María Eugenia Vidal: "Hoy todas las opciones sobre el calendario electoral están abiertas"
Después de una semana en la que la posibilidad de que la provincia de Buenos Aires adelantara sus elecciones dominó buena parte de la discusión política, la gobernadora María Eugenia Vidal trata de enfriar un poco la cuestión. Sin embargo, en una entrevista con LA NACION admite que "hoy todas las opciones sobre el calendario electoral están abiertas" y que se trató en la provincia y en la Nación. Subraya que eso se definirá en el primer trimestre de 2019, junto con las demás candidaturas, incluida la suya, excepto la de Mauricio Macri, que "debe ser reelegido", dice.
La mandataria prefiere mostrarse ocupada en la gestión, como, por ejemplo, en las negociaciones por el presupuesto provincial, en la adopción de medidas para paliar la situación de los bonaerenses afectados por la crisis económica o en la posibilidad de finalmente acordar salarios con los docentes. Pese a la crítica situación general, se exhibe tranquila. "Las dificultades me energizan", dirá en una charla en el Museo Ferroviario, donde tiene una de las oficinas en la ciudad de Buenos Aires.
No rehúye la cuestión electoral y sostiene que en 2019 todo se reducirá a una disputa entre "quienes gobernaron hasta 2015" y Cambiemos. "Entre quienes contaban una realidad paralela y quienes gobiernan con la verdad, entre quienes inician obras y las terminan y dan pelea al narcotráfico, en vez de compartir su negocio", resume. Una manera de reafirmar que, a su entender, no será la economía la que decidirá los comicios presidenciales y a gobernador bonaerense. Admite que dentro de Cambiemos hay diferencias y discusiones, pero las minimiza.
-Empecemos por los anuncios que acaba de hacer: adelanto del medio aguinaldo y pago de un bono a jubilados. ¿Por qué la provincia puede hacerlo y la Nación no?
-Dispusimos el pago de un bono de $3500 para jubilados y pensionados que ganen menos de $ 10.000, la continuidad de los descuentos del 50% en alimentos y ahora en productos de Navidad pagados con tarjetas del Banco Provincia, más el refuerzo de partidas sociales, por lo que todos los programas sociales están por arriba de la inflación. También aumentaremos hacia fin de año la entrega de alimentos
-Pero esto expone a la Nación. ¿Busca diferenciarse?
-Esto está hablado con el gobierno nacional. La diferencia es que el número de jubilados de la provincia es menor y la mínima de la provincia es más baja. Ellos también hicieron adelanto del medio aguinaldo y reforzaron partidas sociales.
-¿Cómo cierran las cuentas de la provincia en 2018, ya que en 2019 se espera un ajuste importante?
-Este año habremos cumplido con la ley de responsabilidad fiscal, habremos sostenido las obras, lo que no solo implica mantenerlas, sino sostener el trabajo que está involucrado en cada una. Además, bajamos impuestos porque en el presupuesto se reduce Ingresos Brutos.
-De todas maneras, ha recibido quejas por el aumento del impuesto inmobiliario, sobre todo del sector agropecuario.
-Esto tiene que ver con una política de cobrar más impuestos al patrimonio y no a lo que produce. Cuando le cobrás a alguien por lo que produce impedís que se genere trabajo y queremos que haya cada vez más trabajo. Y el inmobiliario aumentó en función de la inflación prevista interanual. Además, en este año y los anteriores la suba de impuestos se ha traducido en obras, tanto en el interior como en el campo. Obras que estaban esperando desde hace 30 o 40 años. Son 1800 obras empezadas y terminadas en nuestra gestión.
-En el caso del presupuesto nacional, para poder llegar al déficit cero, el patito feo fue la provincia de Buenos Aires en beneficio de las gobernadas por el PJ. ¿Es el costo de ser oficialista?
-La provincia de Buenos Aires y la Nación somos los que hemos hecho el mayor esfuerzo. Las demás provincias salieron con saldo neutro o ganadoras. Es el resultado de una exigencia de los gobernadores peronistas: que la provincia de Buenos Aires perdiera. Pero con ese planteo no perjudican a Macri o a Vidal, sino a los bonaerenses, que son 16 millones de argentinos.
