María Servini dijo que hay 240 máquinas que no andan y reclamó que no se frene la elección presidencial
La jueza, que había denunciado esta mañana “improvisación” e “impericia”, firmó una nueva resolución y advirtió que lo que pasa es responsabilidad “exclusiva” de la empresa contratada y el gobierno porteño
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La jueza federal María Servini, responsable del control de las elecciones presidenciales, volvió a cuestionar la organización de las elecciones porteñas. Firmó después del mediodía una nueva resolución en la que informó que “hasta el momento aproximadamente 240 máquinas [de voto electrónico] no funcionan” y dijo que eso no puede frenar las elecciones presidenciales, que se hacen con las boletas de papel tradicionales, en simultáneo con los comicios locales, pero en urnas separadas.
“Hágase saber a las autoridades de mesa, que el mal funcionamiento o la imposibilidad de que funcionen las máquinas de votación de la elección local no interrumpe ni impide que comience la votación de la elección nacional, quedando bajo la exclusiva responsabilidad del mencionado Instituto [de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires] y de la empresa contratada, las consecuencias de la situación generada”, escribió la jueza.
Servini destacó que “aún estando el personal técnico de la empresa adjudicada” presente en los lugares de votación, “no han sido ni reparadas ni reemplazadas” las máquinas con problemas.
Por su parte, desde el gobierno de la Ciudad afirmaron después del mediodía que la votación “está normalizada”, e insistieron en que “solo 87 máquinas habilitadas para la votación con la Boleta Única Electrónica (menos del 1 por ciento del total) registraron problemas en el inicio de la jornada que ya fueron subsanados”. Además, apuntaron contra los fiscales de algunas mesas que no aceleran el proceso al permitir que las personas pasen de a dos, para que uno vote en el cuarto oscuro para la elección nacional mientras otro lo hace en la máquina, para las autoridades porteñas.
“Impericia”
Es su segundo escrito del día contra el operativo que montó el gobierno porteño para las elecciones locales. Antes de que abrieran las urnas, Servini envió una nota a la Cámara Nacional Electoral, máxima autoridad, para ponerla en conocimiento de graves dificultades que detectó en la puesta en marcha de las máquinas. Fue entonces cuando denunció una “impericia nunca antes vista”.
Fuentes de la Cámara dijeron a LA NACION que los jueces se reunirán para analizar la situación. Adelantaron que respaldan la preocupación de la jueza. Servini adelantó además que por esta situación era probable que se extendiera el horario de votación en la ciudad más allá de las 18.
En su nota de esta mañana, dirigida al presidente de la Cámara, el juez Alberto Dalla Vía, Servini afirmó: “Resulta preocupante el grado de improvisación con que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las maquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando una impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral, en entidades que parecen más preocupadas por analizar lo que demora cada elector votar, pretendiendo inventar mecanismos para que pueda haber dos electores votando a la vez en casa mesa, en lugar de gestionar eficientemente los recursos para que los electores puedan votar”.
Servini le dijo a la Cámara que, en relación a las máquinas, registró “diversas dificultades relacionadas con su instalación, prueba y puesta en funcionamiento”. Se quejó de que llegaron recién anoche, que algunas no habían sido conectadas ni probadas y que otras estaban “sin los kit de instalación”. Y afirmó: “Algunas de ellas directamente no funcionaban”.
El horario de votación
Esta mañana, en diálogo con radio Futurock, Servini detalló que del total de 7300 mesas, unas 230 urnas de la elección porteña no habían podido ser abiertas por problemas con las máquinas. “Las autoridades de la ciudad de Buenos Aires me llamaron para pedirme que voten de a dos, en simultáneo, pero hay escuelas que no se pueden votar de a dos porque no hay lugar físico; hay lugares donde se ve lo que está votando”, afirmó la jueza. Sobre el horario de votación, advirtió: “Claro que se va a postergar, pienso que sí. Porque tengo gente que vota en urna papel y en el otro no puede votar”.
En cuanto a la responsabilidad de lo que estaba pasando, afirmó: “Esto no es del Ministerio del Interior, esto es un problema de la Ciudad; yo no soy responsable de esa urna”.
Si bien Servini advirtió que ella cree que se extenderá el horario de votación -una decisión que no sería la primera vez que ella toma, advierten en la justicia electoral-, en la Cámara Nacional Electoral recuerdan todos los años que el horario de votación (de 8 a 18) está fijado por ley y no debería cambiarse. Lo que sí se autoriza normalmente es que entren a votar después de las 18 todos aquellos que ya ingresaron al establecimiento e incluso los que están en la fila. De ese modo podría garantizarse que nadie que se presentó a votar se quede sin hacerlo por las demoras.
Las críticas de Servini
Entre sus críticas, de lo más diversas, Servini afirmó: “El cableado tendido por la empresa [proveedora de las máquinas] fue puesto sin fijar al suelo, con el consiguiente peligro que podría ocasionar a la integridad física de los votantes, que al momento de transitar por el lugar, podrían tropezar o enredarse con los mismos. Se estima que, aproximadamente, un treinta por ciento de las maquinas estarían en esa situación”. La nota de la jueza tiene fecha de hoy. De su texto surge que fue redactada durante la madrugada, varias horas antes de la apertura de los centros de votación.
“Siendo las 2 de la madrugada del día domingo, el personal de este Juzgado permanece en los locales de comicio, esperando que los técnicos de la empresa proveedora de las máquinas arriben al lugar y solucionen los problemas mencionados”, relató Servini en su nota, en la que dijo además que los técnicos pretendían entrar hoy a las 6 a revisar las máquinas y sostuvo que eso era “inadmisible”.
En declaraciones a Radio Mitre, después de las 8, la jueza dijo: “Este proceso es como una relojería que tiene que trabajarse con mucha precisión y rapidez. Tengo urnas de la ciudad que no funcionan; acabo de hacer una nota la Cámara Nacional Electoral para ponerlo en conocimiento”.
“Ayer no fueron los técnicos entonces las urnas quedaron tiradas. Era la 1 de la mañana y estaban mis delegados esperando que lleguen los técnicos de las boletas única electrónica”, indicó Servini. “Encienden las máquinas, pero no imprimen; en la comuna 5, los técnicos no saben cómo se apagan las máquinas y no leen en PIN”.
Una de las votantes que tuvo problemas fue la precandidata a presidenta Patricia Bullrich, a quien tuvieron que cambiarle la máquina porque no funcionaba.
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