Macri acepta que Vidal pueda ir también como candidata de Alternativa Federal
La decisión política está tomada: si todos los actores aceptan, María Eugenia Vidal también será la candidata a gobernadora de Alternativa Federal . Siete de los ocho actores involucrados en la definición ya dieron luz verde al plan, solo resta la palabra de uno: Sergio Massa. Nada fácil.
El presidente Mauricio Macri ; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora bonaerense, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidieron avanzar con la estrategia. El Presidente habló del tema con los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta), que también se mostraron de acuerdo. Ahora, todo depende de Massa.
La negociación está avanzada, aunque nadie se anima a darla por concluida. Es que en paralelo el líder del Frente Renovador también coquetea con el kirchnerismo, que le habilitó la participación en las PASO contra la fórmula que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Y en el congreso de su partido fue enfático en sus críticas al macrismo y su inclinación a favor de una coalición opositora.
Mientras el reloj de arena avanza sin pausa –el cierre de las alianzas es en ocho días–, Massa medita una definición. Macri habló personalmente del tema con Schiaretti y Urtubey, y ambos le manifestaron su respaldo a la medida. Hasta el momento ese espacio no presentó un postulante competitivo para el principal distrito electoral del país. También hubo una reunión este lunes entre Vidal, Peña, Rodríguez Larreta y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para ordenar las acciones. Tanto el jefe de gobierno porteño como Frigerio tienen una muy buena relación con el exintendente de Tigre. Pero la negociación no es a libro cerrado. Las propuestas de Massa se van a analizar, afirman en el Gobierno.
Según pudo reconstruir LA NACION, Massa tiene la opción en estudio como una forma de quedarse dentro de Alternativa Federal. Uno de los requisitos sería que el macrismo baje a su candidato a intendente en Tigre, el actor Segundo Cernadas, e ir en ambas boletas con Malena Galmarini, esposa de Massa, como postulante.
Además, el exjefe de Gabinete podría robustecer su bancada de legisladores bonaerenses y detener la diáspora de dirigentes hacia el kirchnerismo. "Se está encaminando, espero que se resuelva bien", dijo, con un optimismo desmedido, uno de los hombres involucrados en la discusión estratégica. La jugada tiene como objetivo final conservar el poder en la provincia de Buenos Aires. La últimas encuestas encendieron las alarmas en el búnker de La Plata. Sin un cambio de fondo, como el que está en pleno debate, Vidal podría perder ante el binomio que conforman Axel Kicillof y Verónica Magario. El principal problema para la gobernadora es el nombre Macri. Su imagen, sobre todo en el conurbano, es mala.
Con los votos que podría sumar Massa, según las cuentas que hacen en La Plata, le alcanzaría a Vidal para retener el poder. En Buenos Aires no hay ballottage. Pero, como en un juego a dos bandas, según la lectura que hacen algunos de los principales asesores del Presidente, el triunfo de la mandataria provincial generaría un efecto inmediato en las aspiraciones de ser reelegido de Macri, ya que ganar en el principal distrito electoral del país le daría impulso en la batalla nacional. Como adelantó LA NACION el último sábado, para dar este paso Macri debería firmar un nuevo decreto que desdiga al que firmó hace solo unas semanas. Es que, a pedido de Vidal, el Presidente resolvió poner punto final a las listas colectoras que había establecido la entonces presidenta Cristina Kirchner en 2011.
Macri ya avisó que está dispuesto a dar este paso. Otra opción que está en análisis es que el decreto que ya firmó el jefe del Estado, que excluyó la posibilidad de utilizar listas colectoras, comience a regir para la elección de 2021. Es una idea que gana terreno entre los asesores jurídicos del Presidente.
Si bien los principales protagonistas de Cambiemos están embarcados en esta nueva aventura, no todos están a favor del acuerdo con Massa. La sola mención del tigrense genera desconfianza entre algunos de los hombres de confianza del Presidente, que no están en la mesa de negociación.
Entre los argumentos que utilizan aquellos que rechazan el pacto se destaca lo que ocurrió en la convención del Frente Renovador, donde Macri fue criticado con dureza. Ese día Massa fue lapidario cuando habló del gobierno nacional y no hizo una sola mención contra el kirchnerismo. Algunos creyeron ver en esto un principio de arreglo entre los dos exjefes de Gabinete de Cristina Kirchner.
Como en 2015, cuando Emilio Monzó, como máximo representante del ala política macrista, propuso negociar una alianza con Massa, ahora vuelve a plantearse el debate interno. Pero a diferencia de la primera vez, hoy Macri y Peña están dispuestos a aceptarlo.
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