólares por hora de vuelo, se gastó en combustible para el avión presidencial 26.304.000 dólares.
A esos montos deben agregarse los costos de los servicios de aterrizaje, rampas y seguridad que cobran los aeropuertos internacionales (oscilan entre los 2000 y 8000 dólares) y que usualmente son abonados por los gobiernos anfitriones en los casos en que el invitado cumple una gira oficial. No es así cuando el visitante realiza un viaje privado.
Además, el Presidente acostumbra trasladarse con una nutrida comitiva que, además de los funcionarios, incluye a su médico personal, una traductora, un estilista, el edecán y su hija, Zulema María Eva, con alguna amiga.
Todos ellos se alojan en el mismo hotel que Menem y costean sus habitaciones con dinero incluido en el presupuesto nacional.
Quizá Menem haya batido otro récord: el de mayor dinero dedicado a viajar, pero por ahora, y oficialmente, es el único jefe de Estado de la historia argentina que puede jactarse de haber andado tanto y tan largo camino con el traje presidencial.
Para ello, de cada 10 días, pasó 1,7 en otro país. Su extenso mandato (reelección incluida) le ha permitido ese récord.