- Ayer desmontamos la Operación Pirincho. También ayer denuncié en Comodoro Py a una asociación ilícita constituida para armarme una causa con información falsa y coaccionarme con la amenaza de mi inminente detención.
- Hoy la causa está en manos del fiscal Eduardo Taiano y el juez federal Julián Ercolini. Y esta noche vamos a tratar de deducir si Cristina "sabía". Si podría formar o no parte de esta organización criminal. Si cuando aceptó ser querellante e infló la causa Villena, la vicepresidenta ya sabía que: su abogado, y el de Cristóbal López, Carlos Beraldi; su incondicional, Oscar Parrilli; su otro incondicional, Rodolfo Tailhade; Hugo y Pablo Moyano; el abogado de Hugo y Pablo Moyano, Daniel Llermanos y el periodista procesado por extorsión y con dos condenas por publicar información falsa, Tomás Méndez, operaban de manera ilegal para instalar la idea de que soy un delincuente e intentar meterme preso.
- Si Cristina, en uso de sus facultades mentales, convalidó esta porquería a sabiendas de que yo no era Pirincho, de que el tal Pirincho era un productor y movilero de América TV. Porque si ella no sabía, ¿por qué propició e infló la causa del juez Villena con dos videos?
- Pero seamos prácticos. Ordenemos este nuevo capítulo de la serie: la semana pasada, Camilo Cagnacci, un inquieto periodista de periodismoypunto con el que vamos a hablar enseguida, confirmó que Pirincho no era yo. Entonces toda la operación para coaccionarme y mandarme a la cárcel se cayó como un piano desde la punta del Obelisco.
- Cagnacci tiene razón. Porque desde el principio, yo negué todo. Que tuviera vínculos con los exagentes sospechados de espionaje ilegal. Que hayan pisado alguna vez el estudio de La Cornisa. Y que me hayan dado o pedido información.
- Y también desde el principio, dije que: me llamo Luis Majul y nadie nunca me llamó Pirincho; que tengo más de 40 años de periodismo; que publiqué una docena de libros de investigación periodística; que fuimos halagados, con múltiples reconocimientos, incluido el último premio Konex de comunicación y periodismo; que no necesito de ningún espía para conseguir y publicar información. Pero a la presunta organización criminal, no le importó la verdad.
- Ayer también te dijimos que la operación empezó mucho antes de febrero de este año, cuando el juez Villena "agarró" una causa que, en rigor, debía haber mandado a sorteo. Te mostramos este impactante video para que entendieras que la operación Pirincho tuvo su origen en "los sótanos del poder".
- La cuestión es que Cristina, Beraldi, Parrilli y Tailhade compraron la solución que les vendieron Llermanos y Tomás Méndez. Es decir: el armado de una causa para obtener impunidad y venganza, y todo por el mismo precio.
- Ahora, prestá atención a esta cronología: en febrero de 2020 aparece el juez federal ideal para el armado. Se llama Federico Villena. Y da inicio a la causa de supuesto espionaje de una manera extraña que en otros capítulos te vamos a contar. Designado bajo el gobierno de Macri, era el más presionable de todos. Cristina lo tenía apuntado por haber autorizado a la AFI de Macri a "hacer tareas de inteligencia" sobre el Instituto Patria y su domicilio particular. Es decir: las mismas tareas de inteligencia que después se puso a investigar, por considerarlas ilegales.
- El 8 de junio pasado Villena invita a su juzgado a Cristina Fernández. Así comienza el operativo Pirincho. Villena le muestra los chats. Cristina se transforma en querellante en la causa de espionaje ilegal en su contra. Ella estaba protegida y avisada. Sabía adónde iba. Sabía a lo que iba. ¿Le habían garantizado que podía contar con el juez?
- De hecho, el primer video que subió para "inflar" a la causa, necesitaba horas de edición. ¿Cómo hizo para subirlo tan rápido? Por eso es la pregunta del título: ¿Cristina sabía o no sabía? ¿Estaba al tanto del presunto delito que estaban por cometer Beraldi, Parrilli, Tailhade, Llermanos y Méndez?
- Y ese mismo día, el 8 de junio pasado, minutos antes de la medianoche, aparece en escena, el exagente de inteligencia Rodolfo Tailhade, escribiendo en su cuenta de Twitter. "Ya me presenté como querellante en la causa de los correos pinchados, @majulluis, y además pedí ver tus email por si surge alguna evidencia de tu complicidad con la mesa judicial, porque para saber si cobrabas de Macri no hace falta mirar nada. Te voy teniendo al tanto, Pirincho".
- ¿Pirincho? ¿A quién le estaba llamando Tailhade Pirincho? Pensé: es otro de los delirios de este personaje. Pero a las pocas horas, el 9 de junio, por la mañana, el defensor de Cristina, Carlos Beraldi, comienza a instalar, también, que se trata de un delito. E insiste con el mismo alias con el que me había mencionado Tailhade.
- Escuchá este audio: dice "hay un tal Pirincho, de América TV". A partir de este momento dejé de ser el periodista Luis Majul, para convertirme en "el agente Pirincho". Pero jueves 11 de junio reaparece Cristina y vuelve a subir otro polémico video, donde nos acusa, (a mí y otros periodistas) sin pruebas, de formar parte de una suerte de asociación ilícita.
