Máximo Kirchner opinó sobre el cambio de nombre del CCK con planteos para Milei
El diputado bonaerense analizó la llegada del líder libertario a la Casa Rosada con fuertes críticas a Fernández; dijo que en el PJ hay dirigentes a los que les interesa más “el rating” que la representación política que tienen
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El estruendoso anuncio que hizo el Gobierno el martes, cuando a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que le cambiaría el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK), generó posiciones encontradas. Avalado por el mundo libertario y por los aliados, este miércoles habló sobre el tema el diputado nacional Máximo Kirchner, hijo del expresidente homenajeado con la designación del antes edificio del Correo.
En su análisis, el líder de La Cámpora minimizó la modificación en la denominación, a la que tildó como un “fuego de artificio”, y aseguró que el presidente Javier Milei puede llamar al lugar de cualquier forma, incluso Conan, como su perro, o Eduardo Eurnekian, el empresario que es su mentor, mientras cambie el rumbo de su gestión, sobre todo en lo vinculado a la asistencia a los comedores.
“Lo vi ayer, alguien me contó más o menos la idea... Si [Milei] les manda la plata a las provincias del Fonid, si les manda el dinero y los alimentos a los comedores, si deja de hacer despidos masivos de gente que trabaja en la esfera pública y permite que no se produzcan más despidos en la escena privada, si cambia su mirada, [el cambio de nombre] es una anécdota”, indicó Máximo Kirchner en AM 530.
Con ironía, además planteó: “Si quiere, le puede poner Eduardo Eurnekian, pero que mande la comida a los comedores. No tengo problema, no me interesa. Que mande los insumos, que no les saquen los medicamentos a los jubilados y que le ponga [al CCK], si quiere, Conan. Si le pone Conan y está contento... pero que lleguen las cosas para la gente”.
Convencido de que esta idea de la administración mileísta es “otro fuego de artificio”, y mientras que aún no está definida la denominación que piensan ponerle, el diputado nacional insistió: “Me interesa muy poco. Le ponen Conan, Eurnekian... Todos contentos. Pero que se detenga en el modo cruel de aplicar estas políticas. Su impacto peor y más profundo lo vamos a ver en el futuro. Todos estos fuegos artificiales o esta infantilidad que uno ve a diario… Si le pone Conan o Eurnekian, si los alimentos están en los comedores, no hay ningún tipo de problema”.
En esa posición, aseguró que le alcanza “con el cariño de la gente” hacia su padre. “Que [Milei] le dé las cosas a la gente, que no extorsione a los comedores. Es una anécdota”, sentenció.
De momento su madre, la exvice Cristina Kirchner, quien cuando fue presidenta llamó de esa forma al palacio ubicado a metros de la Casa Rosada, que reinauguró en 2012, todavía no se expresó al respecto. Tampoco hicieron valoraciones resonantes los representantes más importantes del kirchnerismo.
Cierre de Télam
La calma del hijo de los exmandatarios con respecto a lo del CCK no fue la misma que mostró cuando habló de los despidos en la Agencia Télam, que Milei decidió cerrar por considerar que no era eficiente y que incluía una planta copada por militantes. Seguro de que ese medio había funcionado “de manera correcta” con todos los gobiernos, Máximo Kirchner dijo que dentro del staff debía haber “peronistas y no peronistas” pero destacó que todos “laburaban bien”.
“Echá a la gente y contratá a otra, si pensás que son militantes. No está bien, pero rajá a todos, ya que estás en esa y estás en una. Pero no cerrés Télam, no cerrés tampoco la Unidad de Atención Integral (UDAI) de Derqui. Obviamente se van a defender, tienen sus derechos a sentirse identificados con Cristina, con [Mauricio] Macri, pero no puede haber un sentido de estigmatización. Nosotros hemos sufrido la estigmatización de esta manera y no está bien, no es correcto”, planteó el jefe de La Cámpora, organización que supo tener alta injerencia en esta área durante los gobiernos kirchneristas.
Sobre la agencia dijo también que en Milei y su entorno “hay desprecio y desconocimiento”, y al respecto marcó: “Es muy difícil que quieras algo que no conocés, más cuando no tenés los grados de empatía suficientes”. En esa línea, se refirió al cierre del Cine Gaumont, que dependía del Estado nacional. “La gente que no llega a fin de mes te va a decir: ‘Qué carajo me importa el Gaumont’. A eso te llevan”, analizó.
