Mauricio Macri: "Hay que alcanzar un acuerdo Mercosur-UE porque ambas regiones tienen muchísimo para ganar"
PARIS.- El presidente Mauricio Macri puso punto final hoy en París a su gira europea, convencido de que recibió las “buenas noticias” que esperaba de parte de su homólogo francés, Emmanuel Macron , sobre el futuro tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, y pese a los obstáculos en las negociaciones. Así lo afirmó el mandatario pocas horas antes de su vuelo que lo llevaría a Buenos Aires, en una entrevista concedida a tres medios argentinos: LA NACION, Clarín y El Cronista Comercial.
- ¿Qué lectura hace de la conferencia de prensa de ayer con el presidente Macron y de qué hablaron después en la cena?
- Por un lado quiero destacar el fuerte respeto que marcó Macron entre Francia y la Argentina. El segundo tema que hablamos es sobre el G-20. Macron hizo hincapié en el nuevo liderazgo de la Argentina. Después hubo su afirmación de que es importante para Francia llegar a un acuerdo UE-Mercosur. Darle un nuevo impulso a esta relación histórica basada en la fuerte corriente inmigratoria que hubo desde Europa hacia América Latina, especialmente en el Mercosur. Un impulso que va mucho más allá del comercio. Tiene que ver con profundizar lazos, cooperaciones técnicas, inversiones... Después, por supuesto, él marcó lo que todos sabemos: que tiene un delicado frente interno con el tema de la agricultura, que hoy se está focalizando en la carne. Pero dijo que hay que llegar a un acuerdo. Y eso lo ratificamos en la comida después. Hay que encontrar un acuerdo porque ambas regiones tienen muchísimo para ganar.
- Cuando usted dijo varias veces durante la gira “espero volver a Buenos Aires con una buena noticia”, ¿esa buena noticia fue la respuesta que le dio Macron ayer? ¿O usted esperaba un poco más?
- Hay que entender una cosa: nosotros no somos los negociadores. O sea el Mercosur son varios países con sus distintas posiciones y del otro lado está la Comisión Europea (CE). Eso se va a definir a partir del lunes en la UE, en Bruselas.
Cada uno cuida y espera lograr la transición más acompañada posible para sus respectivos intereses
- Sí, pero Francia por el momento bloquea el acuerdo...
- Obviamente, Francia tiene su peso. Pero la verdad es que me sorprendió gratamente la claridad y la contundencia con la cual el presidente Macron se expresó a favor de llegar a un acuerdo. Diciendo “hay que buscar la forma de balancear las cosas para obtenerlo”. Lo mismo buscamos nosotros, por eso empujamos para lograr la mayor apertura posible para nuestra agroindustria y velamos por tener la mayor protección posible para ese sector. Cada uno cuida y espera lograr la transición más acompañada posible para sus respectivos intereses.
- ¿Hasta dónde está dispuesta la Argentina a hacer un esfuerzo en la negociación, sobre todo en el tema de la carne?
- Estamos haciendo el máximo esfuerzo. No solo Argentina, también Paraguay, Uruguay y Brasil. Por eso estamos confiados en que a partir de la semana que viene logremos esto, que solamente sería un primer acuerdo político. A eso hay que agregar meses de acuerdo legal y después comenzarán diez años de transición. Recordemos que esto comenzó a negociarse casi antes de que yo naciera (risas). Es que estoy muy joven…
- Después de haberse reunido con empresarios durante esta gira ¿se lleva algo que pueda traducirse a nivel nacional?
- Hay dos planos distintos, pero se conectan. Uno es el plano político-institucional. Habrán visto que, en Davos, lo que se trasmitió fue un gran respeto por este nuevo posicionamiento de Argentina en el mundo. No por nada nos dieron la presidencia del G-20. Es algo que decidieron los integrantes del grupo, constituido por los países más importantes del planeta, porque perciben una coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Un gran paso que volvió a ratificar Emmanuel Macron ayer y Angela Merkel o Mark Rutte en Davos es el ingreso a la OCDE. Lo que vivimos en Davos, con muchísima más intensidad que la vez anterior, es que la gente comenzó a decirse “Ah, esto va en serio”. Pero también la verdad es que todos esos mensajes que recibimos demandan siempre alguna aclaración más. Lo más importante que marcan es: fíjemos reglas de juego claras.
- ¿Y usted atribuye la cautela de los inversores a la historia del país?
- Obvio. Son apenas dos años contra décadas de ir cambiando las cosas, de no cumplir.
- La confirmación de nuevas inversiones, ¿no genera una mayor necesidad de bajar costos de infraestructura o la tasa de inflación?
- Estoy muy agradecido del acompañamiento del mundo. Porque entendieron que escogimos este camino gradual, que tiene como objetivo cuidar a nuestra de gente y hacer parte de este proceso de cambio a todos los argentinos. Creen en eso, creen en la ley de responsabilidad fiscal que va a bajar los impuestos, creen en que va a ir bajando la inflación. Por eso están apostando. Es verdad, todos plantean que trabajar con inflación es muy complicado. Nos hemos quedado casi solos. El resto del mundo casi no tiene inflación. Todos dicen, valoramos su compromiso de bajar la inflación, es fundamental para nosotros.