- Diez días después, el 22 de junio, el juez Villena cita a Pablo y Hugo Moyano. Les muestra las "pruebas" del espionaje. Los invita a ser querellantes. Y a la salida de los tribunales, Llermanos entra en éxtasis. Tres días después, el 25 de junio, Llermanos vuelve a la carga, pero esta vez en C5N, en el programa del periodista acusado de extorsión, Tomas Méndez: ¡Qué cansador! Una vez más. Es mentira. Jamás hubo gente de la AFI en el estudio de La Cornisa. No los conozco.
- Pero el 29 de junio Villena dispone 22 detenciones. Entre otros, la de los espías de la AFI a los que Méndez y Llermanos "usaron" para vender la "Operación Pirincho" a Cristóbal López, a Moyano y a Cristina. Ese mismo día, Parrilli intenta meternos por la ventana de la causa. A Jorge Lanata, a Nico Wiñazki y a mí. Y mientras Parrilli mentía a sabiendas, militantes kirchneristas trataron de instalar el hashtag #majulpreso. Al otro día, Romina Mangel, desde Animales Sueltos, se suma a la operación.
- El miércoles 1 de julio, fuentes cercanas al juzgado de Villena hicieron correr el rumor de mi detención. Y jueves 2 de julio, colegas muy valientes, con información propia, alertaron sobre el intento de meterme preso. Al otro día, el viernes 3 de julio, la cámara de apelaciones en lo criminal y correccional federal de La Plata apartó al juez Federico Villena. Le imputó irregularidades escandalosas.
- De hecho, hoy mismo, aquí, en Mirá, vamos a analizar, con el especialista Julito López si es cierto lo que dice Darío Nieto, exsecretario de Macri, quien denunció que su aparato celular fue manipulado. Que le agregaron, al celular de Nieto, de manera ilegal, un falso chat con Silvia Majdalani, la exnúmero dos de la AFI, después de que se lo incautaron.
- Pero la pregunta de esta noche sigue en pie. ¿Cristina sabía? ¿Cristina estaba al tanto?
- Primero una aclaración: A pesar de que en los portales de Clarín y Perfil tenían la información correcta, los títulos no lo son del todo precisos. Clarín tituló: "Majul denunció a Cristina por asociación ilícita". Yo no denuncié a Cristina por asociación ilícita. Sí a su abogado, Beraldi, a sus incondicionales, Parrilli y Tailhade, al abogado de Hugo y Pablo Moyano, Daniel Llermanos, y al periodista procesado por extorsión, Tomas Méndez. También es incorrecto el titulo de perfil.com: "Majul denunció a Cristina Kirchner, Beraldi y Parrilli por la operación Pirincho". De nuevo. No denuncié a Cristina. Y tampoco fue una denuncia por "la Operación Pirincho". Es por una presunta asociación ilícita integrada por Beraldi, Parrilli, Tailhade, Llermanos y Méndez.
- Eso no significa que no pueda ampliar la denuncia contra la vicepresidenta si encuentro más pruebas. Y vos sabés que las voy a buscar. Sí, sobre el rol de Cristina en esta operación, podría compartir con la audiencia mis dos hipótesis.
- Hipótesis número uno: Llermanos y Tomás Méndez les vendieron a Beraldi, Parrilli y Tailhade la Operación Pirincho y les encantó. Y entraron como por un tubo. Si fuese así, ahora Beraldi, que ya tenía su prestigio abollado por haber asumido la defensa de Cristina y de Cristóbal López, se debe estar queriendo meter en un pozo.
- Hipótesis número dos: o Llermanos, Méndez, Beraldi, Parrilli y Tailhade supieron desde el principio que yo no era Pirincho y descontaron que con un juez muy vulnerable y un poco de ruido mediático me podían meter preso. En el caso de que la segunda hipótesis fuera cierta no los hace para nada inocentes. Tanto Beraldi como Llermanos tenían acceso a la causa. Podían chequear que el Pirincho con el que hablaba el exespía Araque no era yo, igual que lo hizo el periodista de periodismo y punto. ¿Cómo? A través de la titularidad de la línea telefónica.
- Hipótesis número tres compromete y mucho, a Cristina: de las conversaciones que mantuvo con Parrilli y que formaban parte de expedientes judiciales se puede deducir que ella siempre estaba y está al tanto de todo. Hasta de los más mínimos detalles. Tenía mucha y tiene mucha información y una opinión formada sobre periodistas, fiscales, dirigentes de la oposición y hasta de Marcelo Tinelli.
- Hay una frase muy recordada, en ese diálogo, cuando le dice a Parrilli: "Hay que salir a apretar a los jueces". Y Parrilli le responde: "A los jueces, claro".
- ¿Por qué deberíamos dudar de que ahora, con todo el poder que ostenta, sobre el frente de todos, el Presidente, fiscales y jueces, Cristina no haría algo aparentemente menos costoso que "apretar jueces" como lo sería ordenar que metan preso o dentro de una causa a uno de los periodistas que más informó sobre sus juicios de corrupción? Pero eso, por ahora, es solo la deducción de un periodista.
Por Luis Majul
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