Mauricio Macri le saca rédito al encuentro con Lionel Messi y Emiliano Martínez tras el desplante al Gobierno
Invitado como titular de la Fundación FIFA, el expresidente participó de la gala en París de los premios The Best y ostentó su vínculo con las figuras de la selección argentina de fútbol
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Mauricio Macri consiguió la foto que buscaban los máximos referentes de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos tras la coronación de la selección argentina de fútbol en el Mundial de Qatar y busca ahora sacarle rédito político. Cuando el expresidente viajó el domingo a París para participar de la gala de los premios The Best 2022 en calidad de titular de la Fundación FIFA, sus asistentes ya se ilusionaban con la chance de que se cruce con Lionel Messi, Emiliano Martínez o Lionel Scaloni, quienes habían sido nominados como los mejores futbolistas o entrenadores de la temporada pasada.
Anoche, Macri presenció la ceremonia en la Salle Pleyel, en la que la Argentina obtuvo cuatro trofeos. Pero antes de la gala, el exjefe del Estado estuvo en un salón contiguo al auditorio, donde conversó con otros invitados. Entre los concurrentes había varios exleyendas del fútbol con los que Macri jugó al pádel o se encontró en los estadios de Qatar durante el Mundial que se disputó en a fines del año pasado, como el astro brasileño Ronaldo Luís Nazário de Lima o el exjugador del Real Madrid Roberto Carlos, entre otros. Por allí también estaban boyando los exreferentes de la selección argentina como Maximiliano Rodríguez o Esteban Cambiasso.
En ese lugar, cerca de la cafetería del salón de actos, Macri se encontró con Messi, su esposa Antonela Roccuzzo, “el Dibu” Martínez y su pareja, Mandinha. En ese momento, según relataron testigos a LA NACION, el referente opositor estaba hablando con el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, el club donde juega Messi. Macri se mostró emocionado al saludarlos: les agradeció por el título mundial. “Les dijo que eran un orgullo para el país y que habían dado una alegría a la Argentina”, comentaron allegados al capitán de la selección. Lionel Scaloni no estaba en ese lugar. Messi, a quien la FIFA le había pedido que llegara minutos antes de que arranque la ceremonia por protocolo, tenía poco tiempo. “Hablaron tres minutos”, agregaron.
Después de conversar unos pocos minutos, los futbolistas aceptaron posar para una foto. En el entorno del fundador de Pro aseguran que él no pidió fotografiarse con las figuras del seleccionado. Sin embargo, fuentes cercanas a Messi dijeron que Macri los invitó a tomarse una foto. En la imagen -borrosa- se nota que varias personas usaron sus celulares para retratar el momento. “Conversaron un rato en el salón y les sacaron la foto. Si los jugadores no querían, no posaban”, aseguraron colaboradores de Macri. Según allegados al expresidente, personal vinculado a la FIFA les hizo llegar la foto y decidieron publicarla en las redes sociales del exmandatario. Intentaron generar impacto y redituar la imagen en el universo político local.
Cerca de Messi lo tomaron como un gesto de agradecimiento. “Les pidió una foto a ellos”, aseguran. Y destacaron el mensaje del expresidente en las redes sociales.
Macri tiene un vínculo con Messi desde que era jefa de gobierno y el astro argentino brillaba en Barcelona. De hecho, el fundador de Pro viajó en octubre de 2014 para cerrar un acuerdo con el futbolista para que tenerlo como embajador de la Ciudad de Buenos Aires en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron en 2018. Si bien no tienen una relación de amistad, el diálogo entre ambos se mantuvo con el correr de los años. De hecho, Macri es el único político que Messi sigue en Instagram. Es un dato que suelen resaltar entre los fieles del creador de Pro.
“Hay buena onda. Hablaron de fútbol”, comentan dirigentes de confianza del expresidente. Incluso Macri tiene charlas esporádicas con Sergio Agüero, uno de los confidentes de Messi y uno de los referentes de la selección argentina durante la última década. En charlas privadas suele relatar qué visión tienen del país los futbolistas argentinos, que evitan meterse en política. Por eso, al fundador de Pro no le extrañó que los “cabecillas” del equipo de Scaloni haya evitado asistir a la Casa Rosada para ser agasajados por el presidente Alberto Fernández en los multitudinarios festejos del 20 de diciembre. “No les creen nada [al kirchnerismo]”, repetía Macri por esas horas.
El titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, acusó al Gobierno por el operativo fallido -se habían movilizado unas cinco millones de personas- y el plantel decidió no asistir a la Casa Rosada para reunirse con Fernández.
