Mathias Cormann, secretario general de la OCDE: “Bajar la inflación es también una política social”
En su paso por Buenos Aires, el funcionario elogió al Gobierno y se mostró optimista respecto del ingreso de Argentina a la organización, pero advierte que es un proceso largo y que se necesitará consenso para lograrlo
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La entrevista había concluido, pero Mathias Cormann se había quedado con una frase sin pronunciar. “Reducir la inflación también es una política social. Pueden agregarlo a la entrevista”, afirmó, de modo coloquial, el secretario general de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), el “club” de 38 países prósperos al que el gobierno de Javier Milei quiere pertenecer.
En un diálogo con tres medios nacionales, entre ellos LA NACION, luego de su participación en un foro organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) en el hotel Alvear, Cormann elogiará con esa frase el rumbo elegido por el Gobierno y se mostrará optimista en cuanto al ingreso de la Argentina, aunque reconocerá que es “un proceso largo” que demandará varias gestiones. Exministro de Finanzas de Australia, y con un estilo cortés y diplomático, Cormann evitará ingresar en la discusión sobre el costo social del ajuste implementado por la gestión libertaria y pedirá “mirar hacia el futuro”, sin criticar el desdén de los gobiernos kirchneristas en relación a la organización que encabeza desde 2021. “Cualquiera sea el gobierno, este proceso beneficiará a todo el pueblo argentino”, concluirá, horas antes de ser recibido por el presidente Milei.
-¿Por qué el interés de la OCDE en la Argentina?
-Bueno, la Argentina presentó su solicitud hace algunos años porque consideró claramente que participar en este proceso de adhesión a la OCDE ayudaría a respaldar su agenda de reformas estructurales, y a respaldar mejores resultados para el pueblo argentino en el mediano y largo plazo. Habiendo considerado la solicitud de la Argentina, el Consejo de la OCDE tomó la decisión de invitar a la Argentina a ingresar al proceso de adhesión, a abrir discusiones, y ese es el proceso que ahora estamos iniciando formalmente. Según lo entendido por nuestros socios en la Argentina, creo firmemente que este proceso ayudará a lograr mejores resultados económicos y sociales en el mediano y largo plazo.
-El gobierno de Mauricio Macri afirmó que les gustaría ser parte de la OCDE, y luego llegó el presidente Fernández, quien descartó esa posibilidad. ¿Influyen negativamente estos vaivenes?
-Mire, no somos partidistas. Tratamos de buena fe con el gobierno electo y trabajamos en base a lo que nos dicen que están interesados en llevar a cabo con nosotros. Lo que puedo decir en lo que respecta a la adhesión a la OCDE, debido a que es un proceso tan largo, nuestra experiencia en el pasado, por ejemplo en Costa Rica o en Colombia, ha sido que el proceso comenzó bajo una administración y hubo una o dos más administraciones antes de que el proceso llegara a su fin. Y como dije durante mis comentarios durante este discurso de esta noche, asegurar el apoyo más amplio posible en todo el espectro político, es un elemento importante. Por eso espero que, ahora que este proceso está en marcha, sigamos teniendo un compromiso muy positivo y productivo con esta administración, pero que esto continúe con cualquier administración futura.
Tenemos gobiernos socialistas y liberales. Tenemos gobiernos de izquierda y de derecha. No importa. Fundamentalmente, la OCDE es una organización que reúne a democracias basadas en el mercado, que comparten un compromiso con un conjunto de valores fundamentales y que comparten un compromiso con una metodología de aprendizaje entre pares, de compartir información, para ayudar a identificar las mejores prácticas, qué funciona mejor y ayudar a difundir esas mejores prácticas en países de todo el mundo. Cualquiera que sea la tendencia política del gobierno argentino en el futuro, creo que este proceso beneficiará al pueblo argentino, ayudará a lograr un crecimiento estable y más sostenible, y contribuirá a lograr aumentos en los ingresos y los niveles de vida de una manera que sea confiable y más estable.
-¿En qué medida el proceso del gobierno de Alberto Fernández retrasó el proceso?
-No soy un comentarista político. Respetamos que corresponde a cada gobierno electo emitir juicios sobre qué y a qué velocidad quieren hacer en pos de su interés nacional. Debo decir que hicimos un muy buen trabajo, también con la administración anterior en Argentina, que se unió como miembro al foro inclusivo de la OCDE, sobre enfoques de mitigación de carbono. Por lo tanto, estamos trabajando en políticas climáticas económicamente sensatas y globalmente efectivas. Hemos tenido una asociación con diferentes gobiernos de diferentes tendencias en Argentina durante varias décadas. Estamos en un momento emocionante en la historia de nuestra relación. Estoy realmente centrado en el futuro. No puedo cambiar nada de lo que pasó en el pasado, pero todos juntos podemos trabajar por un futuro mejor.
-¿Podría darnos un cronograma o un momento en el que Argentina podría ser un socio real de la OCDE?
-Bueno, estamos al comienzo de un proceso de revisión técnica de varios años. Irá lo más rápido posible y tardará tanto como sea necesario. La razón por la que dudo en dar una fecha límite precisa es que hay demasiadas incógnitas. No sé qué tan rápido Argentina va a brindar la información que necesitamos para hacer las evaluaciones. Y luego, una vez que se hayan hecho las evaluaciones y se hayan emitido los hallazgos y las recomendaciones, no sé con qué rapidez los procesos políticos en Argentina implementarán las reformas necesarias. Por lo tanto, haremos todo lo posible para facilitar el proceso para que se lleve a cabo de la manera más rápida y fluida posible a través de los 26 comités diferentes. Procesos de adhesión recientes han tardado entre cinco y ocho años, pero el desempeño pasado no es un indicador del desempeño futuro. Iremos lo más rápido posible, pero nos tomaremos todo el tiempo necesario para hacer bien el trabajo.
