Medialunas, turismo y obras: el menú que Alberto Fernández compartió con el intendente de Mar del Plata
MAR DEL PLATA.– Distendidos, informales y de camisa blanca, a distancia prudente y con una envidiable vista al mar desde el mirador principal, el presidente Alberto Fernández y el intendente local, Guillermo Montenegro (Juntos por el Cambio) compartieron este lunes feriado un desayuno en la residencia oficial de Chapadmalal, una de las últimas actividades en la agenda presidencial antes del vuelo de regreso a la Capital Federal.
La cita la confirmó el mandatario nacional este domingo y respondió a un mensaje que Montenegro había enviado como habitual gesto de cortesía de anfitrión, apenas tuvo confirmación que Fernández y su pareja, Fabiola Yáñez, habían tocado suelo del partido de General Pueyrredón para pasar aquí este fin de semana largo.
Una hora y media compartieron ambos funcionarios, que son viejos conocidos de ámbitos universitarios. Ese tiempo lo dedicaron por sobre todo a hablar de cuestiones que hacen a la necesidad de recuperar la economía a partir de la reactivación de la producción y la generación de mano de obra. Una cuestión vital para el conglomerado de Mar del Plata y Batán, que lidera los índices de desocupación del país según las últimas cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Hubo menciones al puerto y pesca, el cordón frutihortícola e industrias que bregan por salir adelante en este difícil contexto.
Entre café, jugos, té con leche y algunas medialunas que son parte de la identidad local, el jefe comunal también se mostró interesado en precisiones sobre la dinámica de descentralización presentada como "capitales alternativas", con ciudades que rotarán para recibir al gabinete nacional a razón de una jornada por mes.
La expectativa del gobierno es que la iniciativa, postergada en su implementación por la pandemia, se ponga en marcha a partir de 2021. Y la ilusión de la administración local es que Mar del Plata pueda ser una de las primeras elegidas para experimentar esta modalidad, quizás antes de que finalice la temporada que comenzará en poco más de una semana.
Lo que dialogaron, según confiaron a LA NACION voceros de ambas partes, no fue más que ratificar lo que se había avanzado durante la semana pasada con una serie de reuniones que Montenegro mantuvo con distintos integrantes del gabinete nacional.
Esa agenda del intendente incluyó charlas con el jefe de gabinete, Santiago Cafiero. Y también con el titular de la cartera de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, además de contactos con funcionarios de otros organismos vinculados a la seguridad y la dinámica de controles para el movimiento turístico de verano.
"El pedido y la coincidencia es trabajar juntos con provincia y Nación en la generación de empleo y reactivación de la producción, y eso lo tenía bien claro el Presidente", confiaron fuentes bien cercanas al intendente marplatense.
Del complejo escenario sanitario solo se habló en términos de contexto para afrontar lo que se viene. En particular para Mar del Plata, que espera por la temporada y hay grandes expectativas de que en medio de esta complicación el turismo pueda aportar recursos muy esperados para el distrito.
Fernández estaba al tanto de las particularidades de esta ciudad, que tuvo momentos muy críticos de contagios y mantiene un alto índice de mortalidad, con casi un millar de fallecidos a la fecha entre quienes habían sido diagnosticados con coronavirus. Y hablaron de seguir con los cuidados debidos, ahora que la curva está en descenso el distrito tiene un promedio de 130 casos diarios, luego de haber llegado a picos de más de 400.
Desde el municipio confirmaron que no hubo ningún reclamo ni pedido puntual al jefe de Estado. Obras que el gobierno nacional tenía proyectadas para Mar del Plata y tuvieron que ser suspendidas por la pandemia serán respetadas para su ejecución el año próximo, con las partidas que estaban prevista para el año en curso. Entre ellas una que ronda los 500 millones de pesos y que está destinada al colector Marcos Sastre, según informaron desde la comuna.
Fernández pasó casi tres jornadas completas en la residencia presidencial de Chapadmalal, donde ya había estado durante el último verano, en planes de descanso. Aquella vez difundió su reunión con empresarios y actores vinculados a la cartelera teatral de temporada que, este verano y Covid-19 de por medio, apenas tendría un puñado de títulos y con muy pocos artistas/elencos involucrados.
Esta vez, desde aquí, el Presidente participó de las reuniones del G-20 mediante videoconferencia, encuentros que repitió sábado y domingo durante el mediodía. También recibió al ministro de Economía, Martín Guzmán. Trascendió que repasaron medidas y se comentó que invitarlo fue también un gesto de apoyo a su gestión.
Quizás así se expliquen dos imágenes públicas que los unen durante la estada compartida en Chapadmalal. El sábado a la tarde salieron juntos a la puerta del complejo para saludar a unos 300 militantes que con bombos y banderas fueron a manifestar su respaldo al gobierno.
La otra fue una publicación en redes sociales que hizo Guzmán: lo mostraba al jefe de Estado en su intimidad, guitarra en mano mientras le ponía voz a "Solo se trata de vivir", uno de los clásicos de su músico favorito, Lito Nebbia.
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