-Volviendo a la reunión con Macron. Había pendientes tres temas de litigio con Francia: la compra de las patrulleras, el tema del gasoducto en el Canal de Beagle, y el caso de Suez ante el CIADI, cuya resolución confirmó la agencia Bloomberg, pero no el gobierno argentino.
- Hablamos de dos de los tres temas. Sobre las patrulleras, Francia vino con una nueva oferta. Yo les había dicho que el precio original me parecía muy caro y, como necesitamos reducir la pobreza, cuido cada peso de gastamos. Confieso que necesitamos un equipo nuevo, ahora que estamos en pleno debate sobre el rol de la defensa y la seguridad. Como ellos son insistentes vendedores, acomodaron su oferta y trajeron una mucho más competitiva. Les prometí nuestro mayor esfuerzo para estudiarla, pero tampoco dije que sí. La cuestión del gasoducto, a diferencia de Suez que está en claras vías de solución, es diferente. Hace casi 50 años que estamos hablando del tema. Es difícil encontrar los papeles. Hay un fallo de la corte que dice que prescribió. Pero también dije que no queremos tener conflictos eternos, de modo que trataremos de hallar la forma de ver si se puede hacer de vuelta un estudio del tema o plantear un arbitraje.
- Pero eso no evita que el Estado francés garantice las inversiones en Argentina…
- Sí. El gobierno recordó que ese litigio restringe las cifras que el organismo público que garantiza a esas empresas puede autorizar y lo mismo sucede con el nuevo banco, el BRIC. Estamos intentando soluciones. Queremos ser conocidos en el mundo por ser gente cumplidora, que tiene palabra. Estamos tratando de resolver todos los litigios en el CIADI. Pero nos han dejado bajo de la alfombra una cantidad enorme de bombas.
- Rusia tiene una gran capacidad de inversión que no ha llegado a Argentina, ¿llegaron a acuerdos claros al respecto?
- Todo eso quedó clarísimo. Putin dijo “con el nivel de relaciones históricas que hay entre la Argentina y Rusia, no tienen sentido este poco comercio que tenemos; queremos aumentarlo”. Y claramente los ejes más importantes son todo lo que tiene que ver con la energía y transportes. Recordemos que la mayor parte de las centrales hidroeléctricas argentinas tienen turbinas rusas. Quieren volver a vender turbinas en los nuevos proyectos, y hacer la puesta a punto de las actuales. También quisieran comencemos a hablar de la sexta central nuclear con tecnología rusa.
Putin es un dirigente con un fuerte liderazgo, con un acompañamiento de su gente casi único en el mundo
- La Argentina vuelve al mundo, quiere participar en los organismos multilaterales, pero no lo hemos escuchado dar su opinión sobre el papel de Putin en la anexión de Crimea y, sobre todo, de su apoyo incondicional a Bashar al-Assad en la guerra de Siria.
- Es muy difícil dar una opinión con la política exterior de Rusia cuando tiene que ver lineamientos que vienen de décadas. Pero hay que reconocer que Putin es un dirigente con un fuerte liderazgo, con un acompañamiento de su gente casi único en el mundo. Y que si uno llega con él a acuerdos claros, los respeta. Eso es importante para construir una relación a largo plazo.
- Se acercan las negociaciones paritarias, el Gobierno se propone llegar a una meta inflacionaria del 15%. ¿Lo que esta pasando en el frente sindical y lo que sucedió con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, puede llegar a afectar la concreción de esa meta?
- Las paritarias son libres. Cada sector verá lo que puede hacer en función de la realidad de su empresa, de la rama, de los precios. Obvio que en Argentina tenemos que tratar de reducir el valor de los bienes y servicios. Quiere decir que hay mucho trabajo por hacer de parte de empresarios, gremios y gobierno, y para reducir el costo de vida de la gente. Después están las paritarias del Estado. Eso, más que con la inflación, tiene que ver con lo que cada uno puede pagar, porque la gente no puede pagar más impuestos. Nos hemos comprometido a bajarlos. Con el gobierno anterior, los impuestos se fueron a cualquier lugar e impiden la creación de trabajo. Es tal el nivel de impuestos que se creó, que alentamos el crecimiento de la economía en negro. En este caso, cada ciudad, provincia y la nación tendrán que pagar los salarios que les permitan los impuestos que recaudan. No hay otra manera.
- ¿Le preocupa el aumento del dólar en la última semana y el impacto que pueda tener en la inflación?
- No. Justamente necesitamos bajar la inflación para volver a pensar en pesos. El dólar flota libremente, sube y baja. No es algo a lo que haya que prestarle mucha atención. Tenemos que pensar en pesos, en trabajar, en hacer las cosas bien, en reducir los precios de las cosas que producimos, para que cada vez más gente pueda acceder a los bienes y servicios y vivir mejor.
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