
Macri avaló la eventual alianza con Milei en la provincia, pero advirtió que espera definiciones
El expresidente celebró el encuentro de Ritondo y Santilli con el Presidente en la Casa Rosada, pero dijo que “es difícil saber” por qué no avanzan las negociaciones; “Estamos en la fase de fotos y palabras. No hay nada concreto”, sostuvo
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El titular de Pro, Mauricio Macri, ratificó hoy su intención de concretar un acuerdo electoral con Javier Milei para enfrentar al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones legislativas de octubre.
Cuatro días después de la cumbre que mantuvieron Cristian Ritondo y Diego Santilli con el Presidente y sus principales armadores políticos, Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y Sebastián Pareja, en la Casa Rosada para negociar una eventual alianza entre LLA y Pro en el territorio bonaerense, Macri dijo que está “absolutamente de acuerdo” con la idea de converger con los libertarios, pero advirtió que espera definiciones. Es que el exmandatario considera que debe haber más instancias para definir los términos de un pacto.
Recién llegado de Italia, adonde viajó para disertar en la Escuela de Negocios de la Universidad de Bologna, Macri encabezó una nueva reunión de la mesa ejecutiva de Pro en la sede partidaria ubicada en Balcarce 412. “Fue una reunión positiva en la Casa Rosada. Pero todavía estamos en la fase de palabras y fotos, no hay nada concreto”, puntualizó Macri al ingresar al búnker de Pro.
Si bien el presidente de Pro apoyó la chance de anudar una alianza, la postal de Ritondo y Santilli con los Milei en Balcarce 50 despertó recelos en el cuartel de Jorge Macri, quien se alista para una batalla a todo o nada contra LLA en las elecciones en la Capital. La cumbre se produjo 48 horas antes del cierre de alianzas en la Capital.
Macri ratificó su voluntad de conciliar posiciones con LLA para construir una alianza para competir en las legislativas. No obstante, aclaró que “es difícil saber” por qué no avanzan las negociaciones. “Nuestro compromiso es con todos los argentinos, más allá de que colaboramos con LLA en este año y medio de gestión como nunca nadie lo ha hecho antes”, remató el titular de Pro.
Al entrar al edificio, tal como consignó LA NACION anteayer, el expresidente confirmó que estaba al tanto de que Ritondo y Santilli irían a la casa de gobierno para entrevistarse con Karina Milei y sus laderos con el objetivo de explorar un acuerdo para que Pro y LLA confluyan en las legislativas de octubre en el territorio bonaerense, el gran bastión del kirchnerismo.
Cuando le consultaron si avalaba el diálogo con Milei de los referentes de Pro en Buenos Aires, Macri respondió: “Absolutamente, estoy de acuerdo”. Enseguida, comentó que él había instruido a Ritondo, jefe del macrismo en la provincia, para que entablara conversaciones para saber si los armadores libertarios estaban dispuestos o no a aunar fuerzas en el distrito más poblado del país. Dijo que le había encomendado esa tarea a su delegado bonaerense en la última reunión por Zoom de los altos mandos de Pro, que se realizó el domingo. “Necesitamos, como diría alguien no santo de mi devoción [por Sergio Massa], que digan ‘por sí o por’, para que sepamos dónde vamos”, comentó Macri.
En rigor, el expresidente masculla bronca con Santiago Caputo y Karina Milei, a quienes acusa de trabar las conversaciones con Pro. De hecho, el exmandatario interpretó como una provocación el silencio del Gobierno frente a su propuesta de armar una mesa de diálogo para negociar los términos de un eventual acuerdo electoral. Esa había sido la respuesta de Macri al deseo que Milei expresó, a principios de enero, de aliarse con Pro para “arrasar” con el kirchnerismo en todo el país. Pasaron tres meses y las tratativas siguen estancadas. Por eso, ungió ahora a Ritondo como su principal interlocutor con LLA.
Trastienda
En ese contexto, el jefe de Pro recibió hoy a la cúpula de su partido para dialogar sobre la campaña para las elecciones en Santa Fe, en la Capital y San Luis, donde Pro y LLA medirán fuerzas. Concurrieron Jorge Macri, Ritondo, Santilli, María Eugenia Vidal, Alfredo De Angeli, Soledad Martínez, Facundo Pérez Carletti y Fernando de Andreis. El gobernador Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, participaron vía Zoom. El único ausente fue Ignacio Torres (Chubut), quien no pudo conectarse.
