Luis Petri impulsa la participación de las Fuerzas Armadas en el combate al narcotráfico y al terrorismo

Con la legislación actual, las Fuerzas Armadas tienen las manos atadas en la Argentina frente a la hipótesis de una agresión externa, como el ataque del grupo terrorista islámico Hamas contra la población de Israel. Romper ese “grillete”, que el gobierno de Javier Milei atribuye a “la visión sesgada del kirchnerismo”, es uno de los primeros objetivos que se fijó el ministro de Defensa, Luis Petri. Con esa finalidad, según pudo saber LA NACION, ya comenzó el trabajo en equipo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para modificar la reglamentación de la ley de defensa nacional, que impide a los militares colaborar en la lucha contra el terrorismo.

Del mismo modo, las Fuerzas Armadas tendrán un papel más activo en la lucha contra el narcotráfico. Se apunta a dejar atrás restricciones que cerca del ministro consideran “insólitas”, como la imposibilidad de que las Fuerzas Armadas, por ejemplo, asignen un helicóptero a la Gendarmería para un operativo de prevención del avance narco en la frontera norte.

El propio Petri deslizó el objetivo de modernizar la legislación, al poner en funciones esta mañana y tomarle juramento al nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Julián Isaac, quien en los últimos cuatro años fue el número uno en la Fuerza Aérea.

“Con el decreto reglamentario actual, ese brutal atentado perpetrado por una organización terrorista no podría haber sido repelido por nuestras Fuerzas Armadas. Y esto habla de la necesidad de modernizar nuestra legislación, continuar con el reequipamiento y ampliar las capacidades militares”, afirmó el ministro en las escalinatas del edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto.

La vía para estos cambios, que marcarán un giro en la doctrina militar, será volver a modificar el decreto reglamentario de la ley de defensa nacional, promulgado por Néstor Kirchner en 2006, que limitó las atribuciones de las Fuerzas Armadas para actuar ante “agresiones de origen extranjero”, al imponer la condición de que ese ataque debía ser perpetrado por Fuerzas Armadas de otros Estados. Ya Mauricio Macri había derogado esa exigencia en 2018, pero en la gestión ministerial de Agustín Rossi se volvió al criterio que impuso el kirchnerismo.

La agenda con Bullrich

En la reunión que mantuvieron con sus equipos el lunes, para construir una agenda unificada, Petri y Bullrich coincidieron en que, a partir del atentado a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, hay un nuevo paradigma en los sistemas de defensa nacional, lo que obliga a modernizar la legislación. Avanzarán, así, en la modificación reglamentaria y en recuperar la potestad de las Fuerzas Armadas para participar en la custodia de objetivos estratégicos.

Eso implica definir una nueva Directiva Política de Defensa Nacional (DPDN) para preservar los intereses vitales de la Nación, asignar efectivos militares a la protección de centrales nucleares, hidroeléctricas y termoeléctricas, como Atucha, Atucha II, Embalse, El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Luján de Cuyo, entre otras, hoy custodiadas por fuerzas de seguridad y seguridad privada. Se volvería al criterio que rigió en el gobierno de Macri, cuando Patricia Bullrich era ministra de Seguridad.

La agenda común que trazará lazos de coordinación entre las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad se reflejará, también, en tareas de logística y transporte, y en el control y vigilancia de los espacios marítimos, especialmente en la línea de la milla 201, para prevenir la pesca ilegal y la depredación del mar, advierten cerca del ministro de Defensa.

El mensaje a las FF. AA.

En el acto que consagró a Isaac al frente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Petri valoró los cambios en la cúpula militar y dijo que las Fuerzas Armadas son “instituciones de la Constitución, de la democracia y, especialmente, de la paz”.

Apuntó a la herencia del kirchnerismo, al señalar que el gobierno de Milei enfrenta “desafíos muy grandes, como la reconstrucción nacional después del desastre que recibimos”.

“Hay momentos de la historia –prosiguió- en que necesitamos marchar hacia la libertad y éste es uno de esos momentos. Como lo entendió el general José de San Martín, cuando emprendió desde Mendoza la epopeya libertadora. Con 5000 hombres libertó dos países, pero fundamentalmente garantizó la libertad de la República Argentina.

El ministro de Defensa puso de relieve la gestión del jefe del Estado Mayor Conjunto saliente, teniente general Juan Martín Paleo, al ponderar especialmente la actuación de las Fuerzas Armadas al servicio de la comunidad, durante la pandemia, y el operativo “Regreso seguro”, que el jefe militar puso en marcha para repatriar a los argentinos que se encontraban en Israel cuando se produjo el atentado de Hamas, el 7 de octubre último.

Tanto Paleo como su sucesor Isaac egresaron del Colegio Militar y de la Escuela de Aviación Militar, respectivamente, a fines de 1983, pocos días antes de la recuperación de la democracia.

Paleo, en su mensaje de despedida, afirmó que “las Fuerzas Armadas no deben ser de un partido o movimiento político. No somos una fuerza facciosa. Somos el brazo armado de la Nación”.

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