Se analizan escenarios tras el pedido de retiro de diplomáticos y el asedio a la embajada

La relación entre los gobiernos de Javier Milei y de Nicolás Maduro alcanzó este lunes un pico de extrema tensión, luego de que el régimen venezolano exigiera que la Argentina, y otros seis países de la región, retiraran a todo su personal diplomático de Caracas, al tiempo que la embajada argentina, donde se encuentra refugiado un grupo de opositores, fuera asediada por fuerzas de choque chavistas.

En medio de la presión de la comunidad internacional para que explique con transparencia el resultado de las elecciones, el régimen de Nicolás Maduro exigió el retiro de todo el personal diplomático de la Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay en Caracas por no reconocer el fraudulento triunfo del mandatario.

El Gobierno de Milei analizaba este lunes distintos escenarios diplomáticos. “Están evaluando todas las acciones que se van a tomar para no ser cómplices del régimen” dijeron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada.

“Todo está en estudio”, agregaban sobre las opciones que van desde la posible ruptura de relaciones bilaterales hasta promover bloqueos comerciales. Consultada en LN+, la canciller Diana Mondino dijo que su “trabajo es arreglar problemas” y consideró que “romper relaciones es la última opción”.

Por lo pronto, la principal preocupación pasaba por los seis asilados venezolanos en la Embajada argentina en Caracas, tras la decisión de Venezuela de expulsar al cuerpo diplomático argentino. Este lunes, al caer la tarde, la embajada argentina comenzó a ser asediada por chavistas encapuchados. Hubo alarma ante la posibilidad de que planearan invadirla.

Uno de los asilados, Pedro Urruchurtu Noselli, publicó en su cuenta de la red social X: “Urgente. En este momento oficiales del DAET pretenden tomar la residencia de la Embajada Argentina en Caracas donde estamos los seis asilados de la campaña de María Corina Machado y Edmundo González!!!”

Marina Corina Machado, líder opositora, llamó a sus simpatizantes a rodear la embajada para evitar una intrusión. Por la noche, los chavistas se retiraron.

Mondino confirmó que sabían de la presencia de personas en las afueras de la sede diplomática en Caracas, aunque al momento no podía precisar si había habido algún intento puntual de ingreso. De intentar ingresar autoridades venezolanas en la sede diplomática constituiría una violación al Tratado de Viena, que otorga inviolabilidad a las sedes diplomáticas, tanto como residencia de los embajadores.

Por el caso, Mondino también se reunió este lunes con su segundo, Leopoldo Sahores, diplomático de carrera, para evaluar la situación. “Es una situación muy delicada”, decían. Sin embargo, las claves del caso parecían centrarse en el artículo 19 de la Convención de Asilo. Allí se establece que: “Si por causa de ruptura de relaciones el representante diplomático que ha otorgado el asilo debe abandonar el Estado territorial, saldrá aquel con los asilados”. A lo que se agrega que: “Si lo establecido en el inciso anterior no fuere posible por motivos ajenos a la voluntad de los asilados o del agente diplomático, deberá éste entregarlos a la representación de un tercer Estado Parte en esta Convención, con las garantías establecidas en ella. Si esto ultimo tampoco fuere posible, deberá entregarlos a un Estado que no sea Parte y que convenga en mantener el asilo. El Estado territorial deberá respetar dicho asilo”.

A lo largo de su historia, Argentina solo rompió relaciones diplomáticas en una sola oportunidad. Fue en 1982 durante la guerra de las Islas Malvinas. Desde entonces no volvió a hacerlo y de hecho, aún en situaciones complejas, como la que mantiene con Irán, acusado de las voladuras de la Embajada de Israel y AMIA, Argentina no cortó lazos y mantiene una representación comercial.

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