Mauricio Macri: "La contundencia de Macron a favor de un acuerdo con la UE me sorprendió"
El presidente Mauricio Macri puso ayer punto final en París a su gira europea, convencido de que recibió las "buenas noticias" que esperaba de parte de su homólogo francés, Emmanuel Macron , sobre el futuro tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur.
Pese a que en la conferencia de prensa Macron le puso un freno a la posibilidad de un acuerdo en protección de la producción bovina de Francia, Macri mantuvo su optimismo sobre la posibilidad de llegar a un entendimiento. "Me sorprendió gratamente la claridad y la contundencia con la cual el presidente Macron se expresó a favor de llegar a un acuerdo", dijo el mandatario pocas horas antes de su regreso a Buenos Aires, en una entrevista con LA NACION, Clarín y El Cronista.
En su balance, Macri señaló que tanto en Francia como en Davos percibió un interés por los cambios que se están produciendo en la Argentina e identificó a la inflación como un factor disuasivo para los inversores. También resaltó la sintonía que logró con su par ruso, Vladimir Putin, de quien destacó su "fuerte liderazgo".
-¿Qué lectura hace de la conferencia con Macron y de qué hablaron después en la cena?
-Quiero destacar el fuerte respeto que marcó Macron a la relación histórica, cultural, política, a la lucha por los derechos humanos y por la democracia entre Francia y la Argentina. Nosotros hicimos mucho desde la ciudad de Buenos Aires para mantenerlo vivo. En tiempos de aislamiento hicimos un tándem París-Buenos Aires que funcionó muy bien. El segundo tema que hablamos es sobre el G-20. Macron hizo hincapié en el nuevo liderazgo de la Argentina. Después hubo su afirmación de que es importante para Francia llegar a un acuerdo UE-Mercosur, tema que para mí es una obviedad, porque es darle un nuevo impulso a esta relación histórica basada en la fuerte corriente inmigratoria que hubo desde Europa hacia América Latina, especialmente en el Mercosur, un impulso que va mucho mas allá del comercio. Después, por supuesto, él marcó lo que todos sabemos: que tiene un delicado frente interno con el tema de la agricultura, que hoy se está focalizando en la carne. Pero dijo que hay que llegar a un acuerdo. Y eso lo ratificamos en la comida después. Hay que encontrar un acuerdo porque ambas regiones tienen muchísimo para ganar.
-Usted dijo varias veces "espero volver a Buenos Aires con una buena noticia". ¿Esa buena noticia fue la respuesta que le dio Macron o esperaba algo más?
-Hay que entender una cosa: nosotros no somos los negociadores. El Mercosur son varios países con sus distintas posiciones, y del otro lado está la Comisión Europea (CE). Eso se va a definir a partir del lunes en la UE, en Bruselas.
-Sí, pero Francia por el momento bloquea el acuerdo...
-Obviamente, Francia tiene su peso. Pero la verdad es que me sorprendieron gratamente la claridad y la contundencia con la cual el presidente Macron se expresó a favor de llegar a un acuerdo, diciendo "hay que buscar la forma de balancear las cosas para obtenerlo". Lo mismo buscamos nosotros, por eso empujamos para lograr la mayor apertura posible para nuestra agroindustria y velamos por tener la mayor protección posible para ese sector. Cada uno cuida y espera lograr la transición más acompañada posible para sus respectivos intereses.
-¿Hasta dónde está dispuesta la Argentina a hacer un esfuerzo, sobre todo en el tema de la carne, para transformar esas "líneas rojas", que evocó Macron, en líneas verdes para Francia?
-Estamos haciendo el máximo esfuerzo. No solo la Argentina, también Paraguay, Uruguay y Brasil. Por eso estamos confiados en que a partir de la semana que viene logremos esto, que solamente sería un primer acuerdo político. A eso hay que agregar meses de acuerdo legal y después diez años de transición.
-Después de haberse reunido con empresarios durante esta gira, ¿se lleva algo que pueda traducirse a nivel nacional?
-Hay dos planos distintos pero se conectan. Uno es el político-institucional. En Davos, lo que se trasmitió fue un gran respeto por este nuevo posicionamiento de la Argentina en el mundo. No por nada nos dieron la presidencia del G-20. Es algo que decidieron los integrantes del grupo, los países más importantes del planeta. Porque perciben una coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Después también hay coherencia cuando decimos "vamos por la transparencia, por el intercambio de información, por darle una dinámica a la UIF para luchar contra el narcotráfico, el lavado de dinero y el terrorismo", y lo estamos haciendo. Todo eso confirma que la Argentina entró en un camino de integración inteligente. Un gran paso que volvió a ratificar Emmanuel Macron ayer, y Merkel o Mark Rutte en Davos, es el ingreso a la OCDE. La Argentina está numero uno para entrar en la organización y eso será otro paso muy importante de integración y también de compromiso nuestro, porque hay una cantidad de buenas prácticas a las cuales nos estamos comprometiendo y que ya comenzamos a implementar. Lo que vivimos en Davos, con muchísima más intensidad que la vez anterior, es que la gente comenzó a decir: "Ah, esto va en serio". Hubo mucha confirmación de empresas que venían a decir estamos sorprendidos porque todo lo que usted dijo hace dos años se cumplió.
