Malestar en Pro por la presión del Gobierno para blindar el veto a la ley de financiamiento a las universidades

El veto a la ley de financiamiento universitario volvió a provocar un fuerte cortocircuito entre el presidente Javier Milei y el Pro, el principal aliado parlamentario de la Casa Rosada en sus primeros diez meses de gestión. En el partido que lidera Mauricio Macri insisten en que no pueden garantizar los votos para acompañar la medida del Presidente y reclaman que el Gobierno busque alternativas para aplacar el conflicto salarial con las universidades antes de la sesión prevista para el próximo miércoles en la Cámara de Diputados, cuando la mayoría de los bloques dialoguistas de la oposición y el kirchnerismo intentarán revertir la decisión de Milei.

El apoyo de Pro es crucial para que el Gobierno pueda reunir el tercio de diputados que le permita blindar el veto presidencial. Pese a que Mauricio Macri se vio ayer a solas con Santiago Caputo, el asesor presidencial, en el espacio están molestos con los constantes desplantes que sufren en las conversaciones con el Ejecutivo y las presiones o críticas públicas de Guillermo Francos, Patricia Bullrich o Manuel Adorni. Por ese motivo, las espadas legislativas de la fuerza de Macri optaron por exponer las dificultades que tiene el oficialismo para recopilar los más de 80 votos que le permitirían detener la contraofensiva de la oposición para insistir con la ley de financiamiento. “Nos chicanean en los medios y nos dicen ‘mezquinos’. Ellos gobiernan, que busquen los votos”, despotrica uno de los referentes de Pro que participa de las negociaciones.

En el oficialismo calculan que si al menos 34 de los 38 legisladores de Pro respalda la posición de Milei, estarían en condiciones de evitar la insistencia de la ley.

La Casa Rosada prepara una cumbre para el lunes con los bloques aliados de Pro y del MID, que conduce Oscar Zago, para coordinar una estrategia. En las filas del partido amarillo están incómodos y susceptibles en la antesala de una semana clave para Milei en su disputa con la oposición. Entienden que el Gobierno podría haber desactivado la puja con las universidades antes de la multitudinaria marcha del miércoles. También consideran que Milei debería haber contemplado si tenía sentido exponerse a una batalla incierta en el Congreso al vetar una ley que según la Oficina de Presupuesto del Congreso solo compromete un 0,14% del PBI. “Toman las decisiones y no nos consultan. ¿Y ahora tenemos que sentarnos para ayudarlos? Somos el empleado del mes”, ironizan en la bancada de Ritondo.

En las últimas horas hubo contactos entre Caputo y Martín Menem, titular la Cámara baja, con Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro, y Alejandro Finocchiaro, para acercar posturas. El exministro de Educación es uno de los legisladores macristas que trabaja para convencer a sus compañeros de bancada de respaldar el veto de Milei. “Estamos ayudando, pero ellos tienen que encontrar una salida para descomprimir”, avisan. Por caso, aguardan que el Ejecutivo conceda un aumento salarial que satisfaga a los gremios docentes universitarios antes de que arranque la sesión.

En ese contexto, el macrismo postergó una definición hasta la reunión de bloque del próximo martes, debido a que en el espacio conviven diversas visiones sobre la conveniencia política de ayudar a Milei a frenar la ley que dispuso un incremento de las partidas presupuestarias para las universidades nacionales, estimado en un 0,14% del PBI. Si bien una mayoría del bloque se inclinaría por cooperar con LLA, Ritondo avisó que no podría contener eventuales fugas. Por lo pronto, el diputado Álvaro González, un hombre del riñón de Horacio Rodríguez Larreta, ratificó ayer que votará a favor de revertir el veto para defender la educación pública. “El Gobierno se aferra a un dogma, como es el déficit cero”, arguyó González en diálogo con Radio Mitre.

Esta vez, Macri, quien recibió el jueves último en su casa de Acassuso a los senadores de Pro, tomó distancia del tema y les encomendó a las bancadas de su partido en el Congreso que procuren unificar posturas y exhiban coherencia a la hora de votar. Cerca del jefe de Pro lamentaron que Francos haya salido a cruzarlo por los trascendidos que hubo en torno a su encuentro con legisladores. “Fue innecesario”, dicen.

Fernando De Andreis, mano derecha de Macri, explicitó el disgusto que impera en Pro por las críticas del Gobierno: “Como el escorpión que mata a la rana que lo está ayudando a cruzar el río. No pueden resistirse, está en su naturaleza”, escribió en sus redes.

En el entorno del expresidente trazan diferencias entre la discusión por la reforma jubilatoria -cuando Macri se alineó con los intereses de la Casa Rosada y les pidió a sus diputados que defiendan el veto presidencial para preservar el equilibrio fiscal- con la disputa con las universidades nacionales por el reparto de fondos. “No se entiende la impericia, inoperancia y la rigidez del Gobierno en este tema”, apunta uno de los interlocutores frecuentes de Macri. El exmandatario se vio ayer con Caputo, a quien sindica como el responsable de bloquear una mayor integración entre Pro y LLA: “La charla fue positiva”, resumió, sin mayores detalles, una fuente del macrismo.

En Pro acumulan bronca con los gestos de hostilidad que surgen del “triángulo de hierro” del Presidente. Por caso, la foto que protagonizaron el martes último Karina Milei y Patricia Bullrich para celebrar la fusión de los bloques de LLA y Pro Libertad, el grupo de fieles de la ministra de Seguridad, provocó ira en el macrismo. “¿Nosotros trabajamos para sacar las leyes de Patricia y ellos nos birlan diputados?”, se lamentaron.

Además, los macristas le pasan factura a la Casa Rosada porque legisladores que responden a Karina Milei endurecieron sus posturas en la Legislatura porteña y complican a Jorge Macri. Por caso, la semana pasada votaron en contra del nuevo Código Urbanístico.

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