Macri: "El cambio no se puede detener en revanchas"
Emocionado, en su primer discurso como presidente electo, habló de reconciliación y tendió puentes hacia Scioli, Massa y los gobernadores del PJ
La mano derecha cerca del corazón, los ojos vidriosos, la sonrisa que apenas enmascaraba la emoción. Mauricio Macri entró al escenario de Costa Salguero cuando su triunfo sobre Daniel Scioli era ya imposible de remontar. Su objetivo: mostrarse como un presidente pacificador y conciliador, ante los difíciles tiempos que ya imagina desde el poder.
"El cambio no se puede detener en revanchas o ajustes de cuentas, tenemos que construir juntos la Argentina de pobreza cero", dijo el presidente electo, en un puente tendido a sus vencidos de anoche, pero también a Sergio Massa y los gobernadores peronistas, con los que prometió comenzar a hablar desde hoy mismo para trazar "acuerdos de gobernabilidad" que le permitan transitar sin sobresaltos el primer tramo de su gestión.
"Hoy es un día histórico, un cambio de época que nos tiene que llevar al futuro", afirmó Macri, y de inmediato se centró en quienes no lo votaron. "Les pido que se sumen, no soy un iluminado que tiene todas las soluciones", planteó con la voz entrecortada mientras la ovación se hacía más fuerte. "Le pido a Dios que me ilumine para poder ayudar a cada argentino", agregó Macri, ya en la piel del sucesor de Cristina Kirchner.
Lo acompañaban en el escenario sus principales espadas de Pro desde sus comienzos: Gabriela Michetti, su compañera de fórmula; Horacio Rodríguez Larreta, su sucesor en la ciudad, y María Eugenia Vidal, gobernadora bonaerense electa, aplaudida a rabiar por la multitud. También las dos grandes columnas de Cambiemos: Lilita Carrió y Ernesto Sanz, a los que reconoció en su discurso y abrazó frente a todos.
Fue Michetti, antes que él, quien también envió un mensaje a muchos votantes de Scioli. "Sabemos que muchos están preocupados y con temor. Especialmente para ustedes vamos a trabajar", afirmó la vicepresidenta electa. Tal vez sabía que finalmente Scioli había sacado más votos que Macri en la provincia de Buenos Aires, el distrito que Vidal le arrebató al peronismo después de 28 años de hegemonía.
La conciliación también apuntará a las relaciones con el mundo, afirmó Macri. Aludió a los "hermanos latinoamericanos", a quienes propuso una "agenda de cooperación" desde el inicio de su gestión.
Llamados presidenciales
"Claramente queremos dejar atrás una etapa, basado en los conflictos permanentes con los países de la región", afirmó a LA NACION Fulvio Pompeo, encargado de relaciones internacionales del gobierno porteño, un rato después del discurso de Macri. Llamadas de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, y del presidente de Paraguay, Horacio Cartés, fueron las primeras que recibió el líder de Cambiemos ayer, ya como presidente electo.
Los guarismos, al cierre de esta edición, daban cuenta de un triunfo más ajustado que el que planteaban las encuestas, con alrededor de tres puntos de diferencia. El análisis en la mesa chica de Pro era de alegría, pero sin desmesuras. "A veces es mejor ganar por poco, porque ganar por una gran diferencia te genera el veneno de la soberbia. Si ganás por poco, te ayudan a gobernar", comentaba un miembro del equipo de comunicación que encabeza Marcos Peña. "Esperábamos un resultado distinto y dio mucho menos. Habrá que revisar algunas cosas", afirmaron a LA NACION desde el Ministerio de Gobierno, que encabeza Emilio Monzó, pasadas las 23.
Mientras esperaban el desenlace final, corrían los rumores sobre el flamante gabinete de Macri, que se anunciaría hoy. A los nombres ya conocidos (Peña, mencionado especialmente por Macri; Esteban Bullrich, Pablo Clusellas) se sumaba Francisco "Pancho" Cabrera como eventual ministro de Producción, y el ex CEO de LAN Gustavo Lopetegui como vicejefe de gabinete, a cargo del tablero de control de la gestión presidencial.
Pero la danza de nombres y cargos no concluía allí. Rogelio Frigerio sería anunciado hoy como ministro del Interior, mientras el nombre del ministro de Economía permanecía en secreto.
Más allá de los nombres y de lo ajustada de la victoria, no había más lugar que para la emoción. "Llegó el día. Mauricio es presidente", dijo Peña a más de doscientos colaboradores que trabajaron en la campaña. Abrazos, más abrazos y más lágrimas corrieron por los rostros de los colaboradores, la mayoría de ellos muy jóvenes, que vieron cumplir el "sueño" del que tanto habló Macri.
"Hicimos posible lo imposible", repitió el candidato de Cambiemos, que se fue del búnker pasadas las 23 para celebrar su primera noche como presidente electo.
- "Hoy es un día histórico, un cambio de época que nos tiene que llevar al futuro"
- "Les pido que se sumen, no soy un iluminado que tiene todas las soluciones"
- "Ustedes con su voto hicieron posible lo imposible, lo que nadie creía. Lo hicimos, lo hicimos juntos"
A favor
Cambiemos logró imponerse con contundencia en provincias controladas por el peronismo, como Córdoba, Entre Ríos y La Rioja.
En contra
El triunfo resultó más ajustado de lo esperado (menos de 3 puntos al cierre de esta edición) y Macri no logró profundizar la histórica victoria de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires
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