-¿Qué les dice a los bonaerenses, que afirman: "Somos los que más aportamos al PBI nacional, y los que menos recibimos proporcionalmente"?
-Seguiremos haciendo lo que ya hicimos, como ir a la Justicia para recuperar el Fondo del Conurbano, a diferencia del silencio que mantuvieron los gobernadores anteriores. Y con el apoyo del Presidente logramos recuperar $65.000 millones. Ahora estamos pidiendo $19.000 millones más de actualización.
-¿El Presidente y el resto de quienes negociaron con las provincias hicieron lo suficiente para que el reparto del ajuste fuera más equitativo?
-No tengo dudas del compromiso y la buena fe de quienes llevaron adelante la negociación . El presupuesto nacional es el resultado del número de votos en el Congreso y nunca tuvimos mayoría. Para conseguir los votos debieron sentarse con los gobernadores y con los líderes de la oposición, entre los que hay dirigentes bonaerenses que no defendieron a la provincia.
-¿No podrán pensar los bonaerenses que cayó en el "sí mauricismo" en desmedro de ellos?
-Si algo quedó claro en estos años es que en Cambiemos no hay alguien que decide y los demás vamos a aplaudir a la Casa Rosada. Todos tenemos capacidad de discutir, de plantear diferencias y de llegar a acuerdos. Y los bonaerenses saben que los he defendido todos estos años y lo voy a seguir haciendo. Además, voy a cumplir el compromiso que tomé con ellos y que no lo tomó ningún otro gobernador: no ser candidata a presidenta el año que viene.
-¿Porque no quiere serlo o porque Macri no la deja para presentarse él?
-Yo no quiero. Y voy a cumplir para que la provincia de Buenos Aires no sea una vez más el lugar donde venir a buscar los votos y al que los políticos olvidan cuando gobiernan. Además, Mauricio debe ser reelegido.
-¿Usted buscará su reelección?
-Una cosa no tiene que ver con la otra. La candidatura más importante es la de Mauricio y ya se definió. El resto de las candidaturas y el calendario electoral es una discusión para el año que viene. Hoy no está en la agenda de la gente ni en la mía.
-¿Se va a adelantar la elección bonaerense?
-Hoy todas las opciones sobre el calendario electoral están abiertas y son posibles, pero todavía no es el momento de discutirlas. Hoy mi energía está en acompañar a la gente en este momento difícil.
-¿Cómo están las relaciones hacia adentro de la coalición? La UCR planteó duramente su enojo, hubo críticas de Elisa Carrió y se dice que usted y Rodríguez Larreta tienen diferencias con Peña.
-Cuando Cambiemos empezó con Mauricio, Carrió y Ernesto Sanz nadie creía que llegaríamos juntos a la elección de 2015, luego nadie creía que íbamos a ganar, después nadie creía que íbamos a gobernar y hace tres años que estamos gobernando juntos. A mí si hay algo que me da orgullo es que todo lo que sucede en Cambiemos puede ser expresado públicamente. Que la UCR pueda hacer el comunicado que hizo públicamente, que Lilita pueda decir las cosas que dice y que yo pueda expresar mis diferencias habla de un espacio político donde no hay un líder autoritario, que te reta y que tiene la verdad revelada. Somos un conjunto de personas distintas, con historias y orígenes distintos, y que no siempre están de acuerdo. Me preocuparía más el silencio que las disidencias y los ruidos.
-¿Cómo impacta la crisis económica en el escenario electoral?
-Se va a dar una discusión profunda sobre qué Argentina queremos: sin mentiras, sin punteros, sin narcos adentro de nuestras casas, sin juego descontrolado, con obras que empiezan y terminan, con un camino económico difícil, pero que permite dejar atrás 70 años de crisis o si queremos volver al pasado.
-¿Las "mentiras, narcos en nuestras casas, obras que no se terminan" aluden al resto de la oposición y solo Cambiemos implica "verdad, terminar las obras y dejar atrás 70 años de crisis"?
-Por ahora, la realidad indica que la elección será entre quienes gobernaron hasta 2015 y nosotros.
-Eso refuerza la idea de que Cambiemos busca polarizar con Cristina Kirchner.
-El poder siempre lo tiene la gente. Los políticos que no entendieron eso y creen que la gente decide por lo que le dicen los medios o vaya a saber quién, se quedaron en el pasado.
