Mauricio Macri y Roberto Lavagna rechazan la suba de Bienes Personales que planteó Alberto Fernández
La campaña levanta temperatura con miras al debate presidencial del domingo próximo en Santa Fe. El gobierno de Mauricio Macri, que busca su reelección, y el candidato presidencial de Consenso Federal, Roberto Lavagna, rechazaron en forma tajante la propuesta del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, de aumentar el impuesto a los Bienes Personales para equilibrar el déficit fiscal.
La Casa Rosada rechazó esa posibilidad. "El Gobierno ha ido bajando Bienes Personales en la reforma tributaria de 2017, y no está previsto volver a subirlo", dijo a LA NACION un funcionario allegado a Macri.
En tanto, Lavagna rechazó anoche la suba ante 300 personas en el Colegio de Abogados de Morón. "No hay que subir ningún impuesto. Hay que bajarlos y yo tengo uno preferido: Todo aquel que impida crear trabajo", dijo el candidato de Consenso Federal.
"La prioridad es crear trabajo y poner en marcha la economía. Hay que generar abundancia y distribuir con equidad", señaló. En el búnker de Lavagna aseguraron que "hay que bajar impuestos. La presión impositiva total tiene que bajar, sin seguir poniendo parches impositivos".
Alberto Fernández había propuesto en septiembre aumentar el impuesto a los bienes personales tomando el modelo de Uruguay para equilibrar el déficit fiscal y alcanzar a contribuyentes que ahora no lo pagan. Pero luego del revuelo que se generó, ayer pareció retrotraer la propuesta. "No lo tiene que pagar el ciudadano de clase media, sino las grandes fortunas", dijo. Y agregó que el tema "exige un mayor estudio".
Por otra parte, el tributarista César Litvin también aseguró que la suba de ese gravamen "no es un buen camino para aumentar la recaudación".
En los años 90, el gobierno de Carlos Menem puso el impuesto a los bienes personales a partir de un piso (mínimo no imponible) de 100.000 pesos de patrimonio, que equivalían a 100.000 dólares en tiempos de convertibilidad. Tras la devaluación de 2002, el gobierno de Néstor Kirchner lo actualizó a $305.000 pesos y lo mantuvo por años. La gestión de Macri lo fue actualizando hasta llegar hoy a $2.000.000, unos 33.000 dólares.
Pero ese volumen imponible no incluye vivienda propia, títulos públicos argentinos, caja de ahorro ni plazos fijos, y tampoco se contemplan las deudas. Sí se computan otros inmuebles, efectivo, cuentas corrientes, títulos públicos de otros países, rodados, créditos y cualquier activo no excluido.
Cuando asumió Macri había una alícuota progresiva de hasta 1,25%, que fue bajando a 0,5% en 2017; 0,25 en 2018 y el año pasado con la crisis volvió a aumentar a 0,75%. Ahora rige una alícuota progresiva que empieza en 0,25% en patrimonios de más de 2 millones de pesos, va a 0,5% y llega al 0,75%, en más de 18 millones de pesos.
"Está lejos de ser rico el que tiene dos millones de pesos en bienes", dijo el experto tributarista César Litvin. "El mundo fue dejando de tener este impuesto: Japón, Italia, Austria, Irlanda, Alemania, Suecia, Finlandia, Luxemburgo y Grecia lo abandonaron", señaló Litvin. "Lo tienen España, a partir de 700 mil euros y Francia, de 1.300.000 euros, o sea es para grandes fortunas. Pero en Argentina el piso es 33.000 dólares. Los efectos nocivos son la desmotivación al ahorro, la fuga de capitales financieros, los cambios de residencia en otros países, la pérdida de empleo y de recaudación", analizó.
"Por la suba de la alícuota se vuelve confiscatorio. Pero el punto más importante es el bajo efecto recaudatorio: de cada 100 pesos de ingresos totales en el fisco, bienes personales representa 0,5 pesos. No mueve el amperímetro", dijo el experto en impuestos. "Si lo quiere hacer para aumentar la recaudación va por mal camino", opinó.
Además, recordó que "si el ejemplo es Uruguay, allí el mínimo no imponible es de 112.000 dólares y el doble si es una persona casada. Además, en Uruguay no se gravan los activos fuera del país y acá sí. Con lo cual si copiamos la versión uruguaya se pierde toda la recaudación de los activos en el exterior".
Fernández revisó su mensaje
El 26 de septiembre Alberto Fernández había dicho a Radio con Vos que "tenemos que ver cómo mejoramos las cuentas, tal vez con un nuevo cambio impositivo a través de aplicar impuesto a los bienes personales y así se consiguen los tres puntos de superávit que tuvo Uruguay en su momento". Dijo que la Argentina "ejerce mucha presión sobre las sociedades y muy baja presión sobre las personas físicas en términos impositivos". El 29 de septiembre último dijo en un reportaje a Infobae las personas físicas "no pagan por su riqueza. Y eso hay que cambiarlo".
Luego del revuelo que se generó, Fernández retrotrajo su discurso y en un reportaje ayer a radio Metro aclaró que "no debe pagar el impuesto el ciudadano de clase media, que tiene un auto y una casa, sino el de mayor ingreso, o los de grandes fortunas". Y dijo que el tema "exige un mayor estudio".
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