Malvinas: la crisis del coronavirus acentuó diferencias con los isleños

"A esta altura de los acontecimientos se puede afirmar que en las Falkland no hay casos confirmados del Covid-19". Con este pronunciamiento de la jefa de Servicios Médicos de las Islas, Rebecca Edwards, el gobierno local de las islas Malvinas anunció los resultados de 28 pruebas de detección de coronavirus que había enviado al Reino Unido.

Los tests debieron viajar casi 13.000 kilómetros porque las autoridades isleñas rechazaron el ofrecimiento del gobierno argentino para proveerles de insumos. Una postal de la relación distante y tensa que domina el vínculo bilateral, en el momento de cumplirse hoy 38 años de la guerra de 1982. El cambio de clima tras el fin de la administración macrista es cada vez más palpable. De la ayuda y la asistencia para la búsqueda del ARA San Juan, a la indiferencia en medio de la pandemia de coronavirus.

La semana pasada el secretario de asuntos relacionados con las Islas Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, explicó que la Argentina sería capaz de hacer llegar los tests a las islas Malvinas.

"Todo aquel que vive en Malvinas vive en la Argentina, así que podría atenderse en hospitales argentinos. En nombre del gobierno transmitimos al embajador del Reino Unido la disposición a colaborar con los habitantes de las Malvinas. Gracias a la apertura de laboratorios en las ciudades de Río Gallegos y en Ushuaia", informó el funcionario a través de Twitter. Después resaltó que le había hecho llegar su propuesta al embajador británico en la Argentina, Mark Kent.

El gobierno argentino no recibió una contestación oficial al ofrecimiento, aunque el jueves 26 se conoció una respuesta del jefe del Departamento de Comunicación de las islas, Kevin McCarthy, en la que reconoce que las autoridades de las islas ya están en conocimiento de la ayuda extendida por la Argentina.

"El gobierno de las Islas Falkland ha puesto en marcha un plan sólido para tratar con Covid-19. Cuando haya problemas que requieran apoyo adicional, trabajaremos con el gobierno del Reino Unido", afirmó el funcionario. Un fin abrupto para el intento de cooperación. Nunca hizo mención del ofrecimiento de ayuda argentino.

Además, en un mensaje a la población local, el gobernador de las islas, Neil Phillips, elogió lo que describió como la "magnífica" respuesta del gobierno al desafío del virus. También subrayó el tesón y resiliencia de la población isleña, acostumbrada a sobreponerse a los sobresaltos.

En las islas Malvinas no hay forma de testear localmente a los pacientes sospechados de ser positivos de Covid-19, razón por la cual deben esperar los resultados desde el Reino Unido, que suelen tardar más de lo necesario, por lo que los tratamientos se basan a "ojo clínico".

La situación se tornó más complicada porque los países vecinos, como la Argentina, Chile y Uruguay, tienen cerradas sus fronteras. Además, el puente aéreo con el Reino Unido quedó interrumpido por unos días por el cierre de fronteras, marítima y aérea, decretado por el gobierno de Cabo Verde, donde los vuelos británicos hacen escala con normalidad.

Phillips informó que el puente aéreo con el Reino Unido se había restablecido, con lo que estaba garantizado el abastecimiento total de todo tipo de insumos a la población.

Esto ha permitido que el hospital local reciba más equipos, camas especiales y respiradores, así como profesionales calificados para atender la pandemia. El director de Servicios de Salud Pública y Sociales, David O'Neill reveló que 29 camas del hospital han sido preparadas para atender potenciales casos, incluyendo siete con respiradores.

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