Más juventud y menos gremios en el festejo callejero
Desde muy temprano hubo una movilización multitudinaria; la Presidenta salió a agradecer
"¡Cristina, Cristina, Cristina corazón/acá tenés los pibes para la liberación!", cantaron los miles de militantes de La Cámpora que coparon la Plaza del Congreso cuando llegó la Presidenta al Parlamento. El hit se repitió cuando la primera mandataria partió hacia la Casa Rosada y cuando, pasadas las 19, subió al escenario montado en Plaza de Mayo para saludarlos.
La movilización de las agrupaciones juveniles kirchneristas fueron la postal de color en el día en que Cristina Kirchner reasumió su mandato. Sus banderas, remeras y cánticos se mostraron durante todo el día, a diferencia de los sindicatos y grupos del peronismo clásico -habituales en las juras de otros gobiernos justicialistas- que esta vez casi no se distinguieron.
Además de la organización fundada por Máximo Kirchner, la JP y Túpac Amaru también movilizaron miles de personas. Sobre sus cabezas, los sucesivos carteles de "Fiesta patria popular", que se colgaron de todas las iluminarias de Avenida de Mayo, hicieron las veces de título de los festejos kirchneristas.
"Doy la vida por la Presidenta koraje", afirmaba la remera que vistió Maia Eleta, una estudiante de medicina legal de 27 años y militante de La Cámpora en la Universidad de La Plata que, junto con su amigo Víctor Diez, estuvo desde las 6.20 apostada sobre una de las vallas dispuesta frente al Congreso.
"Sólo trajimos una cámara de fotos y una bandera de Argentina para que Cristina la firme", contó Diez a LA NACION.
"Yo no la pude votar porque soy de Trelew, pero vine a festejar por la democracia y por el 54% que sí la votó", dijo a su vez Delfina Rimoldi, estudiante de medicina de 21 años.
A medida que avanzó el día también lo hizo el calor. Mientras algunos saltaban y festejaban cuando los bomberos arrojaban agua con una manguera, otros intentaban hacerles frente a los rayos del sol. Gorras, sombreros, remeras, banderas, chalinas, diarios, revistas, paraguas, bolsas y botellas de agua, y cualquiera de las dos manos trataron de cumplir aquel objetivo.
La fiesta también la vivieron los comerciantes: choripanes y hamburguesas a 10 pesos, cervezas por 15 y helados por 3 fueron el menú del día. El merchandising K se vistió de imanes y almohadones con los rostros de Néstor y Cristina Kirchner, y hasta remeras amarillas emulando el símbolo de la gestión macrista con la irónica frase "Hundiendo Buenos Aires".
Cerca de las 15 comenzó el festival musical en el escenario montado sobre Balcarce 50. La Mancha de Rolando, Víctor Heredia, Gustavo Santaolalla y Nonpalidece fueron algunos de los grupos que animaron los festejos, que terminaron al ritmo de Ráfaga, ya entrada la noche.
También hubo familias completas ayer en la Plaza. Con la música de fondo, Cristian le preguntó a su hija Zoe: "¿Quién ganó las elecciones?" Ella, con tan sólo 3 años, le respondió con un gesto: levantó su pequeña mano izquierda y puso los dedos en forma de V. Inmediatamente después, balbuceó: "Cris... ti... na". "Ella milita desde que nació. Tiene toda la carga política y siempre sostiene las banderas", afirmó a LA NACION Cristian que, junto a su hija y su mujer, Anaí, viajó desde La Paternal.
El momento cúlmine se vivió cuando la Presidenta subió al escenario montado en Balcarce 50, mientras Charly García cantó el himno. "¡Qué maravilloso volver a ver esta plaza llena de banderas, jóvenes y trabajadores!", exclamó Cristina Kirchner.
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