Macri pidió un plan para activar los primeros 100 días de gobierno si es reelegido
Los tres años y medio en la Casa Rosada dejaron muy lejos los planes que alguna vez se escribieron en papel en la Fundación Pensar, cuando para Pro todo parecía más sencillo. Tras experimentar la complejidad que tiene el Estado y consciente de que no tendrá el "veranito" del que gozan los nuevos presidentes, Mauricio Macri les encargó a cuatro hombres de su confianza que empiecen a diagramar su eventual segundo mandato.
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"El plan de los primeros cien días" es el nombre con el que, con sigilo, bautizaron a la misión que el Presidente les encargó a sus colaboradores para diseñar qué cambios haría en el gobierno y qué programas públicos impulsaría en caso de ganar las elecciones.
"¿Y si pierden? ¿No se están adelantando?", le preguntaron esta semana a uno de los involucrados en el proceso. "¿Y si ganamos...? Tenemos que saber cómo seguir", respondió.
Los encargados de diseñar los primeros pasos de un potencial segundo mandato son el exministro de Producción, presidente del BICE e histórico presidente de la Fundación Pensar, Francisco "Pancho" Cabrera; el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui; el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, y el asesor externo del Gobierno, Mario Quintana.
"La idea de Macri es que haya alguien pensando en un segundo mandato mientras él se concentra en la gestión actual", dijo una fuente que sigue el proyecto. Aseguró que la idea es que exista un plan consensuado con los socios políticos de Juntos por el Cambio.
Según pudo reconstruir LA NACION, a pedido del Presidente y del jefe de Gabinete, Marcos Peña, Cabrera comenzó a trabajar meses atrás en la eventual futura agenda de gobierno, con foco en los primeros cien días de 2020. "Comenzó a delinear cuáles son las materias pendientes, tomó nota de cuáles fueron las dificultades de gestión y comenzó a plantear cuáles son las prioridades de un segundo mandato", señalaron a LA NACION fuentes al tanto del proceso.
Cabrera trabaja acompañado por el secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez y por el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui.
Los funcionarios vienen recibiendo uno a uno a los ministros del gabinete para trazar un estado de situación. Y ahora están procediendo a hacer una segunda "ronda" para definir prioridades, área por área. Los avances son reportados periódicamente a Peña.
"Pancho ya hizo esto en 2015, pero ahora el escenario es muy diferente, porque conocemos cabalmente el funcionamiento del Estado y sabemos dónde están los cuellos de botella", dijo un colaborador al tanto del proceso. Aseguró que se está en una etapa técnica, pero se espera, más cerca de los comicios, pasar el proyecto por un tamiz político de los socios de la coalición electoral.
Ibarra, por su parte, mira la arquitectura del Estado. Tiene el encargo del Presidente de analizar el organigrama, para evaluar un posible reordenamiento del gabinete. "Está mirando las estructuras de los organismos y ministerios y la cantidad de cargos para ver cómo hacer más eficientes los procesos", dijeron cerca del vicejefe de Gabinete. Aseguró que la evaluación aún está en una etapa preliminar.
El objetivo es que el funcionario le lleve al Presidente "ideas" para mejorar el funcionamiento del Estado, aunque no se descarta conformar un equipo ad hoc para trabajar en un nuevo diagrama del gabinete. En Casa Rosada aseguran que una de los proyectos en borrador que circuló está vinculado a crear "gerencias" en el Estado y un organigrama similar al que existe en la Ciudad.
El papel de Quintana
Quien juega como líbero, y con extremo sigilo, es Quintana. Tres funcionarios reconocieron a LA NACION que el empresario –que supo ser "los ojos y la inteligencia" de Macri hasta que fue el fusible del cambio de gabinete– trabaja pensando en 2020.
"Estoy pensando cosas, pero no estoy a cargo de ninguna iniciativa secreta ni de planes de reclutamiento", aseguró Quintana esta semana en charlas reservadas.
El empresario respondió así a quienes le adjudican estar sondeando a hombres de negocios para ver si están dispuestos a dar el salto a lo público, tal como hicieron buena parte de los funcionarios de Mauricio Macri.
Desde que dejó el Gobierno, Quintana (que es candidato suplente en la lista de senadores por la Capital) oficia de guía espiritual de los funcionarios de Macri.
El exvicejefe de Gabinete organizó retiros con dirigentes y funcionarios nacionales, provinciales y porteños en una quinta de Capilla del Señor. Suele explicar a los suyos que el objetivo es que los referentes de Cambiemos se pregunten, a modo de ejercicio filosófico, "para qué están" en la función pública.
"Hay que tener libertad interior para estar al servicio de la gente y pensar qué vamos a hacer distinto para estar mejor", suele decir Quintana.
De todas formas, para poner en práctica todas las lecciones espirituales y para implementar las ideas que ensayan sus hombres de confianza, Macri debe ganar las elecciones. En la Casa Rosada aseguran que hoy, cuando el Presidente y su jefe de Gabinete, Marcos Peña, lleguen a Buenos Aires, entrarán en la etapa final de la estrategia electoral. Definirán ejes y mensajes. Están en tiempo de descuento.
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