Catarsis y reproches a Cristina Kirchner en la carta de renuncia que Matías Kulfas le presentó al Presidente
El exministro calificó como una “injusta acusación” el pedido de la vicepresidenta a Alberto Fernández para que “use la lapicera” y ratificó sus críticas a los funcionarios de La Cámpora
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Matías Kulfas, uno de los hombres de mayor confianza del presidente Alberto Fernández, se despidió como ministro de Desarrollo Productivo con una larga misiva en la que exaltó sus logros en la gestión -duramente cuestionada por el kirchnerismo- y dedicó fuertes críticas a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a los funcionarios que le responden por sus manejos en el área energética.
En su carta de renuncia dirigida al presidente, el ahora exministro aprovechó para apuntar directo contra La Cámpora y el kirchnerismo: acusó al equipo de la Secretaría de Energía, encabezada por Darío Martínez y su subsecretario Federico Basualdo, de “alimentar el sistema nefasto de subsidios” y de incurrir en un “internismo desesperante” que impidió avances concretos en el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta y que le cuesta al país “millones de dólares en importaciones” de gas.
“Los avances fueron lentos, signados por un internismo exasperante dentro del propio equipo de la Secretaría de Energía, es decir, internismo dentro del internismo”, advirtió Kulfas al referirse a las demoras para avanzar con el gasoducto Néstor Kirchner, la obra que marcó su salida del gabinete el sábado pasado, luego de un off the record que difundió su cartera a un grupo de periodistas.
Allí, el ahora exministro había sugerido que desde el área de Energía se habría direccionado la licitación para la compra de los caños destinados al gasoducto a una empresa subsidiaria de Techint. La insinuación de Kulfas desató la furia de la vicepresidenta. Acto seguido, el presidente Fernández le exigió a su hombre de confianza su renuncia.
En su carta de despedida, Kulfas ratificó sus afirmaciones del viernes pasado, primero vertidas en una entrevista radial y luego confirmadas en su versión off the record. Y señaló a Cristina Kirchner, que el viernes le pidió al Presidente públicamente que “use la lapicera” frente a empresas como Techint.
“Huelga adicionar la injusta acusación que la Sra. Vicepresidenta le formulara al señalarle que Usted tiene que ‘usar la lapicera’ para forzar un mayor contenido nacional cuando dichas decisiones fueron adoptadas por IEASA”, la empresa que conduce el camporista Agustín Gerez.
Kulfas fue implacable a la hora de cuestionar la política de subsidios alentada por el kirchnerismo, el cual “tiene un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista anti federal y pro rico”. “Era imprescindible racionalizar este sistema realizando adecuaciones tarifarias que tuvieran en cuenta la crisis de ingresos de los hogares, pero dotándola de progresividad distributiva. Lejos de ello, el equipo de la Secretaría de Energía, que se fuera desplegando desde los entes reguladores, no hizo más que alimentar este sistema nefasto de subsidios”, enfatizó.
“El equipo de la Secretaría de Energía no fue capaz de diseñar un sistema de segmentación de tarifas y cobrarle a los ricos y sectores de ingresos medio altos una boleta de luz y gas sin subsidios”, asestó.
El exministro reprochó, también, las críticas que recibió del kirchnerismo al Plan Gas 2020, ideado para estimular la producción de gas y ahorrar divisas de importación. “Si bien estaba listo en julio de 2020, rápidamente aparecieron las voces críticas desde un sector de los entes reguladores (que comanda La Cámpora) que decían que nuestra propuesta era antieconómica (...) Qué bueno que no les hizo caso a esas personas señor presidente, no hay que entender mucho de economía para darse cuenta los graves impactos en nuestra balanza de divisas que hubiésemos tenido sin ese Plan Gas. El debate fue tan desgastante y absurdo que derivó en el traspaso de la Secretaría de Energía al Ministerio de Economía, pero finalmente primó la racionalidad”, enfatizó.
El “internismo” vuelve a ser denunciado en otro párrafo de la carta de renuncia, cuando Kulfas se refiere a la recuperación de la empresa Impsa. Nuevamente, va dirigido a funcionarios de La Cámpora, aunque en este caso de la Subsecretaría de Energía Eléctrica que comanda Federico Basualdo.
