El Pro define esta semana quién será su candidato unificado para la ciudad
Acordaron definir con tres encuestas a su postulante, aunque admiten que primará una decisión política; Jorge Macri, el favorito
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Comienza una etapa de definiciones para la interna de Pro. Esta semana se conocerá quién será el precandidato a jefe de Gobierno que llevará la escudería amarilla a las primarias de agosto para enfrentar al radical Martín Lousteau. El nombre saldrá entre los ministros porteños de Gobierno, Jorge Macri, y de Salud, Fernán Quirós.
Los tiempos apuran. Lo saben en todas las tribus en que se divide el partido fundado por Mauricio Macri, que participa de manera directa en esta pulseada con su primo Jorge, escenificando de manera directa el enfrentamiento que en sordina mantiene con Horacio Rodríguez Larreta, que sostiene la candidatura de su ministro de Salud. Cada día que pasa y la interna sigue sin definirse es ganancia para Lousteau, afirman los rivales del jefe de Gobierno.
La resolución se tomará en base a lo que digan las encuestas, según lo acordado y anunciado hace tres semanas atrás por Larreta y Patricia Bullrich, cuando los dos presidenciables de Pro intentaron dar una señal de tregua en la interna a cielo abierto que venían protagonizando. El acuerdo fue firmado con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, que jugó de local en su departamento de Palermo, como testigos y garantía de neutralidad.
Son tres las consultoras que “definirán” la elección final, una elegida por cada protagonista de la puja: Macri (Aurelio), Larreta (Isonomía) y Bullrich (3.0). De acuerdo a fuentes de ambos sectores, los resultados de los trabajos ya están, aunque por el momento nadie los deja trascender.
Pero todo el mundo sabe en Pro que los números no tendrán la última palabra. “La decisión es política”, sostienen en el larretismo, tal vez como una forma de atenuar lo que en casi todos los comandos de campaña dan como algo irreversible y que es que Jorge Macri es el que mejor se perfila en la pulseada.
“Una vez que estén los números todo el mundo sabe que empiezan las conversaciones políticas”, cuenta una legisladora que pasa la mayor parte de su tiempo recorriendo provincias en la búsqueda de cerrar acuerdos con representantes locales para uno de los precandidatos de cara a las primarias presidenciales del 13 de agosto.
En la bolsa de definiciones que exceden a los números fríos de las encuestas se encuentra cuestiones como quién es el mejor para derrotar en la interna a Lousteau, el que pueda vencer en la segunda vuelta de la elección y el que pueda perfilarse para responder al clima de época que atraviesa el distrito porteños, con todos los matices que eso implica.
Aunque todo este proceso parezca complejo y de largo aliento, la definición se espera para esta semana. Si bien en las trincheras larretista como macrista tratan de bajarle los decibeles a la impaciencia mediática por obtener una definición, lo concreto es que hay una fuerte coincidencia en que no se puede perder más tiempo sin tener al candidato que trate de retener el bastión Pro por excelencia.
Es otro de los pocos puntos de contacto que muestran ambas orillas de la interna de la escudería amarilla. La guerra entre ambos precandidatos bajó en intensidad, pero los cañones no se acallaron.
Lo demuestran las violentas declaraciones de la semana pasada de Joaquín de La Torre. “Que Larreta se baje y se deje de joder; si queremos ganar, tenemos que ir todos detrás de Patricia Bullrich como candidata a presidenta”, lanzó el senador provincial.
El exintendente de San Miguel justificó su ataque frontal en que fue una respuesta a Larreta, que en una recorrida por el distrito cuestionó la inseguridad reinante en la comuna del conurbano que ahora conduce Jaime Méndez, delfín de De la Torre. Como parte de la tregua pactada hace tres semanas, Bullrich salió a despegarse del embate del senador provincial.
Sin embargo, en los cuarteles del jefe de Gobierno miran con desconfianza ese ataque y no creen tanto en las palabras públicas de la exministra de Seguridad. Más aún, lo consideran una maniobra más de Bullrich. “Esa es su estrategia, crecer a partir de atacar a Horacio”, dicen.
No es el único acto de agresión, desde que decidieron declarar una tregua, que le endilgan a la precandidata presidencial. Así, recuerdan que poco después de haber hecho el anuncio público de cortar con las agresiones internas, Bullrich hizo una recorrida por La Plata junto a Juan Pablo Allan, precandidato a intendente de la capital bonaerense.
Para el larretismo, eso fue una violación al acuerdo que habían alcanzado ambos precandidatos, que estableció que no habrá internas en los distritos que gobierna Pro en territorio bonaerense. En el caso de La Plata, esto implica dejar que Julio Garro, alineado con Larreta, busque su re-reelección sin competencia interna.
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