Habituado a moverse en el ambiente del fútbol, Macri disfruta el roce con las leyendas o exdeportistas que le permite su rol como titular de la Fundación FIFA. En París estuvo solo, pero asistentes de la organización les hicieron llegar a su equipo de comunicación las fotos con Messi y Martínez. Mientras Macri difundía la imagen en sus redes, Horacio Rodríguez Larreta publicaba un tuit para felicitar a los integrantes de la Selección por su logro. Patricia Bullrich, en cambio, prefirió no referirse al tema. Tampoco hubo mensajes de Fernández o Cristina Kirchner ni de Sergio Massa, líderes del Frente de Todos.
En el Gobierno intentaron ayer bajarle el precio, según consignó LA NACION, pese a que Fernández no pudo entregarles la medalla en Balcarce 50 o Eduardo “Wado” De Pedro buscó sin éxito estrecharle la mano a Messi cuando se bajó del avión en Ezeiza. Hoy, Fernández le dedicó una crítica a Macri tras la foto. “Hay quienes se enriquecieron y se fueron a dar cátedra a la FIFA. Otros que vamos a dejar el Gobierno sin llevarnos nada más que el honor que nos han dado de manejar los destinos de la patria”, señaló el Presidente en un acto en Morón.
En el entorno del exmandatario estaban atento a las repercusiones. “Es una linda foto”, celebraban en el círculo de confianza de Macri. El expresidente sigue sin mostrar su carta electoral, pero usa su poder de influencia para acumular capital político, conservar centralidad y posicionarse como eventual candidato o árbitro de la interna. Durante el campeonato, por caso, ostentó su cartera de contactos en materia de política internacional, como su diálogo con el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani, a quien recibió en su refugio Cumelén en enero, o el presidente de Francia Emmanuel Macron. En el equipo de Bullrich se ilusionan con que sea un nexo para traer inversiones a partir de diciembre de 2023.
Macri sigue activo en el mundillo del fútbol. De hecho, apalanca la candidatura a presidente de Boca Juniors de su exministro Andrés Ibarra. Cerca del exmandatario niegan que esté pensando volver a competir por la presidencia de su club para enfrentar a Juan Román Riquelme como trascendió durante el último tiempo.
Cuando regresó a la Argentina tras presencia el Mundial, Macri no ahorró en elogios hacia Messi y el cuerpo técnico por el campeonato mundial. A quienes lo visitaron por esos días los aturdió con sus anécdotas en Qatar: desde su impresión por la infraestructura de los estadios o el aliento de la hinchada argentina -sobre todo, en el partido frente a Holanda- hasta su duelo dialéctico y de miradas con Macron en la final en uno de los palcos del Estadio Lusail.
Pese a tener un cargo en la FIFA, Macri no participó de la entrega de premios al equipo liderado por Messi ya que solo le correspondía a los presidentes y titulares de confederaciones. Eso les explicó el expresidente a sus laderos cuando regresó al país a fines de diciembre.
Italia, próxima escala
Tras su paso por la gala de los premios The Best, Macri se irá a Italia para dar clases en la Universidad de Bolonia. Luego, viajará a Zurich para cumplir sus tareas como titular de la Fundación FIFA, según informan sus voceros. A su regreso, el exmandatario tiene previsto viajar a Rosario, donde presentará su libro en una actividad de la Fundación Libertad. Quienes lo conocen no descartan que defina si su futuro político en abril. A Macri no quiere que lo bajen, pese a que luce cada vez más alejado de la chance de subirse al ring y ya se prueba el traje de “gran elector”. “Va a ser ecuánime, no imparcial”, repiten sus leales.
Después del triunfo argentino el domingo 18 de diciembre, Macri volvió al país y fue a La Matanza para participar de un partido de fútbol junto a dirigentes de Juntos por el Cambio en Buenos Aires, como Eduardo “Lalo” Creus y Diego Valenzuela. En el “tercer tiempo” del Club Esvoleno, de Ramos Mejía, relató con fascinación su experiencia en Doha y el fanatismo por la figura de Messi: dijo que los asiáticos adoraban al jugador del PSG y que los conductores de los taxis le pedían tocarle la mano cuando les contaba que era argentino. Y deslizó críticas a la Casa Rosada por el operativo de seguridad, que impidió que los campeones llegaran al centro porteño: “Este gobierno no tiene autoridad”.
Un rato más tarde, encabezó un acto en el complejo New Cubix, en San Justo. Ante militantes y vecinos, le dedicó varios tramos de su discurso a la consagración de la selección argentina. “No se puede discutir más quién es Leo Messi, es el más grande de todos los tiempos”, sostuvo.
Además, en pleno clima de efervescencia por el título mundial, destacó la labor del cuerpo técnico: “A Scaloni nunca lo vimos en un acto de soberbia, transmitiendo siempre sentido común y sin sentirse más protagonista de lo que es, junto a Aimar y Samuel”, apuntó.
Luego, apeló a las metáforas para transmitir esperanza a la población de cara a las próximas elecciones. “Si nos organizamos y trabajamos en equipo podemos. Podemos hasta ser campeones del mundo, la puta, campeones del mundo por los próximos cuatro años”, afirmó.
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