Massa: el sub 40 que sobrevivió a WikiLeaks y expande su poder
El intendente de Tigre llamó "monstruo" a Kirchner, pero poco tiempo después compartió boleta con Cristina; la pelea con Boudou y su pasado duhaldista
Fue jefe de Gabinete, candidato testimonial y niño mimado de Néstor y Cristina Kirchner. Su vínculo con el matrimonio presidencial pareció estallar, pero dos años después quedó sellado en la misma boleta. Capitaneó un grupo de intendentes decidido a tomar distancia de la Casa Rosada, pero terminó yendo con la boleta del kirchnerismo y hace un mes fue reelecto intendente de Tigre con 73% de los votos (19 puntos más que la Presidenta): se convirtió en el jefe comunal más votado de la provincia de Buenos Aires. Fue íntimo de Amado Boudou hasta que las vueltas de la política los separaron. Sin haber cumplido todavía 40 años pasó de la Ucedé al peronismo y, una vez allí, del menemismo al duhaldismo y luego al kirchnerismo. Es además un "sobreviviente" del huracán WikiLeaks. Piensa (y maneja) su distrito decidido a pelear por la gobernación bonaerense en 2015.
Sergio Tomás Massa nació en San Martín el 28 de abril de 1972 en un hogar de clase media. Dio sus primeros pasos en política durante el secundario, en un colegio católico de San Martín. También militó en la Ucedé de la mano de Alejandro Keck, en el ala más conservadora del partido de Alvaro Alsogaray. Fue también en San Martín donde saltó al PJ.
"Era un pibe con buenos modales, pedía permiso. Entre peronistas eso llamaba mucho la atención", lo describió Graciela Camaño. La diputada, que junto con Luis Barrionuevo fue su puerta de entrada al justicialismo, recuerda que Massa no faltaba un solo sábado a las recorridas barriales por San Martín y que nunca se separaba de un perro siberiano. Estudió abogacía en la Universidad de Belgrano pero nunca se recibió.
La elección de Tigre como bastión territorial terminó de sellarse cuando conoció a Malena Galmarini, con quien se casó en 2000 y tuvo dos hijos. Hija de la ex diputada Marcela Durrieu y del ex funcionario menemista y asesor de Eduardo Duhalde, Fernando "Pato" Galmarini, Malena no sólo es secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano del municipio. También está al tanto de cada detalle de la agenda de su marido. De hecho, su nombre sonó con fuerza cuando Massa amagó con competir por el sillón de La Plata este año. "Es bravísima", dicen los que la conocen. Y recuerdan que, hace algunos años, sólo la policía pudo separarla de los ladrones que amenazaron con lastimar a sus hijos.
Es la misma mujer que, según consignó la embajada deEstados Unidos en el famoso cable de WikiLeaks, "le ponía caras" a Massa para que frenara el ataque contra Kirchner.
Desde siempre hincha de San Lorenzo, Massa adoptó a Tigre como segundo club de sus amores. Fue vicepresidente y vocal del club y se convirtió en la cara visible del regreso del equipo a primera después de 27 años y de los subcampeonatos de 2007 y 2008. Hoy, sin cargos formales en el club, sigue de cerca cada uno de sus pasos.
En 1999, tras un breve paso por el Ministerio de Desarrollo Social durante la gestión de Ramón "Palito" Ortega, fue electo diputado provincial con el apoyo de Duhalde. Ya entonces hablaba de ser intendente de Tigre. "Duhalde le vio pasta, pero era muy joven y le recomendó esperar", cuentan quienes lo conocieron.
Llegó a la dirección de la Anses apadrinado por Alfredo Atanasof en los primeros meses del caótico 2002. Fue un trampolín importante: no sólo se afianzó como administrador eficaz (en la Secretaría de Empleo había informatizado el padrón de beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar), sino que también acumuló contactos con gobernadores e intendentes. Kirchner lo confirmó en el cargo aún después de las legislativas de 2005 en las que logró una banca como diputado nacional.
En diciembre de 2007, el sueño de Tigre se hizo realidad. Massa dejó la Anses en manos de su amigo Amado Boudou y asumió como intendente. La mudanza al municipio duraría poco, sería tan breve como la supervivencia de su amistad con el ministro de Economía. Siete meses más tarde, el 23 de julio de 2008, se convirtió en el segundo jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
"Voy a ser la rueda de auxilio de la Presidenta", dijo el día que asumió. Durante su gestión, el Gobierno primero autorizó la libre opción jubilatoria y luego estatizó el sistema previsional.
En una entrevista , Boudou contó lo que Kirchner le dijo luego de que le presentaran el proyecto: "Estoy totalmente de acuerdo. Ponete a trabajar el tema. De ahora en adelante hablás con Cristina y conmigo. Y si sale en los diarios, es culpa de Massa que está en contra". La versión de Massa es sustancialmente distinta. Indica que él estaba de acuerdo con el plan de Boudou, aunque tenía alguna duda sobre el aporte voluntario, pero que participó activamente en su concreción y que la última frase de Kirchner nunca existió.
