Mauricio Macri explicitó por primera vez un pedido para que lo acompañen en las PASO
SANTA FE.– (De un enviado especial) Las PASO son el gran objetivo para Mauricio Macri. El resultado de las primarias será determinante para sus aspiraciones. Ya no se trata de voceros, exégetas o mensajes en off the record de funcionarios de confianza: ahora es el Presidente el encargado de dejar en claro lo que está en juego en agosto.
"Tenemos que transmitirle al mundo con contundencia que no vamos a volver atrás y eso es el 11 de agosto, en la PASO", lanzó Macri levantando el tono de su voz. Y, a los gritos, remató: "¡Ahí tenemos que decir que la Argentina va hacia el futuro, los argentinos pusimos primera y no volvemos atrás!"
Fue el final de una presentación accidentada ante militantes en esta ciudad. Quedó en evidencia que la puesta en escena, precisamente compartimentada, no estaba preparada para un contratiempo. La superposición de reuniones provocó el retraso del candidato, lo que alteró el esquema: Miguel Pichetto terminó su discurso con una ovación y todos se pusieron de pie para ver ingresar a Macri, pero el mandatario no apareció. La canción elegida para generar clima se repitió tres veces, pero nada.
Sin el protagonista en el escenario 360, fueron Pichetto, el senador Alfredo de Angeli y el candidato a diputado Federico Angelini los encargados de bajar la ansiedad de las 2000 personas presentes en el Ateneo del Colegio de la Inmaculada Concepción. Improvisaron un breve stand-up, con chistes malos y arengas. Minutos más tarde, Macri hizo su entrada estelar.
"Necesitamos salir ahí, hablarle a cada amigo, cada compañero de trabajo y decirles, ahora viene la PASO", los arengó el Presidente, que minutos antes había almorzado con sus pares de Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia en el cierre de la cumbre del Mercosur.
"Los argentinos cómo nunca antes han bancado. Estoy más convencido que nunca que el camino que hemos tomado es el correcto. Estamos convencidos que en el pasado no hay soluciones para nuestros problemas, no queremos volver al aislamiento. No queremos más cepo ni corruptela", manifestó el jefe del Estado, que estuvo acompañado por el canciller Jorge Faurie –fue alumno de esa escuela– y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Más temprano, en Entre Ríos, al visitar las nuevas instalaciones del frigorífico Alberdi, que triplicó su personal para consolidar su perfil exportador frente a la apertura de nuevos mercados, el Presidente sostuvo que las "trasformaciones, cuando son de raíz, no se hacen de un día para el otro".
Así, Macri continuó con el objetivo que trazó su equipo de campaña: lograr mayor volumen en la zona centro del país, donde busca contrarrestar los votos que podría perder en el conurbano. La táctica es lograr una importante diferencia frente a Alberto Fernández en los grandes centros urbanos y las capitales provinciales.
Los números, según las encuestas que manejan en despachos oficiales, comienzan a mostrar una mejoría en esos distritos. En Mendoza, por ejemplo. Macri ya está en una cifra cercana a los 35 puntos, mientras que su principal rival se mantiene en 30% hace dos meses. En Córdoba, el Presidente le podría sacar 20 puntos al kirchnerismo. En toda la zona centro, siempre según las encuestas que tienen en la Casa Rosada, Macri está creciendo.
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