-¿Atribuye la cautela de los inversores a la historia del país?
-Obvio. Son apenas dos años contra décadas de ir cambiando las cosas, de no cumplir.
-¿La situación laboral no pesa en esas decisiones?
-Hubo varios planteos sobre la necesidad de trabajar en pos de la productividad. Hemos respondido que también en ese terreno hay un cambio muy grande. Los directivos de Total, que ratificó sus inversiones en el país, dijeron estar muy contentos porque todos los días mejora la calidad del trabajo en Vaca Muerta, lo cual generará una aceleración de la producción de gas. Gas propio para nosotros y para exportar a Chile.
-La confirmación de nuevas inversiones, ¿no genera mayor necesidad de bajar costos de infraestructura o la inflación?
-Estoy muy agradecido del acompañamiento del mundo porque entendieron que escogimos este camino gradual, que tiene como objetivo cuidar a nuestra gente y hacer parte de este proceso de cambio a todos los argentinos. Es verdad, todos plantean que trabajar con inflación es muy complicado. Nos hemos quedado casi solos. El resto del mundo casi no tiene inflación. Todos dicen, valoramos su compromiso de bajar la inflación, es fundamental para nosotros.
-Volviendo a la reunión con Macron, había pendientes tres temas de litigio: la compra de las patrulleras, el tema del gasoducto en el Canal de Beagle y el caso de Suez ante el Ciadi.
-Hablamos de dos de los tres temas. Sobre las patrulleras, Francia vino con una nueva oferta. Yo les había dicho que el precio original me parecía muy caro. Confieso que necesitamos equipo nuevo, ahora que estamos en pleno debate sobre el rol de la defensa y la seguridad. Como ellos son insistentes vendedores, acomodaron su oferta y trajeron una mucho más competitiva. Les prometí nuestro mayor esfuerzo para estudiarla, pero tampoco dije que sí. La cuestión del gasoducto, a diferencia de Suez, que está en claras vías de solución, es diferente. Hace casi 50 años que estamos hablando del tema. Es difícil encontrar los papeles. Hay un fallo de la Corte que dice que prescribió. Pero también dije que no queremos tener conflictos eternos.
-Rusia tiene una gran capacidad de inversión que no ha llegado a la Argentina. ¿Llegaron a acuerdos claros al respecto?
-Todo eso quedó clarísimo. Putin dijo "con el nivel de relaciones históricas que hay entre la Argentina y Rusia no tiene sentido este poco comercio que tenemos. Queremos aumentarlo". Hay que reconocer que Putin es un dirigente con un fuerte liderazgo, con un acompañamiento de su gente casi único en el mundo. Y que si uno llega con él a acuerdos claros, los respeta. Eso es importante para construir una relación a largo plazo. Claramente los ejes más importantes son todo lo que tiene que ver con la energía y transportes. Recordemos que la mayor parte de las centrales hidroeléctricas argentinas tienen turbinas rusas. Quieren volver a vender turbinas en los nuevos proyectos, y hacer la puesta a punto de las actuales. También quisieran que comencemos a hablar de la sexta central nuclear con tecnología rusa. También hablamos de la posibilidad de asociarnos en el desarrollo de nuestro reactor Carem, pequeño. Nos vendría bien un socio para terminar el desarrollo final y mejorar la comercialización, sector en el que nunca fuimos muy buenos. Por eso estamos tan contentos de haber logrado ganar este concurso en Holanda contra Francia y Corea del Sur. Y aunque no lo hayan demostrado, estoy convencido de que tuvimos una gran ayuda del rey Guillermo y la reina Máxima. Holanda quiso marcar un gesto de afecto en una negociación que era muy competitiva. Nuestro producto es muy bueno, pero los otros también.
-El Gobierno se propone llegar a una meta inflacionaria del 15%. ¿Lo que está pasando en el frente sindical y lo que sucedió con el ministro de Trabajo pueden llegar a afectar esa meta?
-Las paritarias son libres. Cada sector verá lo que puede hacer en función de la realidad de su empresa, de la rama, de los precios. Obvio que tenemos que tratar de reducir el valor de los bienes y servicios. Después están las paritarias del Estado. Eso, más que con la inflación, tiene que ver con lo que cada uno puede pagar, porque la gente no puede pagar más impuestos. Nos hemos comprometido a bajarlos. Todos estamos comprometidos en crecer. Y para que la Argentina pueda crecer, cada intendente, gobernador y gobierno nacional tiene que ser austero y cumplir con su presupuesto.
-¿Le preocupa el aumento del dólar en la última semana y su impacto en la inflación?
-No. Justamente necesitamos bajar la inflación para volver a pensar en pesos. El dólar flota libremente, sube y baja. No es algo a lo que haya que prestarle mucha atención.
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