Martín Lousteau: "Macri aporta desde el legado más que desde el presente o el futuro"
El Senado está desierto. Martín Lousteau llega apurado a su despacho en la planta baja, en diagonal a las oficinas del expresidente Carlos Menem. Enseguida le cuenta a LA NACION que está viendo Borgen, la serie centrada en la política danesa, con un primer ministro expulsado de su cargo por comprarle una cartera a su esposa con fondos públicos. "Ojalá fuéramos Dinamarca cinco minutos. En verano", se ríe el senador nacional y figura del radicalismo, para luego adentrarse en la crítica al kirchnerismo (del que formara parte hace ya más de una década) en materia económica y del manejo de la pandemia.
"Las soluciones que proponen ya se probaron y los resultados fueron calamitosos", afirma, en referencia a los cambios en YPF y a la idea de la vicepresidenta Cristina Kirchner de reformar el sistema de Salud con preponderancia estatal. "Ha habido opacidad, el Gobierno tiene que subsanar esto", dice en torno a la política de vacunación contra el coronavirus, antes de defender la política de su socio Horacio Rodríguez Larreta en materia educativa y dejar para Mauricio Macri un rol más de pasado que de futuro. "Para ganar hay que construir algo más grande", asegura, en desafío a los "halcones" de Juntos por el Cambio y a su exsocia porteña Elisa Carrió.
–¿El Gobierno se incluye en la confusión mundial o hay errores en el combate a la pandemia y la vacunación?
–Hay un contexto con una gran incertidumbre, porque todo es novedoso, pero hay países que lo hicieron mejor que otros. Fernán Quirós hace muy bien en remarcar que la comunicación en el tema vacunas tiene que ser más técnica que política, y si el Gobierno al principio pretendió darle ese cariz técnico con el comité de infectólogos, con el tiempo todo se transformó en una discusión mucho más política, muy dañina para la campaña de vacunación. La ciudad trató de ser más ordenada, tuvo más prudencia y más rigurosidad en los anuncios.
– Sectores de Juntos por el Cambio también tiñeron de política la vacuna Sputnik V…
–Siempre la responsabilidad mayor es del gobierno nacional. Después hay, en el medio de esta grieta, reacciones exageradas de los dos lados, y eso contribuye muy poco. Países como Rusia y China, que tienen tecnología de punta y se lanzaron a la carrera espacial, pueden generar vacunas, pero es imprescindible contar con todos los papeles para tomar decisiones, y lamentablemente la opacidad alrededor de esta vacuna no da esas garantías. No digo que sea o no sea efectiva, es necesario que haya datos, el Gobierno argentino se los debe pedir a Rusia y comunicarlos.
–Para los sindicalistas docentes, es una barbaridad volver a las aulas como anunció la ciudad…
–Escuché a algún gremialista decir que es una política criminal…. El 2021 no puede ser como 2020 en educación. Al principio de la cuarentena el Presidente dijo que nadie se iba a morir por perder un año de clases, y que su objetivo era la salud. Perdimos un año, con cierres prematuros. Es cierto que se trataron de generalizar contenidos, los docentes hicieron un esfuerzo no menor para reacomodarse y las familias también. Pero el Estado no estaba preparado para reacción rápida, no había formación docente para afrontar eso. El Estado está siendo rapiñado por distintos sectores, y los políticos tenemos que apoyar a la gente en esa agenda de reapropiación del Estado. En este caso hubo movimientos de padres, parte de la sociedad civil que dijo que esto es importante y bienvenido que las familias se apropien de esto, porque lo que hacen los sindicatos depende de quien esté del otro lado. No creo que la reacción de los gremios docentes, si el Frente de Todos gobernara la ciudad, fuera la misma. Es un enorme problema.
– ¿Cuando habla de rapiña se refiere a esos sindicatos?
–No digo que sean sólo los sindicatos, se usa el Estado para una facción dentro de un partido, o para complicarle la vida a un gobernador porque es de otro partido. También está el empresario que hace lobby para llevarse lo que no le corresponde, hay un desguazamiento del Estado, que funciona cada vez peor y cada vez es más caro.
– ¿Larreta puede estar tres años más confrontando?
–Claramente tienen como objetivo que el principal distrito, que puede mostrar otro tipo de gestión, tenga problemas. Es un rasgo de baja estima del Gobierno: la marca de una buena gestión es ganarle a alguien que es mejor, si todo el tiempo lo quiero obstaculizar estoy demostrando que no me tengo tanta fe en una pelea mano a mano. El kirchnerismo ya lo hizo con De la Sota, con Binner y Bonfatti, con Macri en la ciudad, incluso con Scioli retaceándole fondos. Se instala una discusión que es falsa: Buenos Aires vs el Interior. Es una más, y van a seguir, pero nada de lo que hagan, aunque afecten mucho, va a impedir que la autonomía de la ciudad siga prevaleciendo.
–¿Esto no le da aval a los duros de Juntos por el Cambio?
-Para resolver los problemas de la Argentina hay que dialogar. Estoy dispuesto a hacerlo, pero eso no quiere decir que uno se deje avasallar o permitir que la institucionalidad se rompa, sea en el Gobierno o acá en el Senado. Tenemos que construir una fuerza más grande que gane, desde ahí queremos dialogar, no desde achicar identidades que pueden galvanizarse pero sin ampliar. Esa es la discusión: hay una parte de Juntos por el Cambio que cree que hay que generar un vínculo emocional con el electorado que ya nos votó y que el que está en el medio tendrá que optar. Hay otra parte que creemos que hay que mostrar un proyecto que pueda gobernar, y forzar a a los extremos a decidir. Si vamos a una elección de extremos, eso nos condiciona mucho la agenda futuro.
