María Eugenia Vidal: “Hay que esperar a ver qué decide Mauricio Macri”
De visita en Córdoba, la diputada nacional dijo que la discusión de Juntos por el Cambio en torno al economista libertario está “cerrada”; sin dar el nombre de Milei, deslizó: “No venimos a improvisar o a aprender al Estado”
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CÓRDOBA.- María Eugenia Vidal mantuvo reuniones con referentes y legisladores de Juntos por el Cambio (JxC) en Córdoba y almorzó con empresarios en la Bolsa de Comercio local. La exgobernadora de Buenos Aires y actual diputada nacional habló con LA NACION y planteó que nadie debe influir sobre la decisión final que tome Mauricio Macri respecto a una eventual candidatura presidencial, una posibilidad que agitó las aguas en la coalición opositora en las últimas semanas. Y volvió a marcar una divisoria de aguas ante la posibilidad de que Javier Milei se sume a la coalición. “Institucionalmente, el tema está cerrado”, dijo.
–¿Cómo está viendo al Gobierno en la actualidad y a la interna de la alianza oficialista?
–Con mucha preocupación. No estoy preocupada por el Ministro de Economía ni por el Gobierno, sino por los argentinos que sufren las consecuencias de ese enfrentamiento, que sufren cuando ven que el Gobierno solo pelea por el poder y no para mejorar sus vidas. Creo que es muy violento escuchar los discursos de los referentes del Frente de Todos, hablándose entre ellos mismos mientras la pobreza sigue creciendo. Se quebró el horizonte que los argentinos teníamos de que tener trabajo era sinónimo de no ser pobre. Hoy hay muchos trabajadores formales pobres y muchísimos informales pobres. Cuando ven que sus hijos perdieron un año y medio de clases y no están recuperando nada. Mientras tanto, lo que el Gobierno ofrece es un espectáculo lamentable de confrontación de poder.
–¿Cree que hay un plan económico?
–Desde el 10 de diciembre de 2019 estamos esperando saber cuál es el programa económico del Gobierno. Nunca lo tuvo, siempre fue improvisación, un “vamos viendo”, ir aguantando hasta que llegue la elección, hasta que llegue el acuerdo con el Fondo y ahora es hasta 2023. No hay plan.
–Y, ¿cómo ve a su fuerza, a Juntos por el Cambio?
–Los hechos hablan por sí mismos, más allá de los ruidos que a veces se generan. Es un hecho que nuestra coalición está entrando en el octavo año; se conformó para ser gobierno, atravesamos una derrota y no se rompió. Volvió a ganar una elección y se está preparando nuevamente para ser gobierno con todos los aprendizajes y el camino que recorrimos. No venimos a improvisar o a aprender al Estado y tenemos ya a muchos dirigentes listos para hacerse cargo en el 2023.
–Gerardo Morales dijo hace poco en Córdoba que la alianza había “defraudado a la sociedad”; usted dice “aprendimos”. ¿Qué aprendieron, qué errores no volverán a cometer si ganan?
–Si hay algo que nuestro Gobierno tuvo fue autocrítica. Nos pasamos los dos primeros años revisando lo que habíamos hecho, hemos tenido infinidad de reuniones. No quiero dejar de resaltar los logros que sí tuvimos y en los que, lamentablemente, volvimos atrás. Mauricio terminó su gobierno con los 20 líderes más importantes del mundo aplaudiendo a la Argentina y hoy vemos un país aislado, que ofrece a Rusia ser la puerta de entrada a Latinoamérica en el contexto de la guerra con Ucrania; que apoya a Venezuela, a Nicaragua y a Cuba. Fuera del mundo. También retrocedimos en materia de narcotráfico y seguridad: lo vive Córdoba, Rosario, el conurbano. No hay más decisión de pelear contra los narcos, como sí la tuvimos Mauricio, Patricia [Bullrich], yo, Horacio [Rodríguez Larreta]. También hubo un enorme retroceso en materia de institucionalidad; todo lo que se debate en el Congreso por iniciativa de la vicepresidenta no tiene que ver con las necesidades de la gente. En estos tres años todo lo que habló es para atacar a la oposición, al Presidente o para imponer una reforma que garantizara su impunidad en la Justicia.
–¿Y en la columna del debe de ustedes, qué pone?
–Sin dudas la gente sintió que el esfuerzo que le estábamos pidiendo era muy grande y también que las obras y todos estos cambios no alcanzaban para las expectativas que les habíamos generado. Creo que cuando nuestro Gobierno asumió no había una conciencia de crisis como hay hoy.
–¿Para no generar expectativas desmedidas es que dijo “no podremos transformar nosotros el país en cuatro años ni un solo dirigente lo puede hacer”? ¿Es más cauta ahora?
–Hay un aprendizaje sobre que no hay un solo liderazgo que resuelva todo; se necesita una generación de líderes comprometidos y no está solo en la política. Los argentinos necesitamos volver a tener la convicción de que vale la pena pelear por nuestro país y que tenemos condiciones reales para ser mucho mejores. Van a ser varios gobiernos durante mucho tiempo. Pero se van a ver resultados desde el primer día porque hay que poner el motor en marcha.
–¿Cómo define hoy a Macri, qué rol tiene en JxC?
–Siempre dije lo mismo: el rol de Mauricio lo define Mauricio. No lo define nadie por él; para mí es un líder dentro de JxC muy importante, muy relevante. Para empezar por su experiencia presidencial porque nadie, de todos los líderes de la coalición, estuvo en los zapatos de un Presidente, solo él. Lo que quiera hacer de acá a futuro es una decisión de él.
–¿A usted le gustaría que fuera candidato?
–No se trata de lo que a mí me gustaría. Primero, él no explicitó ninguna decisión en ese sentido. Hay que ser respetuosos, esperar a ver qué decide él y no condicionarlo con ninguna opinión. Ni mía ni de nadie.
–Ante los empresarios dijo que el tema Milei “estaba cerrado”, sin embargo Bullrich insiste en que ella no lo debatió...
–Cuando digo que está cerrado, digo que mis prioridades hoy pasan por otro lado. JxC puede debatir y tiene un espacio para hacerlo. Creo que nuestra cabeza, nuestro corazón, tienen que estar donde está la gente. Tienen que estar en la plaza del campo, en los barrios populares proponiendo no supervivencia sino superación que es lo que da el trabajo, en las escuelas resistiendo el adoctrinamiento. Nuestra militancia, nuestro compromiso, tienen que estar ahí. Las peleas de la militancia, de la política, no son los de los ciudadanos de todos los días...
–Pero es una definición clave si abren la alianza o no. ¿Milei es un emergente del fracaso de Gobierno de JxC y de lo que va de esta administración?
–Hay una interpelación de la ciudadanía, justificada, a la política en general. Después de 39 años de democracia, los argentinos entienden que la estabilidad democrática no les garantizó otros valores, otros bienes, otras expectativas. Se enojan con la política y tienen razón; sienten que la política vive una realidad paralela a la de ellos.
–¿Siento eso cuando debaten en JxC?
–No, siento que hay discusiones que se dan al interior de una coalición que son válidas pero que, después, está la discusión con el ciudadano que es la que realmente importa. No invalido ninguna discusión, pero la que más importa y la que más cuenta es la que no deja dormir a la gente.
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