Peña se reunió con los obispos y hablaron sobre la "delicada situación del país"
El jefe de Gabinete, Marcos Peña , pidió una reunión a las máximas autoridades de la Iglesia, y fue recibido esta mañana por la conducción del Episcopado, el obispo Oscar Ojea y el cardenal Mario Poli, en medio de "los desafíos que presenta la situación actual del país", que los obispos consideraron "delicada".
El encuentro fue a agenda abierta, con el propósito de "compartir miradas sobre la situación social", según confiaron fuentes del Gobierno. La reunión se prolongó durante una hora y media en la sede del Episcopado, en un clima cordial, en el contexto de un año electoral y semanas antes de la visita que todos los obispos del país harán al papa Francisco, en Roma.
En su visita al Papa, que harán en tres turnos entre el 28 de abril y el 18 de mayo, los obispos llevarán un informe sobre el estado general del país y presentarán la situación que afronta cada diócesis. Se estima que por ese motivo el Gobierno quiso acercarle a la conducción del Episcopado "información de primera mano" sobre cómo ve el Gobierno el proceso económico y la situación política y social. Hubo coincidencias, además, en la necesidad de promover las vías del diálogo.
Peña, que se había reunido con los obispos en octubre del año pasado, concurrió acompañado esta vez por el secretario de Culto, Alfredo Abriani. Además de Ojea y Poli estuvo el secretario general del Episcopado, el obispo Carlos Malfa. No se difundieron fotos del encuentro.
"Fue un encuentro muy fructífero y positivo. Hubo coincidencias en el diagnóstico de la situación social y los esfuerzos que se hacen para superarla, así como en la necesidad de insistir en la importancia del diálogo", evaluaron en esferas oficiales, en diálogo con LA NACION,
Los obispos explicaron en un comunicado que el jefe de Gabinete compartió "un amplio informe sobre la situación del país, expresando la necesidad del diálogo para afrontar los desafíos que presenta la situación actual".
En ese sentido, el Episcopado informó que conversaron con Peña sobre las "condiciones y actitudes que siempre se requieren para un diálogo fructífero y auténtico: más aún por la delicada situación del país en esta coyuntura". En la visión de los obispos, la alusión a una situación "delicada" se sustenta en el crecimiento de la pobreza y del desempleo, explicaron fuentes eclesiásticas.
"La mayor coincidencia entre el Gobierno y la Iglesia fue compartir la necesidad de seguir trabajando en el diálogo y dar en el país los debates estructurales que se necesitan, sin mezquindades y sin oportunismos, a partir de un diagnóstico genuino", explicó a LA NACION una fuente del oficialismo.
Hablaron, además, sobre el avance del combate al narcotráfico y los obispos advirtieron sobre la necesidad de incrementar el presupuesto destinado al sostenimiento de los centros que trabajan para la recuperación de los jóvenes en situación de adicciones.
Fuentes de ambos sectores informaron, además, que no se habló de las especulaciones sobre una eventual visita de Francisco a la Argentina.
Sí se tocó en la reunión el tema de la próxima beatificación del obispo Enrique Angelelli y los mártires riojanos, que un delegado del Papa -el cardenal Ángelo Becciú- presidirá el 27 de abril en La Rioja. A esa celebración fue invitado el presidente Mauricio Macri, pero lo más probable que concurra en su representación la vicepresidenta Gabriela Michetti, acompañada por el secretario de Culto.
Al mediodía, el canciller Jorge Faurie y Abriani compartieron un almuerzo con el nuncio apostólico, monseñor León Kalenga Badikebele, de origen congoleño.
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