Milei a futuro
Hacia adelante, el diputado nacional aseguró que la oposición no puede evitar el despliegue de las políticas económicas del Gobierno, pero sí destacó -pese a que aclaró estar en las antípodas del rumbo- que hay “poca distancia” entre lo que el Presidente dice y lo que hace. “Si nosotros decimos que vamos a ir una guerra contra la inflación, vamos. Este gobierno con sus modos, que no comparto ni uno, lo lleva adelante”, comparó, en relación con la frase que en su momento pronunció el exmandatario Alberto Fernández, con quien La Cámpora marcó grandes distancias que se plasmaron en las palabras de su jefe.
“La sociedad demuestra, hasta aquí, cierta expectativa, aunque va creciendo el disgusto. Pero van 110 días”, indicó e hizo un paralelismo: “Muchas veces es como en el fútbol: podés pegar un planchazo en los primeros 10 minutos y no te echan”.
No obstante, el diputado consideró que Milei actúa como si pensara que la gente no existiera, y que cree que cuando despide a una persona del Estado ya no se enferma o ya no tiene hambre. “Pero sigue viviendo en el país que vos gobernás”, advirtió y enfatizó: “Por ende, más temprano que tarde, vas a tener que dar una respuesta. No va a pasar otra cosa, por más que piensen que la invisibilizan”. Asimismo planteó que hay una decisión de “castigar” a territorio bonaerense, con el recorte de fondos y con el impacto de las políticas de ajuste.
El PJ
En medio de la reorganización que intenta el peronismo ahora en su rol opositor, el presidente del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires denunció que en el espacio hay dirigentes “que confunden representación con rating” y bajo esa postura apuntó, en un dardo que expuso las fricciones en el frente interno: “Más allá del Congreso del PJ, la vida partidaria es importante. Hoy, más que pasar por el Congreso del PJ o hacer un videíto de cinco minutos en un Congreso, tiene que ver con que construyamos una oferta de gobierno y gestión en lo económico, lo educativo, lo sanitario, lo laboral. Hay cuestiones que tenemos que empezar a abordar, más que ir a hacer videítos de turno... Después van a ver cuántos likes tienen y piensan que eso los transforma en potables dirigentes”.
El hijo presidencial, que tiene una fuerte resistencia en sectores que creen que debería haber abandonado la titularidad de la fuerza una vez que se perdieron las elecciones, sostuvo que “uno de los grandes males” del espacio es que las estrategias se personalizan y “giran en el centro de gravedad” de una persona.
Contó, además, que en las últimas elecciones no se quería candidatear como diputado, pero dijo que entendió el pedido de su madre para que sus compañeros no consideraran que con su baja pretendía atentar contra la postulación a presidente de Sergio Massa -a quien ponderó- o a gobernador de Axel Kicillof.
Fustigó a Alberto
Para Fernández, en tanto, fueron todas críticas. Le pidió, al menos, que se hiciera “cargo de algo” y enfatizó que uno de los grandes motivos por los que perdieron la elección fue por haber sellado durante la gestión del Frente de Todos el pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando renegociaron la deuda macrista.
“Milei, uno no comparte, pero invita a una patriada. Hay una sociedad que quiere salir adelante, quizás con las ideas equivocadas. Si el Frente de Todos hubiera confiado en su pueblo y le hubiera dicho: ‘Tenemos este problema [de la deuda], esto lo generaron Macri, [Luis] Caputo, estas son las presiones’. Hubiera apostado a confiar en un pueblo que quiere salir adelante, hoy con ideas equivocadas, pero está dispuesto a hacer todo el esfuerzo que deba, porque cuando es puesto en valor se nota rápidamente. El presidente Fernández debió confiar en la gente y dar esa pelea”, indicó Máximo Kirchner, disconforme con la postura de ese entonces, que lo llevó a dejar de ser presidente del bloque en Diputados y votar en contra del convenio, al igual que Milei, en ese entonces también integrante de la Cámara baja.
“Antes del acuerdo, Milei había sacado 14 puntos en la Ciudad. Su expresión en la Provincia, 5 puntos. Y esa expresión se alimentó de la frustración de un acuerdo con el Fondo que fue explicado como positivo por Fernández, con un hermoso fondo verde, explicando las bondades de un acuerdo que nunca llegaron. Además se profundizó la caída del poder adquisitivo”, resumió el líder camporista, que llamó al actual Presidente “el hijo de las dos frustraciones”, en relación con la gestión de Macri y la de Fernández.
Los cuestionamientos, como en otras oportunidades, fueron también hacia el equipo económico, sobre todo para el entonces titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; y de Producción, Matías Kulfas. “El ministro de Economía un sabadito a la tarde se iba sin decir ni mú. Nadie se hace cargo ni responsable, nosotros sí”, contrastó.
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