Malcorra suavizó la postura argentina ante el caso Venezuela

Fue un chispazo que pasó desapercibido con el fragor de la política doméstica argentina. Pero cortocircuito al fin que se percibió claramente puertas afuera del país: la canciller Susana Malcorra expresó la semana pasada ante la Organización de Estados Americanos (OEA) una posición más blanda que la que expuso Mauricio Macri ante el caso de la crisis de Venezuela.

En medio del debate de la sesión extraordinaria que el Consejo Permanente de la OEA en Washington para analizar la situación de Venezuela, la canciller argentina dijo que se debe tratar de "encontrar una fórmula que destrabe una situación que es muy compleja". Y descartó de plano la posibilidad de invocar la Carta Democrática Interamericana, la cual establece que la ruptura o alteración del orden democrático de un Estado miembro es "un obstáculo insuperable" para su participación en la OEA.

"Me parece que la discusión de la Carta Democrática es apresurada. Antes es importante elaborar una oportunidad de mediación y diálogo", evaluó Malcorra y agregó: "En lugar de estar tan enfocados sobre una herramienta, tenemos que ampliar nuestras opciones".

Las palabras de Malcorra contrastaron abiertamente con el planteo del titular de la OEA, el uruguayo Luis Almagro quien luego de una petición que recibió de un grupo de diputados venezolanos deslizó la posibilidad de discutir la imposición de la Carta Democrática al gobierno de Nicolás Maduro.

Sin embargo, las diferencias entre Almagro y Malcorra no fueron tan visibles como el contraste que la canciller expuso con Macri. Es que unas horas después del debate en la OEA el Presidente expresó a un grupo de corresponsales extranjeros en Buenos Aires que el pueblo venezolano "la está pasando muy mal" y le pidió a Maduro que "abra la puerta al diálogo para que se dé un proceso de transición porque así Venezuela no puede continuar".

Macri evitó referirse a la eventual aplicación de la Carta Democrática Interamericana para intervenir en la situación que atraviesa Caracas, pero la falta de un mensaje más duro de Malcorra en Washington pesó más a la hora de evaluar los contrastes.

Un alto funcionario de la Casa Rosada comentó a LA NACION sin más vueltas: "Creo que Susana se quedó bastante corta con su análisis sobre Venezuela", dijo en alusión a la posición de la canciller. No fue el único funcionario que opinó de manera similar. Un allegado a Macri también comentó que "luego del esfuerzo que hizo Macri por cuestionar a Venezuela y denunciar la situación de presos políticos resulta llamativo el discurso de Malcorra en la OEA".

El 4 de mayo, antes de partir a la OEA y al salir de una reunión en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, LA NACION consultó a Malcorra si iban a plantear el tema de la Carta Democrática a Venezuela y dijo: "No esperen nada altisonante o rimbombante allí. El planteo que hizo Macri en su momento sobre una eventual imposición de la Carta Democrática a Venezuela se hizo el año pasado en el contexto de las elecciones allí y es un tema superado". dijo.

El tema no pareció superado para la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, que en la OEA rechazó los comentarios de Macri y señaló que "ante el injerencismo e irrespeto de Macri nos vemos impelidos nuevamente a recordarle lo que fue nuestra posición en la cumbre del Mercosur: Todo el que se mete con Venezuela se seca! ¡Presidente Mauricio Macri pasará al olvido en la historia de los pueblos de gloria y libertad!", advirtió Rodríguez en su cuenta de Twitter.

Para quien tampoco pasó desapercibido el cortocircuito entre Macri y Malcorra fue para el director de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, quien sostuvo: "La Argentina abandonó en presencia de su canciller el compromiso asumido por el presidente Macri de velar y luchar por la causa de los derechos fundamentales, las libertades públicas y la democracia, específicamente en el caso de Venezuela". Y calificó el discurso de Malcorra como "anodino".

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