Mauricio Macri celebró la creación del fuero laboral en la Ciudad de Buenos Aires

El gobierno porteño logró la semana pasada en la Legislatura aprobar un proyecto de ley que propone acortar los tiempos procesales a la hora de tratar los casos de despidos y conflictos que se den en el ámbito local. Es un viejo anhelo desde los tiempos de Mauricio Macri como jefe de gobierno para forzar el traslado de la justicia laboral al ámbito de la Ciudad.

“Me alegra que se haya aprobado la creación de un fuero laboral propio en la Ciudad de Buenos Aires. Podremos esperar procesos más ágiles, equitativos y eficientes”, escribió ayer Macri en su red social X. El expresidente, durante su paso por la Casa Rosada, se enfrentó a un grupo de jueces laboralistas que fallaron en contra de los despidos en Télam y desde ese momento calificó al fuero como “la industria del juicio”.

Hasta el momento, los conflictos laborales que se daban en territorio porteño eran tratados por la justicia nacional en lo laboral, que cuenta con 80 juzgados y 10 salas y los plazos de resolución podían extenderse hasta por cinco años. Según señalaron desde el Ejecutivo porteño, con este escenario se veían afectados tanto los derechos de los trabajadores como de los empresarios. En el primer caso, “porque los créditos solicitados se licúan con el paso del tiempo”, mientras que por el lado de las empresas, la afectación se relaciona con las sentencias cuyas sumas de dinero incluyen intereses, reajustes y actualizaciones.

La Constitución reformada en 1994 estableció la autonomía porteña y el traspaso de la justicia nacional a la Ciudad: no solo la laboral, sino la civil y la comercial, entre otras, pero no todos los convenios de transferencia se concretaron. El traspaso por la Ley Cafiero debe ocurrir con las partidas presupuestarias necesarias. Los jueces nacionales resisten el traspaso de la justicia nacional a la Ciudad y mientras tanto se está dando lentamente un traspaso de las competencias penales de la justicia nacional a la justicia porteña.

Bajo este contexto, la Ciudad decidió avanzar y armar su propio fuero laboral. “La puesta en funcionamiento del fuero laboral es un gran paso hacia la consolidación de la autonomía de la Ciudad, que es una deuda pendiente que tenemos con todos los porteños”, destacó Gabino Tapia, ministro de Justicia porteño.

Para que el traspado de la justicia laboral suceda debería enviarse un proyecto de ley al Congreso de la Nación y ser aprobado. Desde la CGT rechazaron la iniciativa aprobada en la Legislatura. “Una Corte porteña no puede decidir el futuro de los trabajadores de todo el país”, expresó la central obrera en un comunicado.

Los sindicatos peronistas conservan peso e influencia en la Justicia laboral nacional. Algunos abogados laboralistas afirman que de avanzar con el traspaso sería “inconstitucional”. De hecho, hay antecendentes con otros fueros. Para Macri sería una suerte de revancha porque ya lo había intentado sin éxito durante su gestión, cuando se refirió a “la mafia de los juicios laborales” y a “la industria del juicio”, y denunció a magistrados por avalar reclamos salariales, retrotraer descuentos por días de huelga y exigir la reincorporación de personal despedido de organismos públicos.

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