Macri invitó a Evo, en medio de la tensión con Bolivia
Le ofreció visitar el país para distender la relación, afectada por la política migratoria; llegó una misión de La Paz
En medio de un clima de tensión, y ante las quejas de la diplomacia de Bolivia por las nuevas medidas migratorias que tomó la Argentina, el presidente Mauricio Macri invitó a su par Evo Morales a reunirse en Buenos Aires el próximo 16 de abril, con un escenario particular de fondo: el clásico del fútbol argentino del Boca-River que se jugará en la Bombonera.
Así lo confirmó ayer el embajador de la Argentina en Bolivia, Normando Álvarez García, quien adelantó que las cancillerías de ambos países preparan un encuentro entre Macri y Morales.
Anoche, en la Casa Rosada dijeron a LA NACION que la idea de Macri de invitar a Morales estaba en carpeta antes del roce diplomático reciente por el tema migratorio, aunque admitieron que esa visita servirá para distender el clima beligerante entre ambos países.
A su vez, el embajador argentino reconoció que "hubo errores en cuanto a la manera en que se lanzaron los decretos" sobre la reforma migratoria en la Argentina, que servirán para deportar mediante un trámite rápido a los extranjeros que hayan cometido delitos de gravedad en el país.
La decisión de Macri de invitar a Morales se dio a conocer en paralelo a la visita que hizo ayer a la Argentina el canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni, junto con una delegación del gobierno boliviano, para plantear las quejas y la preocupación sobre el eventual trato que podrían recibir sus connacionales con el nuevo decreto migratorio del Gobierno.
Según pudo saber LA NACION, Huanacuni se reunió con el vicecanciller Pedro Villagra Delgado y le planteó la preocupación de Bolivia por la eventual vulnerabilidad de los derechos humanos de los inmigrantes bolivianos en la Argentina con las nuevas medidas migratorias que se impartirán.
El presidente del Senado, Alberto Gonzales, que también formó parte de la delegación, expresó ayer, tras la reunión en la Cancillería: "Lo que queremos evitar es que a un boliviano que le saque la lengua a la señora que vende pan lo echen. Eso queremos evitar". Así, la delegación de Bolivia graficó el temor que existe por una eventual deportación masiva de inmigrantes con la nueva normativa migratoria, que contempla el acotamiento de los tiempos para expulsar a un extranjero que cometa un delito en el país.
No obstante, el viceanciller Villagra Delgado destacó que el encuentro con la misión de Bolivia fue "muy positivo" y aclaró que el nuevo decreto que impulsó Macri "no es una política antiinmigración, sino que es un tema que incluye solamente a los extranjeros que delinquen". A lo largo del encuentro con la delegación de Bolivia en el piso 12 de la Cancillería, Villagra Delgado reiteró que "no existe una política xenófoba" de parte de la Argentina, "sino que -aclaró- lo que se busca es cumplir con lo que hacen todos los países del mundo civilizado: cumplir con la ley ante aquellas personas que cometen delitos".
La comitiva de Bolivia encabezada por el canciller Huanacuni se reunirá hoy con el director de Migraciones, Horacio García, y con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, foco de las quejas del gobierno boliviano por haber relacionado un aumento de delitos de narcotráfico con la inmigración paraguaya, peruana y boliviana.
Ante estas quejas, ayer Bullrich advirtió que Bolivia "no es consistente con sus decisiones políticas y sus leyes" cuando cuestiona la política migratoria de la Argentina. Así, la ministra aclaró que la ley migratoria boliviana es similar o más dura que la argentina.
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