–¿Con quien ampliaría?
–El espacio no kirchnerista de la Argentina tiene visiones más conservadoras y otras más reformistas. Argentina necesita reformas, sus mejores momentos fueron con reformistas en el poder, creo que hay que traer los que quieren una socialdemocracia moderna, los (Miguel) Lifschitz, los (Pablo) Javkin, los (Margarita) Stolbizer, los (Facundo) Manes.
–Se habla de la candidatura de Patricia Bullrich en la ciudad…
–Hablar hoy de candidaturas está muy alejado de lo que se requiere. Eso lo va a dirimir la realidad. Algunos (Elisa Carrió) ya manifestaron su vocación de ser candidatos, me parece bárbaro, pero eso lo va a dirimir la realidad y el tiempo.
–Macri está muy activo. ¿ Eso ayuda o complica?
–No sé cuál es la vocación del expresidente por participar en una elección. El legado más importante de Macri es haber terminado el mandato, y dejado en pie una fuerza que tiene el 41 por ciento, que si convence a otro 10 por ciento puede volver a gobernar la Argentina. Si construimos una fuerza más grande, que vuelva a ganar, el aporte a la historia de Macri será haber modificado el sistema político, me parece mucho más importante eso que cualquier otro legado. Siempre va a ser, como todo e presidente, de referencia. Y está claro que no pensamos igual en Juntos por el Cambio, como no pensaba igual cuando Macri era presidente.
–Su aporte es desde el legado, no desde el presente o el futuro…
-Creo que sí, me imagino que es difícil para él, pero me parece un legado enorme. También legó una camada de funcionarios jóvenes que aún no sintiendo que tuvieron éxito, quieren volver a hacer su contribución. Es más importante eso que otras cosas que él percibe, el tiempo dirá.
–¿ La UCR puede aspirar a liderar la coalición?
-Aspiro a eso, a partir de la reconstrucción de una identidad. Hay dos radicalismos: al local, la gente le da aval para que gestione y transforme, a nivel municipal y provincial. Cuando mucha gente mira al radicalismo nacional no ve eso, por eso tienen que tener cada vez más peso los que gestionan o tienen vocación por gestionar más que la superestructura. La gente conoce sólo a los que salen por televisión, quiero que la gente conozca a los radicales que gestionan.
–Usted es senador…
–Pero tengo vocación de gestionar, y hay un montón de actores en el Congreso que quieren ir al lugar desde donde se transforma. Hay otros partidos en la coalición que no quieren gobernar, yo quiero un radicalismo que quiera gobernar y transformar, que discuta dentro de la coalición desde su capacidad de gestión.
No veo que el modelo que propone muchas veces el kirchnerismo se aplique en ningún lugar
–Continúa la idea de gobernar la ciudad en 2023…
-Sí. Mi vocación y la de todo el equipo en el que trabajo es gestionar, sí. De todos modos, me eligieron para ser senador, y me lo tomo con mucha seriedad.
-¿Crece el poder de Cristina Kirchner? ¿Hay una cristinización del Gobierno?
–El Gobierno es uno, con un Presidente y una vice, cuando juzgo un Gobierno lo juzgo entero, aunque las discusiones internas se ven, alguien dijo que Alberto Fernández tiene la lapicera y Cristina el tintero, o algo así. Juzgo los resultados y las cosas que hacen, aunque está claro que ella ejerce un poder, la enorme mayoría de los senadores le responde, por no decir todos.
– Cristina también tiene más legado que futuro, entonces…
–Ella lo percibió así cuando determinó el binomio presidencial. Fue 8 años presidenta, fue vicepresidenta, y ha construido… puedo discrepar con ella y tener debates, pero hablo desde el respeto por una actriz enormemente relevante también en el presente, su caso es distinto del de Macri.
–YPF, reforma de la salud. ¿Hay un modelo más estatista que se viene?
-Lo veo con ojos preocupados, porque para mí es una discusión muy vieja. No veo que el modelo que propone muchas veces el kirchnerismo se aplique en ningún lugar. En economía se puede hacer todo menos evitar las consecuencias, y me da la sensación de que muchas veces se señala un problema, pero se cae en slogans y las soluciones que proponen nunca son buenas. ¿Las AFJP eran malas? Yo creo que sí, pero se las quiso modificar porque necesitaban caja de corto plazo. ¿Hay un problema con el sistema de salud? Sí, claro, pero resolverlo por otra conveniencia de corto plazo no es bueno. Eso vale para YPF, para todo.
–¿Es un problema de eficiencia?
-Si fueran eficientes, YPF no valdría seis o siete veces menos de lo que valía, o Aerolíneas no tendría los problemas que tiene. En educación y salud tampoco hubo resultados, quiero discutir eso, no el slogan. ¿El problema de la salud es que pasó de ministerio a secretaría? Hablan del estado calamitoso del sistema de salud en la provincia que "heredaron" de María Eugenia Vidal, cuando gobernaron 29 de los últimos 37 años. Es una mentira que no se sostiene, es muy lindo el slogan de "recuperar" pero los resultados son calamitosos.
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