-Usted tiene una estrecha relación con la Iglesia, pero este año el vínculo con el oficialismo tuvo momentos tensos.
-Más allá de mi fe, de mi vínculo con la Iglesia Católica, como con las iglesias evangélicas o los líderes sociales, tiene que ver con estar donde están los más pobres y ahí estamos juntos. Después, las opiniones de uno u otro obispo son opiniones particulares.
-Pero el último documento del Episcopado fue muy crítico.
-Lo leí y creo que la Iglesia está donde tiene que estar, que es con los que más sufren. Después se hacen interpretaciones políticas. Yo recuerdo a la Iglesia sacando documentos cuando había otros gobiernos sobre la situación social, corrupción, narcotráfico. Y está bien.
-Cuando ve a la Iglesia con dirigentes acusados de corrupción, ¿qué le genera?
-Ahí es cuando me cuesta entender y no lo comparto. Por suerte, después de la misa de Luján con todos esos dirigentes hubo una aclaración y un pedido de disculpas de monseñor Radrizzani. Eso es lo importante.
-¿La Iglesia y el Papa en particular miran distinto a Vidal que a Macri?
-Yo nunca hice ni voy a hacer una utilización política del Papa ni de la Iglesia. Con él tengo un vínculo de admiración y de respeto personal de antes de que fuera papa.
-Desde la oposición denuncian un intento de disciplinamiento del Poder Judicial provincial?
-Hay una reforma judicial como no se había dado hasta ahora. Hay una serie de leyes que han avanzado muchísimo gracias al apoyo de buena parte de la oposición. Por otro lado, en estos tres años el Consejo de la Magistratura y el jurado de enjuiciamiento de la provincia funcionaron. Sorprende que en ocho años del gobierno anterior no haya habido un solo juez que renunciara, salvo uno por un fallo vergonzoso en un caso de un chico abusado. En estos tres años renunciaron jueces implicados en casos de narcotráfico, corrupción, coimas, juego? En buena hora que haya jueces, policías, jefes de bandas presos. Y, a nivel nacional, políticos presos.
-En el nivel nacional hay políticos presos, pero eso no pasa en la provincia. ¿Por qué?
-Tal vez porque las causas no avanzaron lo suficiente, pero hoy en el Poder Judicial no hay excusas ni trabas para no actuar. Tiene toda la independencia que necesita. No vamos a involucrarnos para que ningún político vaya preso porque eso no corresponde, pero los jueces tienen toda la libertad.
-¿Cómo impacta sobre los jueces que investigan al exgobernador Scioli, cuando Macri lo recibe mientras avanza una causa en su contra?
-No tiene que tener ningún impacto. Los jueces tienen mi compromiso de independencia.
-Las encuestas muestran que su imagen se recuperó más que la del Presidente.
-Desde hace meses no miro encuestas [risas]. El Presidente y yo somos parte de un mismo equipo y va a seguir siendo así, más allá de que no vemos los temas de la misma manera y es sano que así sea. Compartimos los mismos valores. En estos tres años él ha estado siempre junto a mí. Y hablamos casi todos los días.
-¿Tiene ganas de tener un período más como gobernadora?
-Tengo ganas de terminar muy bien este mandato, que la gente diga que en este tiempo el Gobierno estuvo cerca y algo cambió para bien en su barrio, en su entorno. Después se verá.
-¿Eso quiere decir que no tiene claro si tiene ganas de seguir?
-Eso quiere decir que todavía no es momento.
El presupuesto, Massa y los docentes, los desafíos pendientes
Dos desafíos tiene pendientes María Eugenia Vidal antes de cerrar el año: la aprobación del presupuesto provincial y tratar de zanjar el conflicto con los docentes , que llevó a que este año se alcanzara un récord histórico de días sin clases. Para lograr ambos objetivos debe lidiar con figuritas difíciles: Sergio Massa y los gremialistas docentes.
A diferencia de lo que ocurre con Macri, Vidal ha desarrollado una relación menos conflictiva con Massa. No es el caso del líder de los maestros, Roberto Baradel . Por eso es altamente probable que nuevamente Vidal acuerde con el tigrense y logre los votos de sus legisladores para tener presupuesto, En cambio, más complicado será el tema docentes.