“Hoy Impsa está de pie, con nuevos negocios, tendrá anuncios importantes para realizar próximamente. Pero también sufre por el internismo del equipo de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que tiene parados numerosos proyectos de energías renovables de interés para varias provincias y de la incomprensible demora en ejecutar obras hidroeléctricas necesarias para el país”, advierte el exministro.
Con la mira en el futuro, Kulfas también le dedica un mensaje a Fernández, aunque también parece dirigido a un destinatario más amplio. “El bajo crecimiento, la inestabilidad macroeconómica, la pobreza y la falta de justicia social no son una condena sino el resultado de no haber tenido esta mirada estratégica, de estar siempre pensando en la coyuntura y en las mezquindades de corto plazo”, señala en la carta.
En su despedida, el ministro agradeció no solo la labor de los cuadros técnicos y políticos del Ministerio de Desarrollo Productivo, sino también la colaboración y el trabajo en equipo del gabinete de Fernández. Fue selectivo a la hora de los agradecimientos: en su lista incluyó a Santiago Cafiero, Martín Guzmán, Cecilia Todesca, Mercedes Marcó del Pont, Claudio Moroni y Miguel Pesce. El resto es englobado en un agradecimiento general a los “compañeros y compañeras del gabinete”.
En el tramo final de la carta, Kulfas reitera su agradecimiento al Presidente. “Por haberme confiado la tarea y por haber apoyado mis iniciativas de manera contundente”, dice. Pero, otra vez, vuelve a plantearle un llamado de atención: “Estamos ante una oportunidad histórica para el país. No la podemos dejar pasar. Ningún internismo puede anteponerse a estos objetivos. Ninguna grieta puede impedir concertar estos objetivos con otras fuerzas políticos y los sectores de la producción”.
Los desafíos pendientes
Antes de cerrar la carta de 13 carillas, Kulfas enumera los desafíos que la gestión de Fernández debería encarar. De cara a la oposición, pero también los otros sectores del oficialismo. El primero, señala, es “reemplazar este ineficaz, costoso, antifederal e injusto sistema de subsidios a la energía y el transporte por un esquema de subsidio a la demanda”. Música para los oídos de los gobernadores del interior y del propio ministro Guzmán, que cuando lo planteó recibió duras críticas del kirchnerismo. Nuevamente, un sistema que depende de áreas que controla La Cámpora.
Además de un plan de eficiencia energética (para reemplazar electrodomésticos viejos con productos más eficientes y nacionales), Kulfas agrega otros dos desafíos urticantes. El primero, un régimen laboral especial para Pymes. El segundo, la reducción de las retenciones a las exportaciones agroindustriales.
“No podemos dejar pasar el tren de la historia por internismos o mezquindades de algunas fuerzas políticas. Es necesario ubicarse por arriba de estos asuntos por el bien de la Nación y de nuestro pueblo”, le insiste a Fernández, una vez más, Kulfas, antes de ofrecerse a colaborar “desde el llano”.
El aplauso de sus funcionarios
Antes de llevar su renuncia, en mano, al presidente Fernández, Kulfas pasó por el ministerio ubicado en la avenida Presidente Julio A. Roca. Se encontró con un aplauso cerrado y sostenido de los trabajadores de la cartera en el salón auditorio del 9° piso.
Luego de ese encuentro, Kulfas llegó a la Casa Rosada minutos antes de las 16, con rostro y andar más que relajado. Se permitió, incluso, tirar un beso simbólico a los periodistas antes de subir las escaleras que lo llevaron al despacho presidencial, en el primer piso de Balcarce 50.
Hasta el mediodía del sábado, Kulfas tenía todo listo para partir en la noche del domingo hacia Los Angeles para participar de una reunión de ministros de Desarrollo Productivo, hasta que el tuit de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en la que sin nombrarlo lo acusaba por versiones sobre favoritismos en la adjudicación de obras para el gasoducto Néstor Kichner, precipitó su salida del cargo.
Su mezcla de bronca y decepción es compartida por varios de los ministros que, durante los dos últimos días, lo llamaron para transmitirle su solidaridad y despedirse. En esa lista hay amigos, como Cecilia Todesca o Santiago Cafiero, con quienes compartió el grupo Callao. Entre los faltantes aparecen ministros cercanos a la vicepresidenta.