-¿Hay alguna razón por la que ningún país del Mercosur integra hoy la OCDE? ¿Pueden ser los altos aranceles?
-Estamos teniendo una muy buena cooperación con Paraguay, que ha estado muy interesado en fortalecer su cooperación y compromiso con la OCDE. Los países tienen que expresar sus intereses y deben comprometerse a respetar el rigor del proceso. Quiero decir, el proceso de adhesión a la OCDE no es un proceso fácil, un país tiene que estar realmente comprometido a participar en este proceso disciplinado. La única manera de que esto suceda es si un país realmente quiere hacerlo.
-La agenda del gobierno libertario está en contra de la agenda 2030. Para la OCDE, esta agenda es muy importante. ¿Qué le sugeriría a Argentina, por ejemplo, en medio ambiente, cambio climático, diversidad?
-El primer punto que quisiera señalar es que la OCDE no se involucra en políticas de corto plazo. Nos centramos en la agenda de reformas a mediano y largo plazo. Y el proceso de adhesión a la OCDE es un proceso técnico. Contamos con alrededor de 270 estándares de la OCDE que serán evaluados. Y esos comités incluyen el comité de comercio e inversión, el de competencia y también el comité de medio ambiente y el de empleo y asuntos laborales y sociales. Evaluaremos el desempeño de Argentina en comparación con nuestros estándares y cómo la legislación, las políticas y las prácticas de Argentina se alinean con esos estándares. Allí se descubrirán dónde están las lagunas y dónde están las mejoras necesarias. Y luego dependerá de Argentina decidir si implementa o no las recomendaciones. Para nosotros, este es un proceso técnico. No nos distraemos con discusiones políticas de corto plazo. Ahora bien, cuando se trata de la Agenda de Desarrollo Sostenible, esta es una agenda con apoyo internacional que es liderada por las Naciones Unidas. La OCDE apoya los esfuerzos internacionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han definido. En general, nuestros estados miembros apoyan los esfuerzos internacionales para lograr esos objetivos. El proceso de adhesión es un maratón, no es una carrera corta.
-¿Pero esta agenda ultraconservadora podría afectar el proceso?
-Bueno, este no es un proceso político, estamos colaborando a nivel de trabajo con funcionarios sobre cuestiones muy técnicas. En última instancia, al final de este proceso técnico, hay una decisión, donde el Consejo de la OCDE decide si la Argentina ha cumplido los criterios de membresía en un grado suficiente para ser invitada a unirse como miembro.
-¿Y en qué etapa se encuentra ahora la Argentina desde su punto de vista?
-Bueno, es el comienzo. Invitamos a Argentina a entrar en el proceso. Argentina dijo que sí, que tenemos muchas ganas de entrar en el proceso. De hecho, el presidente Milei escribió una carta en su primer día en el cargo para decir que su administración quiere continuar con el proceso de adhesión. Luego, en nuestra reunión del consejo ministerial en mayo, entregamos a la Argentina la hoja de ruta para la adhesión, que establece los términos y condiciones y el proceso para el proceso de adhesión. Y la siguiente etapa, lo que está haciendo ahora mismo el gobierno argentino es su autoevaluación, lo que llamamos memorando inicial. Entonces el gobierno de Argentina está autoevaluando cómo su legislación, políticas y prácticas cumplen con los estándares y mejores prácticas de la OCDE. Una vez que hayamos recibido esto, y el Gobierno aquí nos diga que lo tendremos para fin de año, iniciaremos el proceso del comité donde todos esos 26 comités con expertos de todos nuestros Estados miembros pasarán por un proceso exhaustivo de investigación de hechos y de recomendaciones para el cambio.
-Un punto importante en la OCDE son las cuestiones institucionales y de gobernanza, la relación entre Parlamento y Gobierno. El presidente Milei dijo que odia al Parlamento. ¿Qué información tiene sobre el vínculo entre el Gobierno y el Congreso? ¿Cree que hay algo que el Gobierno pueda mejorar en la relación política con el Parlamento?
-Bueno, el primer punto es que el Congreso es una parte importante de este proceso, por eso hoy (por el jueves) me reuní con una delegación de la Cámara de Diputados, y con una delegación del Senado, incluida su titular, la vicepresidenta. Al final, una vez que se hayan emitido conclusiones y recomendaciones, cualquier cambio en la legislación deberá ser aprobado por el Parlamento. Por eso el Parlamento tiene que ser un socio clave en este proceso.
-Usted destacó el tema de la baja inflación y el superávit. ¿Es consciente del costo social que esto tiene para la población argentina por el ajuste en la economía?
-Trabajamos con gobiernos elegidos democráticamente. Y la administración Milei fue elegida por el pueblo de Argentina. Si, a juicio del pueblo argentino, han hecho un buen trabajo, serán reelegidos. Si, a juicio del pueblo argentino, no han hecho un buen trabajo, no serán reelegidos. Y, en general, la Argentina tuvo un desafío muy serio en lo que respecta al nivel de inflación. Y no hay duda de que se necesitaban medidas firmes para reducir la inflación y se siguen necesitando para reducirla. No hay duda de que existe un desafío fiscal. Como saben, en última instancia, los juicios sobre cómo abordar estas cuestiones en el corto plazo son juicios políticos. No somos políticos. Los juicios políticos los hacen los gobiernos electos. Y este proceso es muy importante y la OCDE apoya plenamente.
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