Más que Macri o Fernández, una vidriera para los candidatos más chicos
Si se pregunta a un votante de Mauricio Macri en las PASO quien ganó el debate, dice que lo hizo su candidato en forma ampliamente mayoritaria. Si le planteamos la misma pregunta a quienes votaron por Alberto Fernández, dicen que lo hizo su candidato.
Asì, el debate no parece haber alterado significativamente la situación electoral de Fernández o de Macri.
Por eso ha sido una oportunidad para los tres candidatos que llegan a la primera vuelta sin haber llegado al 3% de los votos en las PASO: Nicolàs Del Caño, Gómez Juan Josè Centurión y Josè Luis Espert.
En términos de efecto político, para ellos llegar a la primera vuelta es, en realidad, tener la posibilidad de estar en el debate presidencial.
Los 13 minutos de estos candidatos han sido la posibilidad de concentrar la atención pública en las mismas condiciones que los dos candidatos principales, lo que no han tenido de oportunidad de hacerlo hasta ahora y no lo tendrán hasta el próximo debate.
Si bien trabajaron sobre los márgenes de la política, hoy son más conocidos que ayer y eso es un resultado concreto para ellos. Pudieron deslizarse hacia el lenguaje político menos correcto.
Roberto Lavagna se encuentra en una situación intermedia. Tiene un nivel de conocimiento similar al de Fernández y Macri, pero una intención de voto menor. Fue el candidato que más se refirió a la pobreza y el hambre. Insistió con su idea de la tercera vía.
Macri se dirigió explícitamente hacia la clase media. Fernández buscó ir por un promedio. Ellos tomaron menor riesgo, que los anteriores.
Los que están a la derecha de Macri (Gómez Centurión y Espert) explicitaron posiciones que Macri eludió, pero en las que cree su núcleo duro.
A la izquierda de Fernández (Del Caño), se dio algo similar. El candidato del FIT asumió posturas que coinciden con el ala izquierda del Frente de Todos.
Más que propuestas o programas, se confrontaron posiciones.
Es que el tiempo y el medio, no dan espacio para exponer planes, programas o proyectos. Más bien lleva a objetivos, propósitos, intenciones. No tuvieron tiempo para explicar. Por lo general, pudieron adecuarse a ello.
Algunas cuestiones fueron previsibles. Por ejemplo, que Venezuela y Ecuador, temas de actualidad en política exterior, entraran en el debate. No lo era tanto que cuatro de los seis candidatos dieran relevancia a la cuestión Malvinas. Por le contrario, fueron pocos los que hicieron referencia al acuerdo de libre comercio con la Uniòn Europea.
Hubo confrontación y critica, pero no ataques personales.
La realidad es que pocos votantes leen las plataformas. Son muchos más los que han visto el debate.
No es claro quién ganó el debate. Sí lo es que, con su realización, ganaron la calidad democrática y la sociedad, que ha tenido la oportunidad de votar con más fundamentos. Esto es más relevante de cuanto puede influir en el resultado.
El autor es analista político e historiador
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