Manes presentó su último libro con tono de campaña: “La grieta nos atrasa, involuciona y agota”

MAR DEL PLATA.- A estadio completo, con varias figuras de Juntos por el Cambio y el radicalismo en particular en primera fila, el diputado nacional Facundo Manes exhibió esta noche en Mar del Plata su capacidad de convocatoria desde la presentación de su último libro, “Ser humanos”, oportunidad en la que de manera más o menos directa dejó mensajes que presentó con fundamentos científicos pero que llevaban una clara impronta política.

“Hay una grieta que nos atrasa, involuciona y agota”, aseguró el diputado nacional y argumentó que la salida de esa dura confrontación entre ideas y fuerzas, al igual que de la actual pandemia, será por medio de la “empatía y por arriba, con un sueño superador que involucre”.

Manes dijo que para salir de la decadencia económica se necesita “un sueño que nos involucre a todos” y consideró que hay fracasos en la administración del país porque “no se puede gobernar con la mitad del país en contra o la otra mitad no reconocida”. Por eso, reclamó ser parte de “un nuevo sueño colectivo” que “no puede ser de una persona o un partido político”, sino que “tiene que ser de todos”.

Siempre en tono académico, sin hacer mención directa a casos o situaciones cercanas, advirtió que sobre el peso del miedo “para que el ciudadano no luche por lo que le corresponde”. “Ojo con el miedo que se usa como coerción social”, sentenció el neurocientífico y recordó que “el mejor antídoto es la unión, la empatía”.

La presentación de esta última publicación, que comparte con el licenciado en Letras y experto en lingüística Mateo Niro, se hizo en el gimnasio del Club Once Unidos, con tribunas para más de 1.000 personas completas, al igual que el campo de juego de dimensiones aptas para vóley o básquet, convertido para la ocasión en una platea con más de 500 sillas, todas también ocupadas durante la charla.

Manes ingresó caminando desde el fondo del miniestadio, al ritmo de “Love Again” de Dual Ipa y luces de colores que barrían los distintos espacios. Avanzó entre el público, se acercó a saludar, abrazó, dio algún beso y se tomó decenas de fotos. Hasta se animó a tomar los celulares de los presentes y hacerse cargo de encuadrar en la pantalla para cada una de esas selfies.

El diputado radical tuvo particular agradecimiento para el jefe comunal local, Guillermo Montenegro, y el presidente del bloque de diputados provinciales de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad, dos de las presencias destacadas en una primera fila que tenía allí sentados al exsenador Ernesto Sanz y al ex vicegobernador Daniel Salvador.

Manes es una de las figuras ajenas a la política tradicional que, luego de varios coqueteos durante años y procesos electorales anteriores, el año pasado se lanzó a competir desde una de las líneas del radicalismo. Perdió la interna de Juntos por el Cambio con Diego Santilli y en octubre ganaron juntos la elección que los llevó a sus actuales bancas en la Legislatura nacional.

En Mar del Plata, brindó una charla de casi una hora, con un foco particular en el impacto que ha tenido la pandemia en lo que hace a la salud de manera directa como en los vínculos sociales y los hábitos de vida. Advirtió sobre la sensación de pérdida que ha dejado esta enfermedad, tanto familiares como laborales y hasta afectiva. “Hemos perdido hasta la experiencia de compartir y abrazar”, recalcó.

Habló también de un impacto geopolítico, por los alcances mundiales del coronavirus, y otro muy especial en lo educativo. “Los chicos son las principales víctimas de la pandemia y su mal manejo”, cuestionó en clara referencia a lo que se vivió en Argentina. Durante su exposición fue reiterativo sobre la necesidad de alcanzar bienestar y la felicidad. Y agitó la bandera de la “empatía emocional” como una necesidad, ya que –insistió- es la que permite “sentir lo que siente el otro”.

Citó más de una decena de estudios científicos para fundamentar situaciones de la realidad, pero en varios casos con inevitables lecturas políticas vinculadas a la situación del país. “En las decisiones influye el contexto”, aseguró Manes y citó el caso de los jueces. ¿Hablaba de Argentina? No, de Israel, con tribunales donde mismos magistrados ante mismos casos resolvían distinto, según el momento. “La variable era el horario en que resolvían, a la mañana o a última hora”, dijo, sin más referencias a posibles comparaciones locales.

Para el final se guardó un llamado a trabajar unidos. “La gente que tiene un sueño colectivo que excede los intereses de uno, es más feliz”, afirmó al invitar a ser parte de “un sueño mayor al de sus ambiciones personales”.

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