Luis Lacalle Pou, en la Celac: descree del foro y apuesta a su relación con Brasil
El presidente uruguayo se enteró en el avión que lo llevó a Buenos Aires de las declaraciones del ministro de Economía argentino, que se refirió a Uruguay como un “hermano menor”
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MONTEVIDEO.- Para Uruguay es como ir a una reunión de consorcio, un encuentro de vecinos, no de amigos. El presidente Luis Lacalle Pou viajó a Buenos Aires sin expectativas mayores sobre lo que pueda salir de una cumbre presidencial que terminará con una declaración más política que de medidas económicas. Se reserva todo para mañana, en Montevideo, cuando tendrá un mano a mano con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Pero cuando Lacalle Pou estaba con un pie en el avión, se enteró de una declaración del ministro de Economía argentino, Sergio Massa, que no cayó nada bien en Uruguay. “Yo creo que Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur, y Brasil y la Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo, como a todo hermano menor”, dijo Massa. Lacalle Pou se mantuvo en silencio hasta la conferencia de prensa posterior a la cumbre, donde fue consultado por los dichos del ministro. “Parece Disneylandia”, se limitó a contestar. Ante la repregunta, volvió a elegir el silencio.
Más temprano, un senador del oficialismo uruguayo había explotó en redes sociales. “Gracias Sergio Massa, pero no creo que ningún uruguayo quiera ser cuidado por un ministro de economía que tiene un dólar cotizando a 350 pesos”, dijo el nacionalista Sebastián Da Silva y agregó con ironía: “Por privado le paso el teléfono de Azucena Arbeleche [la ministra de Economía uruguaya]: llámela que le dará unos sensatos consejos”. Da Silva es político y productor rural, se destaca por decir lo que piensa sin observar la diplomacia política y es amigo personal de Lacalle Pou.
En las redes sociales se repitieron mensajes, incluso de algunos periodistas y académicos, de indignación con Massa. Poco después de la declaración del ministro, Lacalle Pou era recibido en Buenos Aires por el presidente argentino, Alberto Fernández.
Cuando le tocó el turno de hablar frente a los demás mandatarios en la cumbre, Lacalle Pou cuestionó la “ideologización” de la Celac. “No puede haber aquí un club de amigos ideológicos”, dijo. “Hay países acá que no respetan la democracia, los derechos humanos ni las instituciones, no tengamos una visión hemipléjica según afinidad ideológica”, reclamó.
Lacalle Pou desentona con una cumbre marcada por una impronta de “izquierda” en varios países de la región, que marca un discurso más cercano a la “patria grande”, encerrada y protegida, al que pregona él, de apertura y de asociación de libre comercio con otros mercados.
El objetivo de Lacalle Pou es “un Uruguay abierto al mundo”, según recordó en las últimas horas, en referencia a su compromiso político con una mayor inserción en el comercio internacional, cueste lo que cueste.
Si el Mercosur no logra una resolución de incidencia económica o comercial efectiva desde 1998, cómo lo va a ser la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que surgió en medio de la “ola progresista” sudamericana, como una especie de OEA sin Estados Unidos, dicen en el gobierno uruguayo. En Uruguay se ve a esta organización internacional como el espejo de un tiempo previo a los tratados de comercio regional, como el Mercosur o la Alianza del Pacífico, en el que se hacían cumbres deliberativas, con discursos grandilocuentes sobre la hermandad latinoamericana, pero sin concreciones.
Antes de cruzar el Río de la Plata, el presidente uruguayo ratificó su línea de política comercial. “Por supuesto que necesitamos que nos dejen abrirnos al mundo. En pocos días va a venir el presidente de Brasil y le vamos a insistir en que Uruguay se tiene que abrir al mundo”, dijo Lacalle Pou.
Aclaró especialmente que su postura es una guía de trabajo y una definición política; que no lo dice porque sí, sino que insiste porque está convencido de que Uruguay precisa hacer acuerdos comerciales para exportar más y poder crecer.
“Y no es caprichoso, es porque nos tenemos fe y porque una empresa que se instale en Uruguay tiene como foco la institucionalidad, pero también dice: ‘Yo quiero crecer hacia afuera’. Y por eso vamos a insistir, como nos comprometimos en el compromiso del país, por un Uruguay abierto al mundo”, dijo el presidente uruguayo.
El frente interno de Lacalle Pou
Lacalle Pou cruzó a Buenos Aires justo cuando es centro de críticas duras de la oposición de izquierda, mientras ha bajado su popularidad.
Su participación en la cumbre de Celac tiene el antecedente del primer día del año, cuando viajó a Brasilia para participar en la asunción de mando de Lula y lo hizo acompañado de dos expresidentes, el colorado y batllista Julio María Sanguinetti, y el frenteamplista y tupamaro José Mujica.
Mujica tiene amistad política y personal con Lula, y Lacalle Pou se acercó al expresidente uruguayo, con quien mantuvo dos reuniones, las primeras que tiene desde que asumió la presidencia hace casi tres años.
En los círculos políticos llamó la atención esa actitud, que se comenta como el “abrazo del boxeo”, que implica un acercamiento al adversario para que no pegue. Es que Lacalle Pou enfrentó a fin de año una ofensiva potente del Frente Amplio y este es un año en el que la izquierda prepara interpelaciones, manifestaciones y congresos críticos de la gestión del gobierno.
Lacalle Pou entiende que Lula precisa fortalecer el crecimiento de Brasil y que pueden coincidir en que acuerdos comerciales con otros bloques serán de beneficio mutuo. Es la carta que se jugará en la bilateral del miércoles.
En medio de estas conversaciones llegó a Montevideo la noticia de una idea de moneda común de Argentina y Brasil para utilizar en el comercio bilateral. “Hace unos días se proponía un himno y una bandera de la región; ahora, una moneda común. Lo que necesitamos es flexibilidad, abrir mercados y que nos dejen comerciar. Más comercio y menos ideología; exportar trabajo, no discursos”, dijo el ministro de Defensa Nacional, Javier García.
La referencia a “himno” y “bandera” era por comentarios de Mujica sobre cómo reforzar la integración. Economistas del sector privado criticaron el anuncio de una futura moneda común y recordaron que el Mercosur nunca dio paso alguno para cumplir el compromiso de su tratado fundacional de coordinar políticas macroeconómicas como paso previo a una decisión tan fuerte como la anunciada por Lula y Alberto Fernández.
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