-La meta más inmediata para usted es la sanción del presupuesto provincial. Hubo rechazos de la oposición por el traslado a los municipios de parte de los gastos que transfirió la Nación. ¿Cómo están las conversaciones?
-Todos los años desde 2015 hemos logrado la aprobación conversando con todas las fuerza políticas porque no tenemos mayoría en Diputados. En los últimos tres años hemos logrado reducir $20.000 millones en gastos innecesarios, que van desde autos, celulares, papel hasta cargos políticos que pasaron de más de 1100 a 700. Es ahorro que tiene que ver con poner la plata donde la necesita la gente. Este año estamos pidiendo autorización para endeudarnos para pagar deuda que había sido contraída, no deuda nueva. Bajamos impuestos. Hay un esfuerzo que hace la provincia y también se lo pedimos a los municipios, que han recibido coparticipación como nunca. Se perdió con el fondo sojero. Pero se ganó con el fondo del conurbano que es más que el fondo sojero. La mayoría de los municipios terminará este año con superávit. Hemos presentado un presupuesto muy razonable que creo que va a salir conversando con todos los sectores.
-A lo largo de los años se ha visto una mejor relación con Massa y su fuerza que la que tiene Macri a nivel nacional. ¿Massa es confiable para la provincia y no para la Nación?
-No solo hemos conversado y acordado con Massa. También con Martín Insaurralde (Unidad Ciudadana, Lomas de Zamora) con Gabriel Katopodis (PJ San Martín), con Juan Pablo de Jesús (UC, Partido de la Costa). De 135 municipios tengo buen vínculo con casi todos, salvo tres o cuatro. En la Nación hubo presupuesto después de un año muy difícil. La mayoría de los dirigentes políticos, los gobernadores apuestan a la paz social. Hay diferencias, pero eso no quiere decir que no podamos acordar en cosas básicas.
-¿Para usted Massa no es "ventajita", como lo llamó Macri?
-Uy, ¡qué pregunta?! Para mí Sergio es parte de la oposición. Yo no comparto su mirada de país, ni sobre la provincia, pero he logrado acuerdos, como también con dirigentes del Frente para la Victoria. No comparto muchas veces lo que hace y dice. Y creo que se ha equivocado en su relación con el gobierno nacional. Espero que su bloque acompañe este presupuesto por una cuestión de responsabilidad. No se puede dejar a la provincia sin presupuesto. Hay que pagarles a los docentes, a los jubilados sostener los hospitales, programas sociales...
-Este año hubo 29 días de paro, que es récord histórico, y no se cerró la paritaria...
-No es un conflicto que buscamos, y queremos resolverlo. Vamos a convocar de nuevo a los gremios antes de fin de año. Me cuesta entender cuando se plantean paros contra el FMI, en solidaridad con Moyano o con otros gremios, cuando en realidad eso supone que millones de chicos no tengan clases. En la última década la provincia tuvo más de 120 días de paro. Y los chicos no aprendieron más ni los docentes están mejor. Ese no es el camino.
-Algunos la acusan de no hacer más esfuerzo con los docentes y la salud pública porque la mayoría del electorado de Cambiemos no utiliza la escuela ni los hospitales públicos.
-Me enoja que digan eso. Yo gobierno para todos. Hay 10 millones de bonaerenses que hoy tienen ambulancia y antes se podían morir sin que nadie acudiera, la mitad de los hospitales tiene salas de emergencia nuevas, hay 80 salas de atención primaria a nuevo y serán más de 200 en 2019. Hoy hay 450.000 adultos que están terminando primaria y secundaria, y cuando yo llegué eran 150.000. La salud y la educación hoy en la provincia no son un discurso son hechos concretos.
Otras noticias de María Eugenia Vidal
Más leídas de Política
Interna. Cristina Kirchner será presidenta del PJ, luego de que la jueza Servini rechazara la impugnación de Quintela
El fallo que benefició a Cristina. Servini argumentó que Quintela no presentó “elementos probatorios”
Indagatoria. Citaron a Alberto Fernández a declarar como acusado en la causa de los seguros
Golpe emocional. Murió el abuelo paterno de Franco Colapinto, Leónidas