Otro mensaje para el Presidente: “Que no nos vengan a explicar lo que son las situaciones difíciles”, advirtió Máximo Kirchner
El jefe del PJ bonaerense y de La Cámpora cuestionó la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores; aseguró que frente a un escenario similar, Cristina Kirchner “se paró de manos”; se multiplican las críticas del kirchnerismo al rumbo económico del Gobierno
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LA NACIONMariano Spezzapria
En un nuevo mensaje interno dirigido al presidente Alberto Fernández y a la mesa chica del Gobierno, el jefe del PJ bonaerense y de La Cámpora, Máximo Kirchner, cuestionó este martes la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y sostuvo que ante un escenario económico similar, Cristina Kirchner “se paró de manos” cuando le tocó gobernar.
“Sabemos que gobernar no es soplar y hacer botellas. Vi al expresidente (Néstor) Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a Cristina, que le tocaron situaciones muy difíciles y se paró de manos. Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles”, advirtió Máximo Kirchner en un acto de la regional oeste de la CGT en Merlo. Fue otro mensaje directo a Fernández después de que la propia Cristina Kirchner criticara el rumbo económico el fin de semana en el Congreso, durante el acto por los 40 años de la guerra de Malvinas.
En la misma línea que su madre, el jefe camporista reivindicó la gestión de Axel Kicillof en el Ministerio de Economía y de Augusto Costa en la Secretaría de Comercio en 2013. “La presión de los mercados, que deben ser los mismos que lo hicieron con el gobierno para que tome decisiones con respecto al FMI, nos hizo devaluar pero luego lo recuperamos”, aseguró.
No es la primera vez que Máximo Kirchner aparece en un acto sindical. De hecho, en La Cámpora siguen festejando “la derrota del albertismo” en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), ya que un dirigente cercano al Presidente, el histórico Antonio Caló, fue desplazado de la conducción a manos del kirchnerista Abel Furlán. “Fernández tenía pensado ir a festejar pero no pudo ser”, deslizaron con tono irónico las fuentes consultadas por LA NACION.
“Es verdad que la pandemia nos trajo muchas dificultades pero no nos puede ganar la autocompasión. Hay que construir fuerzas para recuperar el poder adquisitivo del salario. Abel (Furlán) me contaba que un trabajador de la UOM ganaba unos 2000 dólares a fines de 2015 y hoy ganan 900; el compañero (Walter) Correa me dijo que eran 1500 dólares y ahora les pasa lo mismo que a los de la UOM”, comentó Máximo Kirchner, con el gobernador Axel Kicillof sentado a su lado.
En la misma línea, el primogénito condicionó la unidad del Frente de Todos, al asegurar que debe servir para “mejorar la calidad de vida del pueblo”. Y agregó: “No creo que ningún trabajador quiera la unidad para ir en contra de si mismo. La unidad es para que no sea casi imposible llegar a fin de mes”, advirtió.
“Fuimos la base de la construcción de la unidad en 2019 y también en 2017, cuando nos miraban de costado y pensaban que era historia terminada. Siempre nos dijo Cristina que hay que confiar en la gente y nosotros confiamos y pudimos construir esa unidad”, afirmó el diputado, al reclamar para el kirchnerismo el paquete accionario mayoritario del Frente de Todos.
Máximo Kirchner habló ante unos 90 delegados de la regional oeste de la CGT, en la asunción de un triunvirato de conducción integrado por José Medina (Camioneros); Walter Correa (Obreros de curtiembres) y Luján Cotone (Sadop). También fueron de la partida Abel Furlán, el flamante secretario general de la UOM; y Omar Plaini, del gremio de Canillitas y senador bonaerense.
Durante el acto, el jefe camporista también reivindicó el proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias impulsado por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, por el impacto positivo para los trabajadores que dejaron de pagarlo. “Imaginen lo que sería 1.500.000 trabajadores más pagando Ganancias, con los precios como están”, afirmó.
Más críticas kirchneristas
El de Máximo Kirchner no fue el único cuestionamiento al rumbo económico del Gobierno desde el espacio que conduce la vicepresidenta Cristina Kirchner. En las últimas horas, también, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, sostuvo: “No vamos a permitir que el FMI, cada tres meses en las revisiones, nos venga a decir en qué gastamos”.
A su vez, Di Tullio afirmó: “Cuando decidimos entre un grupo de senadores votar que no (al acuerdo con el FMI), también decidimos presentar una batería de proyectos para acompañar al Ejecutivo y que no tenga que pagar el pueblo argentino la deuda fraudulenta y espuria que tomó Mauricio Macri con el FMI. Y presentamos la creación de un Fondo para pagarle al FMI con la guita que fugaron los que siempre se benefician con el endeudamiento de la Argentina”.
Otro cuestionamiento a la política económica del Gobierno provino del diputado de extracción sindical Hugo Yasky, afín al kirchnerismo, molesto porque no convocaron a la CTA a la reunión con la UIA y la CGT. “Pedimos que el Estado empiece a mover el tablero para garantizar la mesa de los argentinos, con controles de precios, con retenciones, con la posibilidad de producir alimentos”, enumeró en declaraciones al canal DTV. Casi un muestrario de lo que no quiere implementar el ministro de Economía, Martín Guzmán.
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