Para muchos funcionarios y colaboradores que compartieron sus meses en la Casa Rosada, la incomodidad de Massa en el Gobierno no tardó en hacerse evidente. "Quiso darle continuidad a la era albertista, pero no era Alberto. Además, los ministros más «pesados» lo odiaban en masa", contó uno de ellos, divertido con el juego de palabras, a LA NACION.
El cable 205434 del Departamento de Estado de Estados Unidos, también difundido por Wikileaks, da cuenta de este malestar. Es de mayo de 2009 y su protagonista es el empresario inmobiliario Jorge O’Reilly, asesor de Massa en la Jefatura de Gabinete. En una reunión con consejeros económicos de la embajada O’Reilly defenestró la política económica de los Kirchner: criticó la falta de seguridad jurídica, la manipulación de la política impositiva y el retraso tarifario.
También habló de la "frustración" de Masa por no poder "hacer entrar en razón" a otros funcionarios sobre la necesidad de avanzar con "políticas económicas racionales", auguró "poco tiempo más" a Massa en la Jefatura y habló de sus ganas de volver a Tigre. El dato más llamativo, que las autoridades consignaron sorprendidas en el cable, es que O’Reilly dijo todo esto en un despacho de la Casa Rosada, a metros del de Cristina Kirchner.
Massa niega tajantemente que haya preparado o anticipado su salida del Gobierno. Niega incluso que haya estado molesto con el Gobierno. A su favor, recuerda que desde que asumió en la Jefatura de Gabinete se ocupó de dejar claro que su paso por el Poder Ejecutivo era temporario y que su compromiso era regresar a Tigre no bien fuera posible.
Más allá de la incomodidad y su tenor, en 2009 Massa aceptó ser candidato testimonial en 2009. Fue su último servicio formal a los Kirchner. Nueve días después de la derrota en las elecciones legislativas fue reemplazado por Aníbal Fernández. El Gobierno lo acusó de haber hecho campaña en contra del oficialismo y de haber mandado a cortar boleta. Su mujer fue candidata a concejal y obtuvo el 53,03% de los votos. Los candidatos a diputados nacionales kirchneristas recibieron el 39,05%. El intendente negó haber operado en contra del Gobierno. "En Tigre se frenó el «Denarvazo»", replicó.
Con el regreso a Tigre, Massa creció en popularidad con una vistosa política de comunicación. En los últimos meses organizó exposiciones con Maradona, Sampras y Agassi, entre otros.
En 2010, ya más distanciado del Gobierno, se puso al frente del G-8 un grupo de intendentes kirchneristas críticos, en los que pretendió hacer pie para saltar a la gobernación. Pronto quedó claro que para aspirar a la provincia necesitaría mucho más que eso. Al reconocimiento de ese déficit se sumó el estallido del escándalo WikiLeaks.
"Kirchner es un monstruo, un psicópata y un cobarde. Su actitud de matón enmascara una profunda sensación de inseguridad e inferioridad. No es un genio perverso. Sólo es un perverso". La descripción data de noviembre de 2009 y bien podría atribuírsele al más acérrimo de los opositores al Gobierno. Pero fue trazada por Massa ante la embajadora de los Estados Unidos, Vilma Martínez. Trascendió a fines de 2010 y fue uno de los capítulos más álgidos del huracán WikiLeaks. Massa fue, sin duda, uno de sus sobrevivientes.
En los meses siguientes, sin embargo, Massa coqueteó con Duhalde que lo quería como su candidato a gobernador. Cuentan quienes siguieron de cerca el cierre de listas para el 14 de agosto que el ex presidente llamó a Massa para intentar convencerlo hasta el último minuto.
El 23 de octubre arrasó en Tigre (con el 76% de los votos) y celebró victorias de dos de sus delfines: en San Martín, Gabriel Katopodis cortó la dinastía Ivoskus (obtuvo 36,9%, casi 5 puntos por encima de su rival), y en San Fernando, Luis Andreotti venció a Osvaldo Amieiro (43,9% sobre 32,6). Massa piensa en el norte del conurbano como el trampolín desde el que pelear por el gobierno de la provincia.
"Massa es una mezcla de peronista con dirigente de Pro: es buen administrador, prolijo y tiene buena imagen. Pero también es zorro, ambicioso, pragmático y tiene carisma. Y una cosa más: el tiempo no lo corre. Por eso puede darse el gusto de esperar", lo describió alguien que lo conoce bien.
El intendente, al que no le gusta figurar entre los barones, tiene clara cuál es la próxima escala de su ecléctica vida política. Si todo sale como lo sueña podría convertirse, con 43 años, en el gobernador bonaerense más joven de la historia.
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