A lo largo del cónclave, los jerarcas de Pro analizaron las próximas paradas en el tablero electoral. Hasta ahora, Pro y LLA no lograron cerrar un pacto en ninguno de los distritos donde finalizó el plazo legal para inscribir alianzas. Ni en la Capital ni en Chaco, donde el macrismo va como adherente al frente de la UCR y LLA -un pedido de la Casa Rosada a Leandro Zdero-, ni en Santa Fe en Jujuy ni en San Luis ni en Salta.
Hubo un fuerte hermetismo en torno a lo que discutieron. Pero, según indicaron fuentes del espacio a LA NACION, Jorge Macri expresó que preferiría que el resto de los referentes territoriales no anticipen acuerdos con LLA en otras provincias hasta que se produzca la elección porteña del 18 de mayo, cuando Pro buscará revalidar sus títulos y contener la ofensiva libertaria. Es sabido que Santilli, Frigerio o Torres apuestan por converger en sus terruños con las fuerzas de Milei. Por lo tanto, sus laderos anticipan que no participarán de la campaña en la Ciudad, el bastión de Macri desde 2007.
En el entorno del expresidente repiten que el armado porteño será un asunto prioritario. Es más, Macri cree que debería haber una tregua en su bastión para evitar una campaña sangrienta. En otras palabras, quieren un alto al fuego de los libertarios, que alistan su artillería para quitarle el cetro a Pro en su pago chico.
Más allá de que intuyen que una derrota en la Capital les quitaría margen de maniobra, los macristas avisan que, en caso de abrirse la negociación por las listas nacionales, intentarán garantizar la gobernabilidad en los distritos o municipios donde gestiona Pro. También remarcan que los jefes de LLA deberán aceptar la idea de hacer un “frente”. Es que los macristas sospechan que dividir la oferta opositora en Buenos Aires beneficiaría al kirchnerismo. Por lo que creen que podrían condicionar a los libertarios en la madre de todas batallas. Presumen que la amenaza de la vuelta de Cristina Kirchner podría afectar la confianza en los mercados y poner en jaque el plan económico de Milei.
“Nuestra nave insignia es la Capital y nuestro buque destructor es la provincia”, resumió el entrerriano De Angeli ante sus pares. La ocurrencia fue celebrada por el resto de los jerarcas.
“Nosotros tenemos una posición de creer que quienes piensan similar o comparten ideas y miradas de un país deben ir juntos. Ahora, lamentablemente, eso en la ciudad no pasó. Entonces, la provincia empezó un camino, pero hay otras elecciones también”, comentó Ritondo tras el cónclave.
Por su parte, Vidal eludió una definición sobre si aceptará ponerse al frente de la boleta de legisladores porteños en los comicios del 18 de mayo, una escala crucial en la carrera hacia octubre. “Faltan unos días y es conveniente esperar hasta que tengamos una definición. Es una decisión que vamos a tomar en equipo, con el jefe de gobierno y hay muchos buenos candidatos”, subrayó Vidal. Tanto Ritondo como ella cuestionaron en pública a Larreta por lanzar su candidatura porteña, por fuera del macrismo.
La mayoría de los representantes del partido de Macri en Buenos Aires abogan por agotar las instancias de negociación con LLA para confluir en un frente. Al frente de los acuerdistas están Santilli, Ritondo y también los intendentes Montenegro (General Pueyrredón) y Ramón Lanús (San Isidro).
Sin embargo, el movimiento de fichas del lunes tuvo efectos en Pro. No solo provocó el malestar de los laderos de Jorge Macri -calificaron a Santilli y Ritondo como “librepensadores”, y aseguraron que la postal amistosa había sido inoportuna-, sino que detonó la incipiente reconfiguración de Juntos por el Cambio en la provincia. Es que Néstor Grindetti había cerrado un encuentro con los referentes de la UCR que responden a Maximiliano Abad en Buenos Aires. La reunión iba a realizarse el martes, pero los radicales decidieron suspenderla al ver que Pro ya había definido priorizar la alianza con LLA. “El Pro está roto”, sentenció uno de los armadores del fallido cónclave.
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