Martín Guzmán estuvo reunido a solas con Eduardo de Pedro, en medio de la pelea sin cuartel entre el Presidente y Cristina Kirchner
El ministro más criticado por la vicepresidenta estuvo 40 minutos en el despacho del camporista: lo resaltaron como un gesto de que se puede gestionar aún con diferencias; Katopodis pidió que Fernández y Cristina Kirchner dialoguen
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Martín Guzmán, el funcionario más criticado por Cristina Kirchner, entró a la Casa Rosada a paso firme, como casi siempre. Pero, en lugar de enfilar rumbo a la escalera que lo lleva al despacho presidencial, el ministro de Economía se metió en el búnker del camporismo en Balcarce 50, la oficina que ocupa el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Un rato antes, Gabriel Katopodis, uno de los funcionarios más cercanos a Alberto Fernández, había llamado a reestablecer el diálogo con la vicepresidenta.
La preocupación por los efectos de la pelea entre el jefe del Estado y la expresidenta movilizó a las segundas líneas, que buscan puntos de acuerdo. De Pedro, uno de los líderes de La Campora, y Guzmán, que el último viernes fue maltratado por Máximo Kirchner, estuvieron a solas durante unos 40 minutos. El encuentro fue un mensaje: se puede gestionar aún con diferencias insalvables, aseguraron fuentes oficiales.
La reunión ocurrió en medio de la fractura total entre Fernández y Cristina Kirchner, y mientras el ala dialoguista del Gobierno no se resigna a perder la batalla. “Wado y Guzmán siempre tuvieron una buena relación”, destacaron desde ambas trincheras. Incluso, el titular del Palacio de Hacienda y el ministro político habían sorprendido a sus pares un año atrás, armando una agenda paralela de viajes al interior, que se vio interrumpida por la pelea de sus jefes.
“La reunión fue buena”, fue lo único que salió del despacho que ocupa De Pedro en la planta baja de la Casa de Gobierno. En Economía recordaron, por ejemplo, el respaldo que le dio el ministro del Interior al acuerdo que logró la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la renegociación de la deuda de más de 44.000 millones de dólares que mantiene el país con el organismo. “Evita una catástrofe económica en lo inmediato”, destacó en marzo en una entrevista con el diario español El País.
Esa frase le valió a De Pedro duros cuestionamientos desde el interior de la organización que lidera el hijo de la vicepresidenta, quien renunció como jefe de bloque de Diputados en rechazo al entendimiento con el FMI.
La excusa de la reunión de hoy fue la firma del Fideicomiso para el Desarrollo Austral (FIDA) con el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. “Trabajo y producción son los ejes de nuestro Gobierno y es el camino que emprendimos el 10 de diciembre de 2019”, sostuvo Guzmán, que así ratificó el plan económico en marcha, uno de los principales ejes de las críticas del kirchnerismo.
La crisis interna que atraviesa al Frente de Todos empujó a algunos funcionarios a buscar la forma de tranquilizar al espacio. “Los dialoguistas vuelven a la carga”, resumió un dirigente al tanto de las conversaciones subterráneas para lograr puntos de acuerdo. En ese grupo están dos de los principales colaboradores del jefe del Estado, como son los ministros Katopodis (Obra Pública) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social).
Si bien las posibilidades de lograr un acercamiento entre el Presidente y su vice son cada vez más lejanas, no cesan en sus intentos y guiños, aunque solo sea un primer paso. En un escenario convulsionado, Katopodis intentó reconstruir uno de los puentes. “No estamos [solo] para escuchar la opinión de Cristina [Kirchner], sino para que Cristina participe activamente en la toma de decisiones con Alberto”, destacó el intendente de San Martín en uso de licencia.
Katopodis y Zabaleta viajaron hasta La Plata hace dos semanas, a la residencia que ocupa el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, para reunirse con Máximo Kirchner y Andrés Larroque, quienes estuvieron en representación de la vicepresidenta. Aunque las gestiones reservadas no tuvieron ningún efecto directo, algunos cerca de Fernández resaltaron todos los pasos que se dieron para intentar doblegar la resistencia de aquellos que no quieren saber nada con un alto al fuego dentro del Frente de Todos sin una capitulación total de sus rivales.
“La opinión de Cristina siempre es escuchada”, sostuvo Katopodis en diálogo con El Destape y agregó que “no hay dudas” de que la opinión de la expresidenta “es escuchada por su relevancia, claridad conceptual y su experiencia”, y porque, “cada vez que opina, quiere lo mejor para el Frente de Todos”. Al mismo tiempo destacó las propuestas que realizaron Máximo Kirchner y Sergio Massa, como el adelantamiento del salario mínimo y ganancias.
“Desde el Gobierno siempre estamos atentos a lo que dicen Cristina o Máximo”, aseguró el ministro, quien pidió “lograr que Alberto y Cristina se junten”. No obstante, resaltó: “El Frente de Todos es mucho más grande que el acuerdo entre Alberto y Cristina. Pongamos en valor eso”.
Katopodis, Zabaleta e Insaurralde, entre otros, buscan imponer dentro de la coalición oficialista un nuevo enemigo para evitar más conflictos internos. “Acá no hay cuatro modelos en pugna, hay solo dos”, resumieron fuentes oficiales, en referencia a Juntos por el Cambio. “Tenemos que multiplicar las mesas, no nos podemos quedar de brazos cruzados”, remataron.
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